sábado, 25 de abril de 2020

El extraño encanto del giallo

El origen de este subgénero lo tenemos (como muchas veces en otros géneros) o subgéneros en la literatura. Tras la Italia fascista comenzaron a surgir y a ponerse de moda una serie de novelas de bolsillo cuya temática era el misterio. Las novelas amarillas (que también tuvieron su cierto auge en España), que en Italia eran conocidas como giallo (amarillo en italiano) y de las que comenzaría a beber el cine a partir de los años 60, pero cuya época dorada (la época dorada del giallo podríamos decir) tuvo lugar en los 70 y 80.


Las características esenciales del giallo son:
  • Producción italiana, aunque a veces colaboran otros países como España o Francia.
  • Mezcla de terror y suspense con una atmósfera recargada e inquietante. A veces llegan al terror psicológico.
  • El villano es un asesino en serie. Tienen mucho de lo que en los países anglosajones conoceriamos como Slasher (de hecho, se considera antecesor a dicho género).
  • Muertes horribles y en muchos casos exageradas con una presencia extraordinaria de la sangre.
  • Participación de actores no necesariamente italianos y, de hecho, mucho de sus protagonistas son estadounidense, alemanes y demás. 
  • Presencia de cierto erotismo en algunas escenas.
  • Lo importante no es el argumento en sí, sino la fuerza de la imagen y la música.
La primera película, que se considera como Giallo, es por lo general "La Muchacha que sabía Demasiado" (del año 1963) de Mario Bava, uno de los que cultivó el género junto a Lucio Fulsi, Luigi Bazzoni y muy especialmente Dario Argento, uno de los más grandes cineastas del giallo.

Dario Argento 

Desafortunadamente los giallos en general no son muy vistos por el gran público y algunos los desprecian clasificándolos como un terror "cutre", mientras otros dicen que estamos ante simples asesinatos gores; el asesinato por el asesinato. Lo cierto es que son películas a tener muy en cuenta y que en mayor o menor medida ayudaron al perfeccionamiento del género de terror.


A continuación, he realizado una lista de las que, en mi opinión, son las mejores películas de este subgénero (entre paréntesis he puesto al cineasta y el año de producción).

Los mejores giallos
1. Rojo Oscuro (Dario Argento, 1975)


2. Suspiria (Dario Argento, 1977)


3. Angustia de Silencio (Lucio Fulsi, 1972)


4. El Pájaro de las Plumas de Cristal (Dario Argento, 1970)


5. Seis Mujeres para el Asesino (Mario Bava, 1964)


6. La Muchacha que Sabía Demasiado (Mario Bava, 1963)


7. El Gato de las Siete Colas (Dario Argento, 1971)


8. Tenebre (Dario Argento, 1982)


9. Torso: Violencia Carnal (Sergio Martino, 1973)


10. Terror en la Ópera (Dario Argento, 1987)

¡Qué vienen los marcianos!

Como si de auténticos gigantes, una raza superior viene de Marte para conquistarnos. Cuando H. G. Wells escribió "La Guerra de los Mundos" todavía no estábamos sumidos precisamente en la edad de oro de la ufología (de hecho, fue publicada cuando ni siquiera estábamos en el Siglo XX; era el año 1898), pero ya se hablaba de vida en otros planetas e incluso en la luna con los misteriosos selenitas de los que ya hablaría don Julio Verne. La novela de Wells, hombre que ya de por sí mezclaba la fantasía con el terror y la ciencia ficción, es sumamente terrible. Vienen a conquistarnos y lo hacen con pasmosa facilidad.


Rayos calóricos por un lado y avance mediante ingenios electrónicos por otro, los marcianos atacan a una especie inferior como el ser humano sencillamente porque pueden tal y como el hombre ha hecho con otras especies animales, interpretación que parece entreverse de la propia novela, aunque no hay gente que deje de ver con razón una crítica al colonialismo principalmente ejercido por Reino Unido, Francia y Alemania, criticando las costumbres puramente victorianas en relación a la despreocupación de los ciudadanos de la City (Londres) frente a la invasión marciana que conlleva la destrucción y muerte de otras personas en un medio rural, muy alejado de ellos.


