Mostrando entradas con la etiqueta Romance. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Romance. Mostrar todas las entradas

miércoles, 18 de noviembre de 2020

La leyenda de la Peña María (por don Leocadio Machado)

Hay una historia relacionada con la zona costera de El Médano en Granadilla de Abona en la isla de Tenerife como la de Peña María, recogida por don Leocadio Machado en su novela "El Loco de la Playa"; la leyenda nos es relatada en la obra por don Leocadio en la boca del doctor Luis Gilpérez, el cual, tras recalar en El Médano, le cuenta a su hija María que una vez oyo de unos pescadores la historia una mujer que esperó junto a la orilla el regreso de su amado, el cual nunca volvió, acabando ella por transfigurarse en una gran roca que se halla en la ribera:
"Parece ser que en el siglo pasado, o antes, vivieron en Granadilla dos amantes, llamados Juan y María. El se embarcó para América en busca de fortuna; y ella juró esperarle permaneciendo fiel a su amor. Años más tarde recibió María una carta de Juan, en que le participaba que ya era rico y que embarcaría pronto en un buque que salía con rumbo a Tenerife, conduciendo también a otros varios indianos, que venían a terminar sus días en la tierra natal. María esperó, ansiosa, la llegada del barco; mas pasaron primero los meses y después los años sin que llegara a Canarias, ni se supiera jamás cual fue su fin. Unos decían que una fuerte tormenta lo hizo naufragar; otros que un buque pirata lo había apresado, matando a la tripulación y pasajeros, y llevándose todo el oro que tan afanosamente habían adquirido los que llenos de ilusiones regresaban a la querida tierruca; pero lo cierto fue que María no supo más de Juan, y que poco a poco el sonroseo de su cara se fue convirtien­do en amarillez de muerte. Salía con frecuencia de su casa y marchaba a campo traviesa hasta llegar a la playa del Médano, que entonces carecía de viviendas; se sentaba sola y como alma en pena sobre esta roca, y se pasaba los días esperando la llegada de Juan. Acabó por olvidarse de regresar a Granadilla y por no hablar con persona alguna, llegando a decirse que se quedó muda y sólo salía de su garganta un congojoso rugido, análogo al bramar de las olas. Los pescadores le daban por lástima alguna comida, y, cada vez más triste y escuálida, con la flotante cabellera completamente blanca, acabó por desaparecer, como Juan, sin que jamás aquéllos encontrasen su cuerpo ni los harapos de su traje, por lo que unos decían que el mar, piadoso y condolido, la arrastró hasta unir sus restos a los de su amante, y otros aseguraban que un trasgo encantador la convirtió en roca, que antes no existió, y que es la actual Peña María"

sábado, 13 de julio de 2019

El Amor prohíbido de Benito Pérez Galdós

"¿Por qué si el Amor es lo contrario a la guerra es una guerra en sí?"
 Benito Pérez Galdós

Galdós es por derecho propio uno de los referentes en cuanto a la palabra escrita se refiere. Muchas de sus obras contienen nombre de mujer: Tristana, Fortunata y Jacinta, doña Perfecta y eso sin contar obras que tienen como protagonistas absolutas a mujeres como Misericordia, Miau, ... pero poco o nada en claro se nos ha puesto en relación a su trato personal con el sexo opuesto. Gran amigo de Emilia Pardo Bazán a la que iba a visitar en su cautivadora Galicia (y con la que parece tuvo una relación), de él se da la gran paradoja que era un mujeriego a la par que tímido. Antes de que fuera el gran escritor que todos conocemos, tenemos que retrotraernos a muchos años antes: Benito (bautizado como Benito María de los Dolores), el menor de diez hermanos, acababa de venir de sacarse el bachillerato de artes en el Instituto de Canarias (actual Instituto Cabrera Pinto) en San Cristóbal de la Laguna en la isla de Tenerife cuando aquel año de 1862 la volvió a ver, pero los dos ya no eran niños y el fuego de la pasión ya había prendido dentro de los dos jovenes hacía mucho tiempo.


Años antes, concretamente en 1850, llegó al hogar de la calle Cano, n.º 34 en las Palmas de la Gran Canaria, una niña preciosa de origen cubano llamada María Josefa Washington de Galdós nacida de la unión de José María Galdós, tío materno del futuro escritor, y de Adriana Tate. Todos conocían a la niña como Sisita.
Los niños crecieron y, al llegar a la adolescencia, mamá Dolores (la madre de Benito) percibió que su hijo y Sisita estaban enamorados. Tiempo estuvo en Tenerife, pero la llama de su Amor (como diría Bécquer) no sólo no disminuyó, sino que permanecía ardiente.
Doña Dolores de una forma u otra no podía tolerar las relaciones de su hijo con la prima (puede que por razón de parentesco, aunque hay que decir que las bodas entre primos hasta el Siglo XIX, sobre todo en pueblos, eran muy habituales) y decidió enviarle a Madrid para estudiar la carrera de Derecho, apartandole de su prima. La terrible decisión de su madre le causó hondo dolor a Benito "estuve algún tiempo atortolado, sin saber qué dirección tomar, bastante desanimado y triste".

