Ni falsos desarmes ni narices. Lo que tienen que hacer esos asesinos, los miserables de ETA, aparte de no matar, es disolverse, entregar todas y cada una de las armas, ayudar a esclarecer los asesinatos sin resolver, pedir perdón a las víctimas y entregarse a la justicia DEMOCRÁTICA española, admitiendo que han sido derrotados porque lo ocurrido en España con el terrorismo no es una historia de dos bandos, sino una en la que había un grupo de pistoleros y dinamiteros que socavaban vidas humanas fueran adultos o niños.
A mi estos falsos desarmes, todas esas historias sobre esa supuesta paz y esas pantomimas no son el ejemplo perfecto de como darle voz y voto a una panda de asesinos que se siente orgullosos de los atentados cometidos, siendo lo peor que algunos políticos les hayan comprado esa mercancía. Supongo que a esos les importará más bien poco los asesinatos y las víctimas, pero lo podrán decir de muchas formas y maneras que la sangre de los asesinados seguirán pidiendo ¡Justicia!
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