La cuestión es que, a pesar del tiempo y de que sociedades como la victoriana han desaparecido, es evidente que la actuación (muchas veces intolerante, incívica e irresponsable) de los ciudadanos frente a un desastre (el que sea) es igual que el que imaginó Wells con su invasión marciana.


Es por eso que "La Guerra de los Mundos" ha sido fuente de inspiración independientemente de la época no sólo para adaptarla propiamente, sino que fue motivo para la creación de películas, programas de radios u otros libros. Todo se llevó al extremo tras los primeros avistamientos (supuestos, claro) de seres extraños que parecían provenir de otros mundos. Lo que podemos esperar es que si tales seres existen y son invasores acaben por sucumbir frente a un enemigo tan minúsculo que ni los rayos calóricos puedan contra él.

El Plan Marshall. Origen y consecuencias

No digo nada nuevo si comento que la Segunda Guerra Mundial fue un desastre en todos los aspectos, causando la devastación no sólo en número de vidas perdidas, sino a nivel social y urbano. Las ruinas, la desolación de algunas ciudades era terrible. Probablemente si no hubiese sido por los estadounidenses o que los nazis no hubiesen cometido el error estratégico de atacar la Unión Soviética mediante la Operación Barbarroja, la guerra hubiera durado muchísimo más, produciendo la aniquilación del viejo continente. Tras todo ello, serían los estadounidenses los que irían literalmente al rescate económico de Europa. Nacía el Plan Marshall.


El European Recovery Program (ERP, el programa de recuperación europea en inglés) se conoció de forma extraoficial como Plan Marshall porque se llevó a cabo mediante la iniciativa del Secretario de Estado George Marshall, uno de los más grandes e importantes Generales que ha dado los Estados Unidos de América.  

El General Marshall 

Aprobado por el Congreso y el Senado estadounidense, éste consistía en una serie de ayudas económicas por valor de unos 12.000 millones de dólares de la época (¡una barbaridad!) para la reconstrucción de los diferentes países de Europa devastados tras la Segunda Guerra Mundial (por eso lógicamente España no se llevó ningún duro, quedando retratada tal cosa en la maravillosa obra cómica costumbrista de Berlanga :¡Bienvenido, Mister Marshall"). 
El plan estuvo en funcionamiento durante cuatro años, comenzando en 1948. Los objetivos de los Estados Unidos no sólo era reconstruir las zonas destruidas por la guerra (algunas, como ya les comenté, daba pena verlas) sino eliminar barreras al comercio y modernizar la industria del viejo continente. La idea que subyacía dentro del Plan Marshall era evitar la propagación del comunismo a nivel económico, generando un contrafuerte de carácter capitalista en una época donde los ideales autoritarios de la URSS estaban en auge.


El Plan Marshall requirió de una disminución de las barreras interestatales (aranceles), una menor regulación de los negocios, alentando un aumento de la productividad, la afiliación sindical y nuevos modelos de negocio. Una adaptación a los nuevos tiempos.
Los mayores receptores de estas ayudas fueron el Reino Unido (26%), Francia (18%) y la Alemania Occidental (11%), siendo hasta 18 países los que recibieron ayudas. Los países comunistas (o los dirigentes comunistas más bien) se negaron a recibir ayudas por parte de los Estados Unidos puesto que consideraban tal cosa una injerencia de una potencia extranjera y que corrían el riesgo de convertirse en Estados clientelares o dependientes de los estadounidenses. Esa fue una crítica al Plan y otra muy posterior es que dicho Plan, aunque ayudó en la reconstrucción, no fue decisivo como tal, ya que ésta se estaba produciendo antes de 1948. 


Desde ese momento se utiliza a veces el término "Plan Marshall" para referirse a una serie de ayudas urgentes de rescate económico a gran escala.