Galdós hacía 1863

Galdós volvió algún verano a las Palmas en aquellos años, pudiendose encontrar con la joven, lejos de las miradas de todos. Poco podía esperar que surgiera un gran escandalo: Sisita quedó embarazada y es obligada a casarse en Cuba con un rico sesentón y así tapar la deshonra que conllevaba que fuera una madre soltera (estamos a principios de 1865). Galdós no pasa el verano de 1865 en Las Palmas, porque se enteró que Sisita ya había regresado a la isla de Cuba, pero sí vuelve en 1866 comenzando su primera novela. Mucho se ha especulado sobre si ese hijo fuera del matrimonio pudiese ser fruto de las furtivas relaciones entre Galdós y la prima.
Sisita se casó en Trinidad (Cuba) con Eduardo Duque, teniendo dos hijos falleciendo el primero (el que originó tal casamiento). Volvió a contraer nupcias, dando a luz una niña y, como consecuencia de una fiebre puerperal, el gran Amor de Galdós murió a los veintiocho años.


Es una incógnita qué rumbo hubiera tomado la vida de Galdós si se hubiera casado con Sisita. Probablemente hubiera seguido siendo timido, aunque con una vida algo menos proclive a las faldas y mucho más familiar. Cuando los periodistas Antón de Olmet y García Carrafa le preguntaron por qué no contaba algo de los amores de su juventud, Galdós respondió "ese es un aspecto de mi vida que no tiene nada de interesante. Nunca sentí la necesidad de casarme, ni yo puse empeño en ello". Así todo pareció quedar en el olvido.

sábado, 13 de mayo de 2017

Cupido y Psique

Se cuenta que habían un rey y una reina, que tenían tres hijas, una de las cuales, la menor, Psique, era de inigualable belleza hasta el punto de tener enamorados a todos los hombres del Reino. Esto despertó los celos de la Diosa del Amor y la Belleza, Afrodita, la cual mandó a su hijo Cupido a herirla con uno de sus certeros flechazos para que ella se enamorara del peor monstruo de la tierra, pero... 


Cuando se disponía a cumplir la orden de su propia madre, Cupido se pinchó accidentalmente con una de sus flechas y al instante quedó enamorado de Psique. Tan grande era el Amor que sentía por la joven que pidió ayuda a Apolo, Dios de la Luz y la Verdad (entre otras cosas) para ganarse el Amor, haciendo, ante la petición de Cupido, desaparecer de inmediato a todos sus pretendientes.
El Rey, el cual desconocía el motivo de dicha desaparición, pidió consejo al propio Apolo, quien le recomendó que la llevara a la cumbre de una montaña para que un Dios la desposara. Como no era bueno contrariar a la divinidad,  los padres cumplieron con su mandato.


Cuando Psique se quedó sola, lloró al verse desamparada, quedandose dormida. Cuando despertó, se encontró recostada sobre una alfombra de hierba fresca, en el jardín de un magnífico palacio, escuchando una suave voz que continuamente le decía que dicho Palacio era suyo y que podía disponer de todo lo que en él, había.
Sin saberlo se había convertido en la amada esposa del Dios alado Cupido, el cual la visitaría por las noches, para que Psique jamás pudiera ver su rostro porque, a diferencia de muchos Dioses, deseaba ser querido como un hombre y no como un Dios. Si alguna vez descubría quién era su amado, ambos se separarían para siempre porque ya lo dice la frase de Oro: donde hay amor no puede existir la desconfianza. Como Psique se aburría durante el día, quiso que vinieran sus hermanas a visitarla, deseandole a su desconocido esposo que pudieran ir con ella. Al ver la felicidad y la opulencia en la que vivía Psique, sus envidiosas hermanas decidieron urdir un plan para arruinarle la vida.


Apelando al hecho de que nunca había visto a su marido, sus hermanas le llenaron la cabeza a Psique la cabeza de dudas en torno a quien sería por lo que la forzaron a descubrir su rostro mientras éste dormía, llevando un cuchillo por si las dudas. Fue esa misma noche cuando Psique iluminó su semblante con una lámpara, quedando maravillada por el atractivo de Cupido, que al ver la luz se despertó, decidiendo marcharse, por no haberse respetado lo pactado. 


Psique, desesperada, pidió ayuda a los Dioses, quienes le dijeron que el perdón debía pedirselo a Afrodita, la madre de Cupido, a quien  había ofendido. La Diosa la despreció al principio, pero le dio una oportunidad: Psique tendría que pasar tres duras pruebas, dificiles, pero que las superó con ayuda de la madre naturaleza. Afrodita la acusó de hechicera; y deseando vencerla, la retó a una última prueba (la madre de todas las pruebas; la más dificul). Debería bajar al Hades y llenar un cofre con una parte de la belleza de Perséfone, Reina del Hades.
Sabiendo que eso era más que imposible, Psique decidió suicidarse arrojándose desde lo alto de una torre, pero antes de todo eso, escuchó una voz que le prometió guiarla durante su travesía. La condición era que una vez que se llenara el cofre con la belleza de Perséfone no debería abrirlo nunca. Psique hizo todo lo que le dijo la voz, pero la curiosidad la venció y la obligó a abrir el cofre. Cuando la caja se abrió, el sueño la invadió, desplomandose sobre el camino como fulminada por un rayo.
 

Un desesperado Cupido, que la había estado buscando, la encontró, pudiendo volver a encerrar el sueño en el cofre, despertando a la joven con un beso. El Dios la alzó con suavidad, levandandola en vuelo y llevándola con él hasta el monte del Olimpo, morada de los Dioses, donde Zeus, los unió en matrimonio para SIEMPRE.

martes, 24 de enero de 2017

Los amantes de Teruel

"Los amantes de Teruel están escritos en general con pasión, con fuego, con verdad"
Mariano José de Larra

Se cuenta la historia que habían dos jóvenes en Teruel, Diego de Marcilla e Isabel de Segura que se enamoraron profundamente. Tanto se querían que al poco tiempo proyectaban casarse, pero lo cierto es que Diego, a diferencia de ella, es de una familia modesta y carece de riquezas, algo que haría que el padre de ella lo rechazara. Es por eso que le dijo a su enamorada que, como su padre tan solo lo despreciaba por la falta de dinero, si ella quería esperarlo cinco años, estaría dispuesto a salir a trabajar fuera para poder ganar dinero y hacerse digno de ella y así poder casarse. La joven se lo prometió. 


