Era un 9 de Abril de 1977 cuando tanto los informativos televisivos como radiofónicos abrieron con la siguiente noticia: El Partido Comunista de España ha sido legalizado. Esto supusó un cambio importante dentro de una España en la que no habían pasado ni dos años de la muerte del dictador. El PCE (al que durante la dictadura podríamos calificar de PCF, Partido Contra Franco), el diablo en la Tierra, había sido legalizado gracias a las conversaciones entre miembros del Gobierno de Adolfo Suárez y altos dirigentes (en la clandestinidad, claro) comunistas entre los que se encontraba su líder, Santiago Carrillo.
Se cumplía lo que Suárez había dicho de dar rcategoría política de normal, lo que a nivel de calle es plenamente normal y el PCE era un partido apoyado por una gran masa de gente. Lo cierto es que la actitud cívica mostrada tras los terribles acontecimientos de Atocha, con una manifestación respetuosa y libre de incidentes, propició la definitiva legalización del partido.
Lo curioso es que dicha legalización tuvo lugar pocos días después de que el Gobierno disolviera la Secretaría General
del Movimiento,además de coincidir en plena Semana Santa. Así con el Sábado Santo rojo se continuaba con un proceso que derivaría en las primeras elecciones libres que serian unos meses después, el 15 de Junio.
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