De luto

Si les soy sincero no sé por qué el Gobierno de España se niega a decretar el luto nacional por las víctimas (esa es la palabra indicada) de la terrible pandemia del coronavirus. Más allá de la ideología, creo que es necesario el reconocimiento de las Administraciones Públicas; no se trata de ideología. Me gustaron muchísimo las palabras del otro día de la Ministra de Defensa y la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid reconocen cada uno de los días a los muertos.


Y es que no podemos esperar mucho de una sociedad que considera a los muertos un simple número, que se alegra cuando hay menos muertos en 24 horas en medio de una pandemia y que encima parece que ñ3 molesta que haya algunas personas (como yo y otros) que afrontemos la situación, que digamos que se han cometido errores en la lucha contra el virus, que hay muchos muertos y que, aunque haya bajado el número de muertos en un día, sigue siendo una tragedia. Noto por parte de algunos una falta de empatía alarmante. Lo cierto es que desde aquí y siempre, mi pésame a todas y cada una de las familias que han perdido un familiar estos días. Desde aquí mi homenaje.

viernes, 17 de abril de 2020

Mortadelo y Filemón muy animados

En una época donde la casi única diversión que tenían los niños, Mortadelo y Filemón fueron un soplo de aire fresco en el humor y no es extraño que junto a los Zipi y Zape y "El Capitán Trueno" se convirtieran en referencia y buque insignia de Bruguera. 


Tampoco es raro que se proyectase una serie de dibujos animados a mediados de los años 60. Entre 1965 y 1970 se realizaron una serie de cortometrajes sobre Mortadelo y Filemón, producidos por los Estudios Vara y dirigidos por su propio fundador Rafael Vara, el cual había comenzado como caricaturista. 


La intención de los animadores era crear una serie de televisión, pero no tenían la capacidad de realizar tantos episodios como les exigía el medio, por lo que, tras llegar a un acuerdo con Bruguera (la cual tenía los derechos de imagen sobre todos sus personajes), los 16 cortometrajes que se crearon se dividieron en tres películas: Festival de Mortadelo y Filemón (dos títulos) y El Armario del Tiempo. Sin contar con la colaboración de Ibañez, tienen una duración aproximada de 6 minutos, sin basarse en una historia concreta, están basadas en sus andanzas como Agencia de información con una animación bastante buena para la época y algunos gags parecidos a la de las historietas.


En 1994, la BRB Internacional de Claudio Biern Boyd para Antena 3 creó la serie de Mortadelo y Filemón con la que yo crecí y que en este caso sí que está basada en varias de sus historias ya como agentes especiales, por lo que aparecen el Súper, la Ofelia y el Profesor Bacterio.


Su primer capítulo (de los 26 que tiene) fue emitido en 1995, con un humor evidentemente cercano a los de las historietas, pero una animación llamativamente inferior a la calidad de los originales (se hizo en China para literalmente ahorrar costes), aunque en general está muy bien. 

Intro Vara 1965-1970


Intro BRB 1995

sábado, 11 de abril de 2020

"Hubiera dado cualquier cosa"

"El Gran Dictador" es una película histórica por varios motivos. El más importante es porque fue la primera película completamente sonora de Chaplin. La segunda por mostrarnos una visión descarnada (en medio de la comedia paródica) del horror nazi, que estaba desangrando Alemania y posteriormente el mundo. Tiempo después, al conocerse exactamente el sufrimiento de los judíos en los campos de concentración, el propio Chaplin llegó a decir que si hubiera conocido tales horrores, no hubiera rodado la película. Lo cierto es que es una de las mejores, destacando su mensaje final contra los totalitarismos (¡magnífico!).


Hay algo más. Al parecer, Chaplin era muy del gusto de Hitler. La verdad es que es curioso, pero tanto él como Hitler pesaban casi lo mismo, habían nacido el mismo año (1889) y el mismo mes (Abril). De hecho, Chaplin era tan sólo cuatro días mayor que Hitler. Lo de que el dictador se dejase el bigote en reconocimiento del vagabundo ya es algo más que leyenda urbana.


