miércoles, 12 de abril de 2017

La Última Cena... de Leonardo

Uno de los cuadros más reconocidos de Leonardo y quizás el más representantivo de una de las escenas clave del Cristianismo: La Última Cena. Elaborada para su patrón, el Duque Ludovico Sforza de Milán, esta obra nos deja claro que Leonardo, tan reconocido en muchas áreas, era un extraordinario pintor.


Desgraciadamente, el cuadro comenzó a ser muy comentado en épocas recientes debido a determinado Best Seller destinado a echar basura no ya sobre la Iglesia, sino sobre el propio Leonardo, el cual elaboró una Última Cena con los cánones reconocidos de la época con un Jesucristo en el centro (en plena consagración), un Juan imberbe (algunos dirían afeminado, pero ni mucho menos es una suerte de María Magdalena como algún "escritor" ha llegado a decir), un Judas Iscariote extrañamente cercano al Maestro (en lugar de dar la espalda al público) mientras que el cuchillo que tiene San Pedro en la mano parece hacer referencia a la cita del Evangelio según San Juan, en el que sacó la espada en defensa de Jesús contra el enemigo, Judás, el cual entregaba al Hijo del Hombre con un beso.
Organizados de forma lineal, esta pintura es la más impresionante y serena del Leonardo de aquellos años, alejándose completamente del mundo terrenal y entrando de lleno en el espiritual, algo que es necesario, aunque estoy seguro que al pintor no le resultó fácil debido a las calamidades, hambrunas, guerra y muerte, mucha muerte, que amenazaba al mundo durante aquellos años. Puede que Leonardo, comtenplando su obra ya acabada, pensara: ¡Cuánto nos falta para alcanzar la profundidad de las enseñanzas del hombre que está en el centro!

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