Durante todo ese tiempo, Isabel logró impedir casarse, diciéndole a su padre que había hecho voto de virginidad hasta que tuviese veinte años. No obstante, los años pasaron y, ante la insistencia de su padre y viendo que el plazo convenido estaba a punto de concluir sin que Diego compareciera, terminó por creer que éste había muerto. El padre organizó la boda con un rico pretendiente, pero la sorpresa llegó cuando Diego de Marcilla, el cual no había regresado por todo tipo de contratiempos hasta ese momento, volvió. La contradicción era mutua, pues ambos seguían enamorados el uno del otro. La joven le dijo dolida por no haber sabido de él en todo este tiempo: "Quiera Dios que yo falte a mi marido. Por la pasión de Jesucristo os suplico que busquéis a otra, que de mí no hagáis cuenta, pues si a Dios no ha complacido, tampoco me complace a mí". Él dijo otra vez: "Bésame, que me muero". "No quiero" Repuso ella, ante lo que el cayó muerto. 
El día siguiente (en el que Diego iba a ser enterrado), la joven Isabel le contó a su marido lo ocurrido. "¡Oh, malvada! ¿Y por qué no lo has besado?". "Por no faltar a mi marido" contestó ella. "Ciertamente eres digna de alabanzas" dijo él. Es evidente que Isabel aún quería al fallecido, viniendole al pensamiento que por no quererlo besar, había muerto.
Esa mañana una comitiva triste y silenciosa transporta el cadáver del amante depositándolo en el templo. Cuando van a comenzar los funerales, de entre el gentío sale una mujer con la cara velada: es Isabel de Segura, la cual se acerca al cadáver del desafortunado joven. 


Destocándose, se acerca a su amado para darle el beso negado en vida, depositandolo en sus fríos labios y se desploma muriendo sobre él. La gente no da crédito. ¡La joven ha muerto! Esta historia española clásica, que mezcla realidad con ficción, entroncandose con la leyenda, es una de las más grandes jamás contadas, teniendo gran predicamento gracias a don Tirso de Molina y Juan Eugenio Hartzenbusch con su obras del mismo título "Los amantes de Teruel" y durante el Romanticismo en el Siglo XIX con Mariano José de Larra. La tradición asegura que ambos, Diego e Isabel, murieron literalmente de Amor y que por tal cosa fueron enterrados juntos, y juntos han permanecido hasta la actualidad.

domingo, 15 de noviembre de 2015

La pared de Roberto

En la cumbre del Roque de los Muchachos en la isla de la Palma existe una estructura rocosa, una vedadera pared, que ha permanecido ahí durante siglos. Existen varías historias relativamente parecidas sobre su construcción. 
Sin embargo, hay una historia sobre ella muy conocida, la cual nos fue relatada por el médico natural de los Llanos de Aridane Elías Santos Abreu en un artículo publicado en 1928, la cual le fue contada por un cabrero, el cual solía pastorear por la zona en un momento en el que él estaba descansando apoyado en la propia pared: 