Lo que no es leyenda urbana el que Hitler fuera muy aficionado al cine y, aunque Albert Speer, Ministro de la Guerra y amigo personal del führer, negó en varías ocasiones que Hitler hubiese visto "El Gran Dictador", las evidencias demuestran que la visionó. 


El guionista Budd Schulberg fue el encargado de inventariar las fotografías y grabaciones que pudieran servir como prueba ante los reconocidos juicios de Nuremberg. Entre todo lo que había, encontró una lista de las películas visionadas por Hitler, encontrándose entre ellas "El Gran Dictador". Cuentan que Chaplin, tras enterarse de ello, muchos años después de la desaparición del régimen nazi, llegó a decir que "hubiera dado cualquier cosa por saber lo que dijo cuando la vio".

La danza de Salomé

Juan el Bautista no sólo fue el precursor del Mesías, sino que denunció la corrupción moral del Rey títere Herodes Antipas (hijo de Herodes el Grande, muy conocido por la matanza de los inocentes), el cual convivía y yacía con la mujer de su hermano, Herodias (acusando al Rey de ladrón incestuoso y Herodias de adultera). Herodes lo encerró, pero lo que quería la mujer "ofendida", no era su encarcelamiento, sino su muerte. Lo que temía Herodes es que si ejecutaba a Juan se originasen disturbios, ya que muchos no sólo lo consideraban un hombre justo, sino incluso creían que bien pudiera ser el Mesías del que hablaban las escrituras. Por otra parte, la clase dirigente dependiente de Roma y las autoridades religiosas de Israel lo consideraban un vulgar mendigo, que se alimentaba de langostas y otros bichos detestables. En medio de la negativa de Herodes a la ejecución, entra la figura de la hija de Herodias, Salomé, a la que, aunque los Evangelios no dicen su nombre, éste no es revelado por Flavio Josefo en sus "Antigüedades Judías".


Cuentan que ante el Rey y alentada por su madre, hizo una danza que apasionó a Herodes (probablemente de corte lascivo para provocar las fantasías de Herodes. ¿La danza de los siete velos, quizás?) hasta el punto de que éste le ofreció cualquier cosa que pidiese. Fue entonces cuando la hija de su hermano y de su pareja le pidió en cabeza de plata la cabeza de Juan el Bautista.
La historia posterior nos es conocida. A Juan le fue cercenada su cabeza y las representaciones artísticas nos han presentado a una hermosa bailarina Salomé con una bandeja en la mano conteniendo la cabeza del desdichado Bautista.


Años después, Oscar Wilde nos presentaría en su obra teatral de corte trágico "Salomé" con una visión muy personal de la joven, que llega a enamorarse de Juan el Bautista (al que renombra como Jokanaan), el cual la rechaza. 


Todo lo que sabemos de Salomé más allá de los Evangelios se lo debemos al mencionado Flavio Josefo:
"Herodías, [...] quien tuvo una hija, Salomé; después de su nacimiento, Herodías [...] se divorció de su esposo mientras aún estaba vivo, y se casó con Herodes, hermano de su esposo por línea paterna, él era tetrarca de Galilea; pero Salomé se casó con Herodes Filipo el hijo de Herodes y tetrarca de Traconítide, quien murió sin descendencia, se casó con Aristóbulo hijo de Herodes I y hermano de Agripa; de este matrimonio, tuvieron tres hijos, Herodes Agripa, y Aristóbulo"

miércoles, 8 de abril de 2020

20.000 leguas en el Nautilus

"Por ello, a la pregunta formulada hace seis mil años por el Eclesiastés: «¿Quién ha podido jamás sondear las profundidades del abismo?», dos hombres entre todos los hombres tienen el derecho de responder ahora. El capitán Nemo y yo"
Sobran palabras para describir "20.000 leguas de viaje submarino. La gran obra de don Julio Verne es por derecho propio una de las más imaginativas y trascendentales de la cultura occidental, yendo más allá de su propio tiempo: entre la ciencia ficción y la aventura con una pizca de fantasía, enfocando con la mitología de cefalópodos gigantes o con la Altantida, estamos ante una joya que debe y merece leerse una y otra vez.


