domingo, 30 de abril de 2017

Entre el 2 y el 3 de Mayo

"Siento ardientes deseos de perpetuar por medio del pincel las más notables y heroicas acciones o escenas de nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa"
Francisco de Goya

Aquel día del 2 de Mayo comenzó algo inenarrable. Ese día el pueblo madrileño se alzó contra el invasor francés en una suerte de lo que sería una especie de revolución callejera de la que se fue oyendo y posteriormente relatando en toda España, expandiendose por todo el país el ardor patrio.


Todo eso quisó plasmarlo el gran Goya con diversas pinturas destacadas a entrar en la historia del arte. Una la carga de los mamelucos, representando a los insurgentes españoles atacando a los mamelucos, mercenarios egipcios que combatían al lado del ejército francés, en el otro los fusilamientos del tres de Mayo, el cual representa el fusilamiento de los insurgentes del 2 de Mayo. 


Dotadas de un gran realismo (muy alejado, eso sí, de lo que serían los horrores de la guerra) don Francisco de Goya, gracias a estas dos portentosas pinturas, fomentó el ardor patrio de un pueblo luchador, que acabó triunfando (después vendría Fernando VII, pero esa es otra historia) en la que sería la primera derrota del ejercito galo en época de Napoleón.

Clásicos Inmortales: Sopa de Ganso

Con permiso de otras grandes piezas de su filmografía (especialmente "Una Noche en la Ópera", mi predilecta), si hay una obra que demuestra todo lo bueno (y caótico en muchos aspectos) del humor marxista, esa es esta película llena de gags hilarantes, que en algunos casos no sólo están dentro del mejor repertorio de los Marx, sino de la historia de la comedia. 


Nos encontramos en Freedonia. La rica señora Teasedale (Margaret Dumont) insiste en que el locamente extraordinario Rufus T. Firefly (Groucho Marx) sea nombrado líder del pequeño país en bancarrota antes de que ella continúe financiandolo. Mientras tanto, la vecina Sylvania está tratando de anexar el país. 


De esa forma, el embajador de la mencionada Sylvania, Trentino (Louis Calhern) intenta fomentar una revolución, intentando encontrar trapos sucios de Firefly enviando como espías a Chicolini (Chico) y Pinky (Harpo).
Después de no reunir información contra Firefly, Chicolini y Pinky se infiltraran en el Gobierno cuando Chicolini es nombrado Secretario de Guerra después de que Firefly lo ve vendiendo cacahuetes fuera de su ventana y ante la falta de personas validas (o simplemente personas) mejor es proponerle cartera tan delicada a cualquier vendedor en la calle. Mientras, el secretario de Firefly, Bob Roland (Zeppo), sospecha los motivos de Trentino, y aconseja a su jefe deshacerse de Trentino insultándole. 

Unos espías muy peculiares

Firefly está de acuerdo con dicho plan, pero tras una serie de insultos personales entre ambos (no es que se cayeran bien de antes), el plan fracasa cuando Firefly da una bofetada a Trentino en lugar de ser abofeteado por él. Como resultado, los dos países estan al borde de la guerra, algo que no mejora dado el hecho de que tanto Firefly como Trentino esten tras la señora Teasdale, presumiblemente por su dinero, aunque Firefly es el que menos esconde sus intenciones.

Detrás de la señora Teasdale

Trentino se entera de que los planes de guerra de Freedonia se encuentran en la caja fuerte de la señora Teasdale y ordena a Chicolini y Pinky que los roben, pero Chicolini es atrapado por Firefly y sometido a juicio, durante el cual la guerra es declarada de forma oficial, y todos se olvidan del juicio para pasar al fervor patriótico por la llegada de un conflicto bélico. Chicolini y Pinky, ex-espias de Sylvania, se unen a Firefly en una guerra de resolución aparentemente incierta. 


Finalmente, el malvado Trentino es cogido por Firefly, Chicolini y Pink  que lo golpean con fruta. Trentino se rinde, pero Firefly le dice que espere hasta que se les acabe la fruta. La señora Teasdale, en un alarde de exaltación patriótica, comienza a cantar el himno nacional de Freedonia con su clásica voz operística, algo que ni Firefly, ni los ex-espias soportan hasta el punto de conenzar a lanzar fruta sobre ella... a ver si se calla. 

  
Escenas míticas con un Groucho desatado (especial mención a la memorable escena del espejo), dirigiendo a una República loca para tenerlo a él de Presidente, en una película que dado el carácter no ya irreverente, sino surrealista de la comedia, no tuvo éxito, resultando un completo fracaso, pero que a la postre se convirtió en una de las más grandes del género. Una obra que es la quintaesencia de unos cómicos geniales.

Ficha 

Dirección
Leo McCarey
Producción
Herman J. Mankiewicz
Guión
Bert Kalmar
Harry Ruby
Música
John Leipold
Sonido
Harry Lindgren
Fotografía
Henry Sharp
Montaje
LeRoy Stone
 
Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1933
Género
Comedia
Duración
68’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Groucho Marx
Rufus T. Firefly
Harpo Marx
Pinky
Chico Marx
Chicolini
Zeppo Marx
Bob Roland, Secretario de Firefly
Margaret Dumont
Gloria Teasdale
Louis Calhern
Embajador Trentino of Sylvania
 
El Presidente Firefly


Los espias 


En el espejo


La guerra