"Hace ya muchisimos años, y quizá siglos, que muy cerca de Taburiente, junto al primer arroyo que desde aquí se divisa y cuyas aguas se precipitan desde gran altura al barranco, vivía en una escabrosa cueva que ya las lluvia y huracanes han reducido a escombros, una joven, que parecía una de esas vírgenes que se adoran en los altares; cuerpo cenceño, cabellera de arcángel y labios de grana. No copiaron jamas ojos algunos el azul del cielo, como lo copiaron sus hermosos ojos
Prometido de esta beldad era un apuesto mancebo, orgullo del antiguo distrito de Tijarafe. De la más distinguida familia de este distrito, nunca fue vencido en la carrera, ni en la lucha, ni con la honda jamas dejó de hacer blanco sobre el numeroso ganado extraviado en las sinuosidades de estos riscos.
En ese mismo sitio en que estamos, en aquella pequeña eminencia en donde empieza la pared, había un añoso y corpulento cedro, cuyas ramas resistian el empuje de los vendavales, y a cuyas sombras solían descansar como ahora lo hacemos nosotros, los pastores y caminantes que se arriesgan a atravesar la cumbre. Bajo este mismo cedro acudían a sus citas amorosos los felices amantes, sin cuidarse de que los temporales les sorprendieran en estas espantosas soledades, ni que la noche con su oscuridad y su niebla, pudiera estraviarles en los dificiles y accidentados senderos.
Ella partía después cantando deliciosas endechas, cuyas dulcisimas notas repetía el eco una y mil veces en las concavidades de la caldera. El partía también resuelto y animoso, orgulloso de tanta dicha, soñando solamente en el día que habían de unirse en indisoluble lazo.
Pero el diablo, que nunca duerme y que es enemigo eterno de la felicidad de las Almas y aún de los cuerpos, no pudiendo hacerse dueño de la candida muchacha, decidió impedir para siempre aquel amoroso idilio, y vea usted lo que discurrió y puso en obra: hacer esta pared empezando por lo inaccesible de este lugar y terminándola en el abismo, de manera que cuando los amantes acudieran a su cita, se encontraran interceptados por esta barrera infanqueable.
Una sola noche, una sola, bastó para empezar y terminar la obra. Noche fría, brumosa y de oscuridad impenetrable, cuyo imponente silencio interrumpía de vez en cuando la diabólica carcajada de Roberto. El joven con toda la ilusión por delante volvía a la cita ¡Pero cual sería su asombro al encontrar el antes apacible y poético rincón de su felicidad, interceptado por una enorme muralla de durisima piedra!
La sin par doncella, al otro lado, muda de espanto, apenas podía artícular palabra, y cuando llamaba a grandes voces a su prometido, solamente le respondía el eco repetido en los riscos de las vecinas crestas.
Más animoso el mancebo y ardiendo en ansías de vencer aquel insuperable obstaculo, intenta trepar hacía la altura, agarrándose con pies y manos o yendo y viniéndo de acá para allá en busca del fin de la muralla, pero todo en vano. Sus fuerzas se agotaban y flaqueaba su espiritu ante la lucha infructuosa y estéril.
De pronto se irguió como sacudido por una descarga eléctrica o por un impulso invisible que ponía aprueba su indomable valor. Dirigió su penetrante mirada al abismo, extendió sus robustos brazos hacía la pared y gritó: 
-¡Va el Alma, por pasar!
Sólo el viento y el eco respondieron a esa imprecación.
Hubo un instante de silencio y el mancebo, tomando nuevos bríos, tras una terrible blasfemía, volvió a gritar:
-¡Va el Alma y el cuerpo, por pasar!
De súbito, rojiza claridad empezó a iluminar toda la pared, de sus pequeñas grietas surgieron llamaradas que pronto se elevaron en los aires con siniestro zumbido, el viejo cedro rodó con estrépito, arrasando en su caída las rocas de su asiento; y del piso resquebrajado surgieron materiales ardiendo, de vivisimos colores, y seres infernales que danzaban y se retenían en aquella masa que, ensanchándose más y más, cayó al abismo, arrastrando en su vertiginosa caída al infeliz mancebo. 
Todo fue obra de un instante. Después el viento siguió zumbando indiferente sobre aquellas ruinas. La pared se abrió como usted ve en su parte medía, dejando un ancho espacio para pasar y no se sabe sí el mancebo llegó a hacerlo envuelto en la masa de fuego que rodó al fondo de la Caldera.
Cuando al amanecer del día siguiente pasaban por allí los pastores de Tenerra, encontraron el cádaver de la pobre niña, cubierto por la fría escarcha de la noche e iluminando su rostro por los primeros rayos del sol naciente. Cruzándose sus pequeñas manos sobre el pecho, cerraban sus hermosos ojos, y después de una breve oración, partieron con su preciosa carga para darle sepultura en la tumba de sus mayores.
No lejos del Roque de los Muchachos existía hasta hace pocos años los restos de una pequeña cruz de madera. En el mismo sitio descansa para la siempre la gentil doncella. 
Sobre las rocas que le sirvieron de lecho, empezaron a brotar al soplo de la primavera los primeros tallos del precioso pensamiento de la cumbre, cuyas primorosas flores copiaron el color azul de los ojos de la niña.
El cuerpo del mancebo está formando parte de una enorme columna basaltica en el fondo de la Caldera. Esta columna, a la que jamas se han acercado los que diariamente transitan por parajes cercanos, tiene forma de palmera cuyas ramas parecen a medio cortar.
Es fama -prosiguió el viejo- que en ciertas noches claras y despejadas veíanse de tiempo a tiempo, fugaces llamaradas y vivos chisporroteos en la palmera de piedra y sobre las rocas de la pared. No se si será verdad, pero yo así lo he oido contar a mis antepasados y puedo asegurarle a Ud. Señor que jamás pasare solo por esa maldita 'Pared de Roberto'"

martes, 22 de septiembre de 2015

Beethoven y su Amada Inmortal

Ludwig van Beethoven falleció el 26 de Marzo de 1827. Se iba uno de los grandes de la música; sin él todos los que habían disfrutado sus obras parecían huérfanos. Pero antes había dejado una carta. Ésta se halló junto al conocido como Testamento de Heiligenstadt (en el que relata a sus hermanos la desesperación por su creciente sordera y sus deseos de sobreponerse a sus achaques físicos y emocionales para completar su Gloria artística). En dicha carta hace mención a alguien a la que llamaba Amada Inmortal. 


No se sabe quien era la destinataria de esa carta, aunque han surgido múltiples teorías. No hay que obviar que el genio tuvo muchas amantes y se enamoró gran cantidad de veces, aunque puede que por su sordera o su bajo estatus social no se casó y es que Beethoven sufrió mal de amores alguna que otra vez siendo rechazado por mujeres que formaban parte de la alta sociedad de esos años. Se llegó a decir que la carta fue escrita en 1812 cuando el compositor se encontraba en el balneario de Teplitz (donde se encontró con el maestro Goethe), no obstante, Beethoven pareció llevarse el secreto sobre la identidad de ese Amor Inmortal. 
Por otra parte, llamenme iluso, creo que esta carta iba dirigida a algo más grande que a una simple persona, algo que no abandonó a Beethoven cuando muchos lo hacían aún en los peores años de su sordera y carácter; aquello que nunca abandono a Beethoven y al que genio dio toda su vida: la Amada Inmortal de Beethoven era la música. 

domingo, 11 de mayo de 2014

El Amor es ciego

Cuentan que una vez, se reunieron en medio de un campo todos los sentimientos y cualidades del hombre. Cuando el aburrimiento había bostezado por enésima vez, la locura les propuso  jugar al escondite.