De un supuesto monstruo que lleva a pique a poderosos navíos pasamos a un submarino de nombre Nautilus, comandado por un oscuro hombre, el Capitán Nemo, al que razones desconocidas han hecho que odie a la raza humana y todo lo que hay en tierra. 


Ni siquiera el profesor Aronnax, su fiel sirviente Conseil (o Consejo como se encargaron de traducirlo inicialmente en países de lengua hispana) y el arponero Ned Land (siempre le pongo la cara de Kirk Douglas) sabrán dar con la tecla de tan enigmático personaje.


Lo que si sabemos es que junto a ellos estaremos 20.000 leguas surcando las entonces desconocidas profundidades marítimas entre los deseos de aprendizaje de Aronnax, la capacidad para ordenar a los animales por clases y tipologías de Conseil y las ganas de escapar de Ned Land.


La verdad es que leerlo otra vez, volver a saborear sus páginas, es una auténtica gozada. Un libro perfecto y que solivianta la imaginación de muchos, entre los que me encuentro yo. Una obra magnífica.

Los druidas: entre la realidad y la oscuridad

Tengo que reconocer que mi conocimiento inicial (si se puede llamar así) está en las historietas de Asterix donde destacaba el druida Panoramix, cuya poción mágica hacía fuertes a los galos, rechazando gracias a ésta al invasor romano. Lo cierto es que conocemos muy poco de los druidas y su mundo podríamos decir que se mueve en un maremágnum de tradiciones imposible de discernir.


La primera referencia de su existencia la tenemos en los "Comentarios sobre la Guerra de las Galias" de Julio César del año 50 a. C. 
Procedentes del mundo celta y, por lo tanto, con un contexto muy supersticioso, según romamos y griegos, la población de la zona tenían a los druidas para regir la autoridad espiritual, intelectual y, en definitiva, la misma sociedad a la que pertenecían. Era el sacerdote, sabio y mago de la comunidad. Los druidas no dejaron nada escrito debido a que abominaban de la escritura, pues temian que sus secretos se divulgasen, por lo que es difícil de "rastrearlos" y sólo tenemos conciencia de ellos por escritos griegos y romanos.
Tras un largo proceso de iniciación (con aprendizaje de oraciones, prácticas, conjuros, botánica, medicina, leyes y demás), que podía durar hasta veinte años, el nuevo druida quedaba libre de toda obligación, siendo mantenido a cambio de ejercer las funciones de consejero y mago. 


El druida estaba presente en nacimientos y funerales y era responsable tanto del presente como del futuro de la comunidad, prediciendo los acontecimientos. Podía, además, utilizar el poder de la palabra (bendiciendo, maldiciendo e incluso prohibiendo), por no hablar de su fuerte conocimiento de las propiedades curativas de determinados alimentos o preparados. Incluso se habla de su contacto con el más allá,  tomando determinadas hierbas,  que eran drogas alucinógenas,  las cuales "facilitaban" su camino místico.  Eran oficialmente los médicos de su comunidad.
Muchos han querido ver (no sin cierta lógica) en la fenomenal construcción megalítica de Stonehenge, en las Islas Británicas la mano del mundo de los druidas, por no hablar de que tenemos al mago Merlín, uno de los referentes de la leyenda arturica, el ejemplo perfecto de las cualidades que asociariamos a un druida. De hecho, se dice que la figura de Merlín bien pudo basarse en druidas reales o al menos en escritos romanos donde se hablaban de sus prácticas.
El Emperador Tiberio, sucesor de Augusto, prohibió las prácticas druídisticas y esta orden dejó de existir merced a presumibles persecuciones por parte del Imperio Romano en la Bretaña y las Galias. Algunas fuentes sostienen que sobrevivieron en la clandestinidad durante varios siglos, algo que no sería extraño teniendo en cuenta la cantidad de pueblos dispersos, que siguieron manteniendo sus creencias. 


