El ilustre republicano don Emilio Calzadilla

De entre el callejero de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, nos encontramos el nombre de un hombre verdaderamente grandioso y al cual hemos realizado pocos (o ningún homenaje), a pesar de ser una de las personalidades más notables de finales del Siglo XIX y los primeros 30 años del XX. Su nombre era Emilio Calzadilla Dugour. 

Nacido en 1875, don Emilio Calzadilla, hijo de un abogado republicano, siguió la estela del padre no sólo en cuanto a leyes se trataba, sino en cuanto a pensamiento. Sí; don Emilio era un republicano de raza y siempre defendió la llegada de una república, pero con el respeto por delante y, poniendo por encima de todo el bienestar de su municipio. 

Don Emilio, licenciado en derecho por la Universidad de Sevilla, ejerciendo posteriormente en la Gomera, fue un hombre verdaderamente requerido por su gran capacidad de dialogo y extremadamente querido por todos, ya fuesen republicanos o monárquicos porque ante todo estaban con un hombre singular que si algo defendió fue a Tenerife y a sus gentes. 

Alcalde durante dos etapas, a don Emilio se le debe que pudiera salir la procesión de las Angustias, ya que sufragó de su propio bolsillo las deudas con la banda municipal que se negaba a salir, poniendo en serio riesgo, la salida de dicha procesión. En honor a Calzadilla, la banda tocó desde ese momento el "Adiós a la Vida" de Puccini, ya que don Emilio era gran aficionado a la mencionada composición (véase enlace). 

Virgen de las Angustias

Así don Emilio, fallecido inesperadamente en 1916, se ganó el reconocimiento de todos, ya que por encima de sus creencias religiosas o no, estaba la tradición de un pueblo, que era el chicharrero, que tanto le debe hoy en día. Es verdad que hay un busto con su figura en el parque García Sanabria y una calle con su nombre, pero lo cierto es que el ilustre republicano don Emilio Calzadilla merece, al igual que otros, muchisimo más por todo cuanto hizo por la ciudad a la que dio tanto: Santa Cruz de Tenerife.