La intriga levantó la ceja y la curiosidad, sin poder mantenerse preguntó ¿al escondite? el entusiasmo danzó, seguido de la euforia, la alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda y a la apatía, que nunca se interesaban por nada. La primera que se la llevaba era la locura que comenzó a contar. A partir de ahí todos buscaron donde esconderse: la pereza, se escondió en el primer sitio que encontró, la fe subió al cielo y la envidia se escondió detrás de la sombra del triunfo, que por propio esfuerzo había conseguido llegar a la copa más alta del árbol.
La generosidad casi no logra esconderse, porque cada lugar que encontraba le parecía bueno, para alguno de sus amigos, si era un lago cristalino, ideal para la belleza, si era la copa del árbol perfecta para la timidez, si era una ráfaga de viento, magnífica para la libertad.
Así que terminó escondiéndose en un rayo de sol, el egoísmo, por otro lado, encontró un lugar bueno desde el principio, ventilado cómodo pero sólo para él, la mentira se escondió detrás del arco iris y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes.
Cuando la locura terminaba de contar el Amor todavía no había encontrado un lugar para esconderse,  pues todos estaban ya ocupados, hasta que encontró un rosal y cariñosamente decidió esconderse entre sus flores. Una vez concluida la cuenta, la locura comenzó la búsqueda. La primera en aparecer fue la pereza apenas a tres pasos de una piedra.
Sintió vibrar a la pasión y al deseo en los volcanes, en un descuido encontró a la envidia y claro pudo deducir donde estaba el triunfo, al egoísmo no tuvo que buscarlo. el solo salió disparado de su escondite que era en verdad  un nido de avispas. De tanto caminar la locura sintió sed y al aproximarse a un lago descubrió a la belleza.
La duda fue más fácil de encontrar, ya que estaba sentada sobre un cerro sin decidir dónde esconderse y así iba encontrándolos a todos, al talento entre la hierba fresca, a la angustia en una cueva oscura, pero el Amor no aparecía por ningún lugar. La locura lo busco detrás de cada árbol, debajo de cada roca del planeta y encima de las montañas.
Cuando estaba a punto de darse por vencida, encontró un rosal y comenzó a mover sus ramas con energía, entonces escuchó un grito doloroso. Era el amor al que había herido en los ojos con las espinas del rosal. La locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rezó, imploró, pidió perdón y prometió ser su guía para siempre. Es por eso que desde entonces el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.

Historia muy popular, que intenta ejemplificar mediante la personalización de los diferentes sentimientos las cualidades propias del hombre y el motivo por el que el Amor es considerado como una fuerza ciega, dejándose guiar por la locura en lugar de la razón.

viernes, 14 de febrero de 2014

Un Amor para toda la vida

Moisés Mendelssohn, el abuelo del conocido compositor alemán, no se caracterizaba por ser guapo y apuesto. Además de ser bajo de estatura, tenia una grotesca joroba, que lo afeaba considerablemente.


Un buen día visito a un mercader de Hamburgo que tenía una hermosa hija llamada Fromet. Moisés se enamoró hasta las trancas de la joven, pero a ella lo rechazaba por su apariencia deforme. Cuando llego el momento de su partida, Moisés hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta el cuarto de ella y así poder hablar con ella, aunque fuera la última vez. La última vez que contemplaba su belleza. 
A Moisés le entristecía profundamente su negativa a mirarlo. Es por eso que, tras varios intentos de conversar con ella, le pregunto a la joven:

-¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo?

- Si- respondió ella, sin apartar la mirada del suelo. -¿Y usted?

- Claro que lo creo -contestó. -Verás: En el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor le anuncia con que niña se va a casar. Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa.  En ese momento el Señor me dijo: "Pero tu esposa será jorobada".  Justo en ese momento exclamé: -"Oh, Señor, una mujer jorobada seria una tragedia, dame a mi la joroba y permite que ella sea hermosa".

Entonces Fromet levantó por primera vez para contemplar los ojos de Moisés, apreciando su belleza interior y un hermoso recuerdo la conmovió. Ya no veía al jorobado que hasta ese momento, despreciaba, veía a un hombre tierno, que más allá de su deficiencia, tenía un corazón de oro dispuesto a dar Amor. La joven alargo su mano y se la dio a Moisés. Ese día dos almas se encontraron. Un tiempo después, la joven se convirtió en su amada esposa. Y es que el Amor no tiene barreras cuando sale a la luz. Un Amor para toda la vida.

Quien lo probo lo sabe

Hoy es el día de San Valentín, una excusa más de los centros comerciales para decirnos que tenemos que regalarle algo a esa persona tan especial. Una visión del Amor que convierte un sentimiento tan hermoso en algo puramente comercial. ¿Acaso los demás días no están para demostrar el Amor? ¿Por que el catorce y no los demás días?


El Amor no es nada de lo que se nos vende en la actualidad. El Amor es sufrir. Es alegría. Es pasión. Es todo un cumulo de cosas que te hace entrar en contradicción contigo mismo. Un sentimiento tan universal, que el mismo Fénix de los Ingenios, Lope de Vega, supo mostrarnos en un celebre soneto, que ha pasado a la posteridad como Definición de Amor y es que, es verdad, en unos pocos versos, Don Félix supo explicar lo que es este sentimiento que han tenido la suerte de experimentar millones de personas a lo largo de la historia:
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
Un sentimiento tan bello como el Amor con sus contradicciones, que el mismo Lope experimento y supo alabar en estos maravillosos versos. Por eso cuando les pregunten qué es el Amor, no hay nada como terminar con esta frase tajante, pero esplendida que resume lo que es el Amor: Quién lo probó lo sabe.

martes, 16 de julio de 2013

Amores más allá del cine

Han habido diversos actores cuyo amor ha trascendido la gran pantalla hasta el punto de ser amores inmortales y que, a pesar de las dificultades, han pervivido en la memoria de aquellos que han seguido sus carreras.
A continuación, les pongo una lista de los que, en mi opinión, son los ejemplos más clarificadores de Amores entre actores de cine.