Sólo una nueva Fé, que tuvo su origen en la zona de Israel, pareció acabar con la creencia en los druidas; una Fé, que al igual que los druidas, también fue perseguida por el Imperio Romano y que, con el tiempo, se convirtió en la Religión oficial de dicho Imperio, invocando su carácter universal no por la espada, sino por la conversión, dicha Fé era el Cristianismo. Los druidas desaparecieron tan misteriosamente como llegaron.

viernes, 3 de abril de 2020

Una relación vampírica

"El vampiro, el vampiro...". Desde muy pequeño Abraham era un niño enfermizo que estuvo postrado en la cama durante mucho tiempo y que vivia obsesionado con la lectura, mientras los doctores mediante inútiles sangrías, cual vampiros sedientos de sangre, intentaban curar el mal que le aquejaba. "La mayor fuerza del vampiro es que nadie cree en su existencia" era la máxima de "El Vampiro" de Polidori, uno de sus relatos de cabecera (para saber más... ). Ya adulto, siendo un simple funcionario, conoció al actor Henry Irving.


Tras verlo actuar por primera vez en 1867, Bram Stoker, pues ese es el nombre de nuestro protagonista, se obsesiona con Irving hasta el punto de que en 1876 llega a publicar una reseña sobre el Hamlet, que estrena en Dublín.
Ambos se conocen y es cuando entra en juego lo que algunos llaman una amistad "dispareja". Stoker adora a Irving y él se deja adorar. En Junio de 1878, el actor le cuenta a su admirador que ha comprado el Lyceum Theatre y le propone un pacto en lo que sería una labor de acompañamiento y teórico asesoramiento. Bram renuncia a su cargo de inspector de tribunales y aduanas y se convierte no precisamente en un mánager, sino en todo un sirviente de un hombre presumido ("como todos los actores" se diría en su tiempo) hasta el punto de que él, Bram Stoker, pierde casi su identidad, olvidándose de su otra pasión: la escritura. Aunque también es verdad que desea crear un personaje a la altura de su ídolo. Un ser inmortal. El propio Stoker se lo cuenta al propio Irving, que tan solo se limita a escuchar.

Sir Henry Irving como Hamlet

En medio de todo, Bram se casa con Florence y en uno de sus sueños, sufre una revelación: un hombre joven sale de excursión y se ve abordado por tres jóvenes que intentan besarlo no en los labios, sino en el cuello hasta que aparece un ser salido de la nada. Un viejo Conde que voz en alto dice "Este hombre me pertenece. Es mío".
A partir de ahí surgiría una creación inmortal a la que añadió varios elementos, entre ellos un nombre terrible basado en un personaje histórico perteneciente a la estirpe de los dragones. Era Vlad Tepes, Vlad Dracul o Draculea más conocido como el empalador (para saber más... ). Acababa de nacer "Drácula", una obra extraordinaria que con un personaje sugerentemente malvado, estaba a la altura de lo que Bram quería. Poco después he sabido que, a pesar de su más o menos utilización como símbolo turístico (dentro de lo que cabe), a los rumanos no les hace ni pizca de gracia que el nombre de un héroe nacional como Vlad sea asociado a un ser monstruoso como el Conde Drácula.

Vlad el empalador 

Trazado el título (tener el nombre del villano como título de la novela era ya de por sí revolucionario, por lo arriesgado que era), estructurada la trama en tres partes o secciones (Transilvania, Londres y de nuevo Transilvania) y ubicado los escenarios concretos, Bram escribe la extraordinaria novela, que, al igual que la novela donde Mary Shelley nos presentaba a su criatura,  tendrá un estilo epistolar (diarios, cartas y periódicos).
Ya estamos en 1897 y a una semana de publicarse, Stoker organiza una típica lectura dramática de su obra para asegurarse el copyright teatral y de paso impresionar al propio Irving, que asistía a dicha representación. Lo cierto es que el actor no aguantó y no había pasado una hora del comienzo cuando se levantó para irse de la sala. Antes de salir, desde el fondo del patio de butacas, lanza un grito cruel, que fue toda una puñalada para Bram: "¡Es espantoso!"
El resto es leyenda. Muchos han querido ver en la nociva influencia del actor sobre el escritor el vínculo amo/servidor existente entre el Conde Drácula y Renfield y, en cierta medida, no les falta razón. Estamos ante un caso de posesión o relación vampírica más allá del mito.


