El oportunismo político muchas veces significa hacer leña del árbol caído. Y no hay nada como unas elecciones para ver la cantidad de miserables que hay dentro de un partido. Pasa con el PP que perdió 17 escaños. Lo triste es que no es que perdiera tal cantidad de escaños porque su campaña electoral fuera mala, sino por el pesebrismo que hay por parte de muchos ciudadanos andaluces en torno a la Junta de Andalucia gobernada por el PSOE. Y sin embargo algunos dentro del PP quieren cargarse al líder andaluz por, no lo neguemos, intereses personalistas.
No obstante, el caso más paradigmático es el de Rosa Diez en UPyD. Resulta que esta señora que ha vivido del PSOE literalmente toda su vida, se va y crea otro partido en el que realiza las mismas practicas internas que se han hecho en su ex-partido toda su vida (Felipe González sabe de lo que estoy hablando). Que Rosa Diez es una dictadora, ya se sabía; que el partido se hunde el día que Rosa Diez fracase, ya se sabía. Lo malo para Rosa Diez es que las mismas ratas que la apoyaron en el caso de Sosa Wagner, ahora se van, hundiendo no sólo a la propia Diez, sino a la formación con la que hasta ayer se habían comprometido. Y algunos parece que están negociando el irse a formaciones más atrayentes como Ciudadanos. Los que hacen este tipo de practicas son unos cobardes y unos miserables. Y sí esto lo hacen dentro de lo que es una organización propia de partido político, imaginense lo que harían sí fueran Ministros.
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