Amores del cine 
Spencer Tracy y Katharine Hepburn
Esta no fue una pareja al uso. Tracy estaba casado y estuvo casado hasta su muerte. Él era de origen irlandés católico y nunca quiso divorciarse de su mujer y, a pesar de que era 'Vox Populi', su historia romántica con Katharine Hepburn que siempre acepto de buen grande ser "la otra" duro hasta la muerte de él. Se conocieron en 1942 cuando rodaban la comedia "La Mujer del Año" y, desde ese momento, iniciaron su relación.

 
Tracy no fue un hombre dificil y su idilio estuvo siempre lleno de altibajos. Él era diabético y además bebedor, aparte de tener un carácter complicado y fueron muchas sus discusiones, aunque al final acababan arreglandose.


Para la memoria quedan dos películas de entre las muchas que rodaron juntos (nueve en total): la popular "La Costilla de Adán" con la guerra de sexos por bandera y la última con Tracy vivo, "Adivina quien viene esta noche" donde interpretan a un matrimonio cuya hija se va a casar con un hombre negro. Aparentemente es una comedia, aunque hay mucho de drama sobre todo en base a la discriminación racial muy frecuente en aquellos años.

 
Tracy no llegaría a ver el final de la película debido a que murió dos semanas después del rodaje por un ataque al corazón, según cuentan en brazos de la Hepburn. Ella diría que nunca pudo ver esa película porque le recordaba los últimos momentos con Spencer, su gran amor. Cabe destacar que no fue a su funeral por respeto a la que efectivamente era su mujer.
Douglas Fairbanks y Mary Pickford
Él era un actor imponente fisicamente, capaz de las mayores proezas, mientras ella era una mujer jovial y alegre a lq eu habían comenzado a apodar como "la novía de América". El matrimonio de Douglas y Mary Pickford podemos decir que fue el primer matrimonio mediatico de la historia del cine.


Ambos estaban casados cuando se conocieron y durante poco tiempo fueron amantes. De hecho, ya tenían una intensa relación cuando junto a D. W. Griffith y Charlie Chaplin fundaron la United Artist en 1919. Un año después, tras separarse, con el consecuente escandalo (Douglas tenía además un hijo al cual conoceriamos Douglas Fairbanks Jr., que, por cierto, fue el primer marido de Joan Crawford ) acabaron casandose.


Fueron los mejores años de los dos: Fairbanks era requerido para películas de corte aventurero tales como "La Marca del Zorro", "Robin de los Bosques" o "El Ladrón de Bagdad", mientras Pickford rodaba muchas veces temas de carácter victoriano con obras como "Por la Puerta de Servicio", "El Pequeño Lord" y "Tess en el País de las Tempestades". Douglas y Mary rodaron sólo una película juntos: "La Fierecilla Domada" en 1929. Ese mismo año, fue la primera edición de los Oscars, cuyo presentador fue precisamente Douglas.


El matrimonio duró hasta 1936 después de un largo e intenso desmoronamiento que no sólo tenía que ver con la carrera de ambos (Mary vio como perdió el favor del público), sino con temas relacionados con la salud tales como los problemas mentales de Mary (acrecentados por la muerte de su madre) y el cáncer de Douglas, que lo lastró fisicamente hasta su muerte tres años después de la separación de su querida Mary.
Clark Gable y Carole Lombard
Cuentan que con el fallecimiento de Carole en un accidente de aviación, Clark Gable nunca fue el mismo. Era la mujer de su vida, algo que le debio costar encontrar puesto que ya se había casado dos veces. Ambos eran dos estrellas rutilantes del cine.


Gable, con ese aire cínico que tenía, y Lombard, convertida en la reina de la comedia en Hollywood, formaron un matrimonio que era requerido por la prensa de la sociedad de entonces. Se casaron en 1939, aunque ya se conocían de antes: amos coincidieron en el reparo de "Casada por Azar" y desde ese momento pareció que surgió la chispa. Ella estaba casada con el reconocido actor William Powell, del que se separó en 1933, aunque no se casó con Gable hasta el mencionado 1939. Powell y ella, a pesar de la separación, conservaron una buena amistad, llegando a rodar juntos la película "Al Servicio de las Damas".


Gable amaba profundamente a su mujer y parece que hizo todo lo posible para que le dieran el papel de Escarlata O'Hara en "Lo que el Viento se Llevó", papel que finalmente le dieron a Vivien Leigh, entre muchas candidatas.


1942 fue cuando ocurrió la tragedia areonautica (cuando regresaba a casa después a dar sus apoyos para la compra de bonos de guerra). Gable profundamente afectado por la pérdida de su gran Amor, decidió ingresar en las fuerzas aéreas y combatir en la Segunda Guerra Mundial. Quitando un par de casos reconocidos por todos ("Mogambo" y Vidas Rebeldes"), las películas en las que intervinó hasta su muerte fueron mediocres, aparte de casarse dos casarse dos veces. Tras fallecer de cancer, se reuniría con su Gran Amor.
Laurence Olivier y Vivien Leigh
Cuando ambos se conocieron, estaban casados. Ella lo conoció cuando Olivier realizaba sus famosas adaptaciones Shakespearianas y enseguida se enamoraron. La carrera de Vivien en buena medida estuvo muy vinculada a la de él.