La obra fue muy elogiada por escritores del calibre de Arthur Conan Doyle, pero eso no quita que se le sacaran a la luz aparentes carencias como el no centrarse en un momento de la acción o que el Conde sólo aparezca en determinados momentos y casi todo lo que conocemos de él lo sabemos por los diarios de Jonathan Harker o el reconocido Abraham van Helsing. Su figura se nos muestra en todo su esplendor al principio (estoy de acuerdo con muchos con que la primera parte de la novela con la visita de Jonathan Harker al castillo de Drácula con su descenso a las brumas del vampiro, donde tres hermosas jóvenes libidinosas desean hacerlo suyo, es la mejor parte de la obra) para prácticamente desaparecer en casi toda la novela posterior, algo que probablemente ha hecho que no haya habido ninguna adaptación cinematográfica a su altura. Sin embargo, es en el horror latente por las acciones terroríficas del Conde fuera de plano lo que hace de "Drácula" una obra magnífica.


Por contra de lo que se cree, Bram Stoker no se hizo rico con su obra más conocida, pero también es verdad que él, a pesar de escribir sobre otros personajes e historias (muchas o pocas ¡eso da igual!), nunca encontró nada que estuviera a la altura del Conde, al igual que nadie estaba a la altura de Henry Irving... el vampiro, el vampiro...
Para saber más: invitados al castillo de Drácula

La animación. Lotte Reiniger

Mucho antes de ese milagro de la animación producido por Walt Disney, que es "Blancanieves y los Siete Enanitos", una mujer ya dirigió un largometraje de animación en plenos años 20 en la Alemania de Weimar. El nombre de tal artista es Lotte Reiniger y la obra en cuestión es "Las Aventuras del Príncipe Achmed".


Interesada por el cine desde su adolescencia, Lotte ya había disfrutado con aquellas viejas obras de Méliès, que la inspiraron sobremanera, por no hablar de las posteriores obras del expresionismo alemán, encontrando su inspiración en las obras de "Los Nibelungos" de Fritz Lang. 
Sus obras serían animadas, pero diferentes a la animación posterior, ya que estaría representadas por siluetas, empleando figuras recortadas para crear sombras que asemejaran a una persona. Bien podían representar a un Rey con su clásica corona o a un simple vagabundo. 


Para ello se utilizan las técnicas habituales de fotografía fotograma a fotograma, cambiando la posición de las siluetas recortadas, consiguiéndose la ilusión de movimiento. Así una de las primera animaciones era por siluetas y, fruto de ello, Lotte no sólo era una simple cineasta, sino una artista.