Tras divorciarse en 1940, se casaron ese mismo año. Leigh ya era ampliamente conocida debido a su papel de Escarlata O'Hara en "lo que el Viento se Llevó" y Olivier había pasado del teatro a la gran pantalla con películas como "Cumbres Borrascosas". Pero en esa época Olivier se llevo una pequeña decepción. Ese año Hitchcock lo había propuesto para hacer de Maxim de Winter en la película "Rebeca" basada en el libro de mismo nombre. Para la protagonista, Olivier quería que su esposa hiciera de la nueva señora de Winter, deseos que no se tuvieron en cuenta, prefiriéndose a Joan Fontaine. Cuentan que Olivier estaba tan fastidiado por tal decisión que durante todo el rodaje trato con desden a la propia Joan.

 
No obstante, la mayoría de actuaciones de cualquiera de los dos, era un éxito rotundo. A destacar "Un Tranvía llamado Deseo" con Leigh haciendo de Blanche DuBois y un jovencisimo Marlon Brando. Por otra parte, Olivier compagino tanto teatro (donde también actuaria con su mujer) como cine, destacando a tal nivel con las obras de Shakespeare y en el cine con películas como "Espartaco" dando vida al archienemigo del protagonista, el Cónsul Craso. No obstante, las tormentosas relaciones entre los dos, hicieron que se separaran en 1960.


Vivien Leigh fallecería en 1967, tras detectarsele una tuberculosis, ya tratada hace unos años. Su entonces pareja sentimental, John Merivale, fue quien rápidamente llamó a Laurence Olivier. Cuentan las crónicas de la época que el propio Olivier era el más afectado de los presentes, pidiendole perdón (al menos de forma postuma) por todo el mal que le había hecho. Veinte años de matrimonio dieron para mucho.
Humphrey Bogart y Lauren Bacall
Supuso todo un escandalo en Hollywood. Humphrey Bogart, ya divorciado, de 46 años, se casaba con Lauren Bacall, una "niña" de apenás 21. Ambos se conocieron en el debut cinematografico de ella, "Tener y no Tener", una de las grandes películas de cine negro donde Bacall a pesar de su inexperencia, mostro una altura que encandiló al mismísimo Bogart. 

 
Juntos participaron en otras películas de gran éxito, donde podíamos ver una espectacular compenetración en la pareja: "El sueño eterno", "La senda tenebrosa", y "Cayo Largo". La química Bogart-Bacall era brutal.

 
A pesar de la diferencia de edad se convirtió en una de las parejas más admiradas y consolidadas de Hollywood con un matrimonio feliz que duró hasta la muerte de él en 1957. Hasta ella acompaño a su marido a África para rodar la monumental obra de John  Huston "La Reina de África", que también protagonizaba Katharine Hepburn.


Tuvieron dos hijos: Stephen y Leslie. Sin embargo, una pareja tan solida, vió como un matrimonio modelo, ponía fin debido al cáncer de Bogart. En el mencionado 1957, moría uno de los grandes actores de la historia. Se acababa uno de los matrimonios más famosos de Hollywood.
Paul Newman y Joanne Woodward
Decía Otto Preminger, cineasta que dirigió a Newman en "Éxodo" que Paul era un caso extraño dentro de la profesión puesto que estaba enamorado de su mujer. De ella se enamoró perdidamente en el rodaje de "El Largo y Calido Verano", aunque lo de ella no fue al instante. Se casaron en 1958 después de que él se separara. 


El matrimonio entre Paul y Joanne fue uno de ls más solidos del cine con una compenetración tremenda. Los dos participaron juntos en hasta 15 producciones, algunas de las cuales eran protagonizadas por ambos y otras eran incluso dirigidas por Paul. 


Joanne que antes de casarse con Newman había ganado un Oscar (por "Las Tres Caras de Eva") vió como la figura de su marido se engrandecía más, aunque éste no ganó un Oscar hasta los años 80 con "El Rey del Juego". 


Paul y Joan tuvieron tres hijos, que se unieron a los tres que tenía Paul de su matrimonio anterior. Newman falleció en 2008, siendo uno de los más reconocidos actores de su tiempo y formando junto a Joan uno de los matrimonios más queridos de Hollywood.
Richard Burton y Elizabeth Taylor
Se conocieron rodando "Cleopatra". "Liz" Taylor interpretaba a la Reina de Egipto y él a Marco Antonio y desde que se vieron, se enamoraron. Ella estaba casada con Eddie Fisher, el cual había abandonado a su mujer Debbie Reybold, amiga precisamente de ella, por la que se la acuso desde la prensa rosa de ser una "robamaridos".

 
No ayudo en nada que se separara de Fisher (por el que curiosamente se había convertido al judaísmo) por Burton que también estaba casado, por lo que volvió a ser "acusada" de "robamaridos".

 
Su relación fue bastante tormentosa debido a la afición a la bebida de Burton, algo a lo que parece ser se aficiono la propia Taylor debido a la influencia de su marido. Ella adoptó a la cuarta hija de él. Burton la agasajó con joyas, como la Perla Peregrina, que antaño perteneció a Felipe II. 

 
Se separaron hasta dos veces, siendo el ultimo y definitivo el del año 1976. Una de sus películas más recordadas es  "¿Quién ,mató a Virginia Woolf?", donde podemos ver a un matrimonio autodestrutivo en el que muchos han querido ver un espejo en la realidad del matrimonio entre Burton y Taylor.
Jack Nicholson y Anjelica Huston
Era una pareja curiosa la de Jack y Anjelica. Él ya había estado casado una vez para separarse 4 años después (con Sandra Knight, coprotagonista en "El Terror" con quien tuvo una hija), mientras Anjelica, a pesar de ser hija de uno de los grandes cineastas de la historia (John Huston) no era más que una modelo, intentando ganarse un puesto en el mundillo de la moda. Ya estaban juntos cuando precisamente Nicholson rodó la fenomenal "Chinatown" donde uno de los protagonistas era John Huston, aunque no el director, puesto que éste era Roman Polanski. Por cierto, Jack tenía (y tiene) 14 años más que Anjelica.