Tras rodar varios cortos, hizo lo más difícil: crear un largometraje animado terminadolo en 1926. "Las Aventuras del Príncipe Achmed", basada en la misteriosa y fantástica arabia y que está considerada como una de las mejores películas de todos los tiempos, siendo ayudada por varios animadores y su propio marido Carl Koch. Años después, Lotte Reiniger habló sobre su creación y el contexto del cine animado en aquellos años:
"Desde hace siglos el Príncipe Achmed como personaje de las Mil y una Noches vivía feliz y contento con su caballo mágico, gozando de gran popularidad. Esa existencia pacífica se vio interrumpida un buen día cuando a una sociedad cinematográfica se le ocurrió la idea de utilizar sus aventuras y otras muchas similares de la misma fuente para la realización de una película animada. Con este fin hubo de 'renacer', como muchos otros compañeros de infortunio de otras fuentes literarias y, por cierto, con mucha más minuciosidad de la que suelen requerir otras filmaciones, donde se elige a intérpretes que se correspondan más o menos con el carácter del protagonista de la historia y se les enseña dicho papel. Pues tenía que ser una película de siluetas, por la sencilla razón de que el realizador de la misma, obsesionado con la idea, es decir, yo, no sabía hacer sino películas de siluetas… Si bien hasta la fecha sólo había hecho películas de ese tipo de diez minutos de duración, Las aventuras del príncipe Achmed debían durar más de una hora, por lo que para el guión tuvimos que emplear muchos otro argumentos del rico tesoro que albergan las Mil y una Noches. Al Príncipe Achmed mismo hubimos de dar una forma humana, dibujarlo, recortarlo, darle movimiento, iluminarlo, moverlo y grabarlo. Todo ello tuvo lugar en los años 1923 a 1926 en Berlín; fue el período que se necesitó para realizar la película. ¿Por qué? Porque por cada segundo de una película semejante deben tomarse 24 imágenes individuales. Y dejo a la capacidad algebraica del lector el cálculo de las imágenes necesarias para un opus de más de una hora de duración. Y no es ésta la única razón. A lo largo de ese trabajo hubieron de realizarse sobre la marcha y probarse constantemente nuevos inventos para representar la trama fantástica. Cuanto más duraban las tomas para el Príncipe Achmed, tanto más exigente eran sus deseos. El cine animado estaba haciendo en aquel entonces sus primeros pinitos, todavía no existía el ratón Mickey. Por cierto, sí que había artistas desperdigados que buscaban sus propios caminos" (Lotte Reiniger). [FilmAffinity]Desde hace siglos el Príncipe Achmed como personaje de las Mil y una Noches vivía feliz y contento con su caballo mágico, gozando de gran popularidad. Esa existencia pacífica se vio interrumpida un buen día cuando a una sociedad cinematográfica se le ocurrió la idea de utilizar sus aventuras y otras muchas similares de la misma fuente para la realización de una película animada. Con este fin hubo de 'renacer', como muchos otros compañeros de infortunio de otras fuentes literarias y, por cierto, con mucha más minuciosidad de la que suelen requerir otras filmaciones, donde se elige a intérpretes que se correspondan más o menos con el carácter del protagonista de la historia y se les enseña dicho papel. Pues tenía que ser una película de siluetas, por la sencilla razón de que el realizador de la misma, obsesionado con la idea, es decir, yo, no sabía hacer sino películas de siluetas… Si bien hasta la fecha sólo había hecho películas de ese tipo de diez minutos de duración, Las aventuras del príncipe Achmed debían durar más de una hora, por lo que para el guión tuvimos que emplear muchos otro argumentos del rico tesoro que albergan las Mil y una Noches. Al Príncipe Achmed mismo hubimos de dar una forma humana, dibujarlo, recortarlo, darle movimiento, iluminarlo, moverlo y grabarlo. Todo ello tuvo lugar en los años 1923 a 1926 en Berlín; fue el período que se necesitó para realizar la película. ¿Por qué? Porque por cada segundo de una película semejante deben tomarse 24 imágenes individuales. Y dejo a la capacidad algebraica del lector el cálculo de las imágenes necesarias para un opus de más de una hora de duración. Y no es ésta la única razón. A lo largo de ese trabajo hubieron de realizarse sobre la marcha y probarse constantemente nuevos inventos para representar la trama fantástica. Cuanto más duraban las tomas para el Príncipe Achmed, tanto más exigente eran sus deseos. El cine animado estaba haciendo en aquel entonces sus primeros pinitos, todavía no existía el ratón Mickey. Por cierto, sí que había artistas desperdigados que buscaban sus propios caminos"
Tras huir del nazismo, Lotte seguiría rodando películas hasta los años 70, todas en el Reino Unido. 
PD: contrariamente a lo que se cree "Las Aventuras del Príncipe Achmed" no es el primer largometraje de animación. El cineasta y caricaturista italiano irino Cristiani realizó dos largometrajes animados anteriormente, pero no se han conservado.