Su relación con Jack estuvo muy llena de altibajos y todo por un hombre que tuvo muchas y consideradas amantes, pero que siempre volvía a ella. Y todo, mientras ella conseguía pequeños roles en películas. Una de ellas el remake de "El Cartero siempre llama Dos Veces" precisamente protagonizada por Jack (junto a Jessica Lange).


Pero ninguna como su interpretación en "El Honor de los Prizzi" (dirigida por su padre y junto a Jack) por la que ganó el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto. Es precisamente cuando Anjelica estaba empezando a ganarse el favor de la critica, cuando ella y Jack se dejaron precisamente por las infidelidades del propio Nicholson, el cual en más de una ocasión reconoció que Anjelica fue la mujer de su vida.


Años después, en en 1995 se reencontraron con en "Cruzando la oscuridad", donde interpretan a una pareja divorciada cuya hija ha muerto atropellada por un conductor ebrio. A pesar de todo y de los años transcurridos, han seguido conservando una sincera amistad. 
Robert Taylor y Barbara Stanwyck
Ambos se conocieron en " La Esposa de su Hermano" y "La Contraseña" en una época convulsa para ella. Barbara estaba teniendo un divorcio complicado debido al hijo que había adoptado con su marido, el también actor Frank Fay en una batalla legal que fue la comidilla de una parte de Hollywood. Robert, que acababa de rodar "La Dama de las Camelias" junto a la Divina Greta Garbo (ni más, ni menos) fue como una balsa de aceite en medio del ruido.


Se casaron en 1939, pero lo que parecía ser un idilio de película se convirtió con los años en otro infierno personal para ella. No es que no la quisiera; el problema es que ellas le querían a él y a Taylor, un galan de aquellos de antes, tampoco es que le hiciera ascos a la cosa. Y todo en una época donde Robert había entrado en la marina de los Estados Unidos con el rango de Teniente como instructor de vuelo, entre 1943 a 1945.


Las "otras" en cuestión fueron Lana Turner y una jovencisima Ava Gardner. Fue tanto el dolor que Barbara intentó suicidarse, algo que contrastaba con el éxito profesional de ella con películas del calibre de "Juan Nadie", "Bola de Fuego" y muy especialmente "Perdición".


Robert Taylor volvió a triunfar después de varios años con "Quo vadis", rodada en 1950, en la que interpretó el papel de Marco Vinicio, convirtiendose en el mayor éxito de taquilla de su tiempo. Precisamente, en 1951, tras estrenar la película, su matrimonio con Barbara terminó en divorcio después de que saliera a la luz una relación con una estrella italiana en Roma donde se rodó la película. 12 años de matrimonio entre infidelidades, celos, ausencias y puede que algo de Amor (aunque fuera un poco).
Brad Pitt y Angelina Jolie
Ha sido el último matrimonio importante entre actores y, al igual que casi todos los anteriores, no acabó muy bien. Ambos ya eran dos grandes estrellas cuando se conocieron en el rodaje de "Sr. y Sra. Smith" y desde el primer momento se acusó a Jolie de ser la "otra" en el matrimonio entre Brad y Jennifer Aniston, cosa que ella siempre ha negado, basandose en lo mucho que sufrió por la infidelidad de su padre a su madre, que también fue un matrimonio de actores (John Voigt y Marcheline Bertrand).


Fuera cierto o no, es verdad que se convirtió en uno de los matrimonios aparentemente más solidos del panoramo Hollywoodiense. Ya eran unos actores consagrados, por lo que nadie los iba a descubrir a esas alturas. Ella, aparte de rodar películas generalmente de acción (recordemos a su Lara Croft), es Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR, mientras Brad, por su parte, ha rodado películas de todo tipo, entre las que podemos contar a "Seven", "Leyendas de Pasión" y "Doce Monos" entre muchas otras.


Entre hijos adoptivos y naturales tienen 6 hijos, pero no todos fueron buenas noticias. Jolie se sometió a una doble mastectomía preventiva, tras descubrir que tenía un gen defectuoso, responsable del desarrollo de cáncer de mama y ovario (la madre de ella precisamente murió por cáncer de ovario). Eso aparentemente debería haber reforzado el matrimonio Jolie-Pitt, pero no fue así.


La separación fue una sorpresa, aunque parece que no tanto. La demanda interpuesta por ella adujó "diferencias irreconciliables", pero no era más que una tapadera. Según parece, Brad ejercía violencia sobre sus hijos. Por otra parte, otros medios aseguran que Pitt, a menudo, fumaba marihuana y "se volvía violento", agrediendo a sus hijos. No son más que rumores, nunca confirmados. Fin a once años de relación con sólo dos de matrimonio.

lunes, 27 de mayo de 2013

¿Dónde vas, triste de ti?

Alfonso estaba meditabundo. Llevaba varios días sin dormir bien. Y no eran precisamente las cuestiones de Estado la que le quitaban el sueño. Apenas había ojeado los papeles que le había dejado Cánovas para que los firmara. 
-¿Se encuentra bien Majestad? -Le pregunto el político.
-Bien Cánovas, sólo estoy un poco cansado -Respondió Alfonso.
-Debería comer y dormir más - le respondió Cánovas.
Y es que apenas había pasado un mes. Un mes que al le parecía una eternidad. Toda una vida. Se levanto del asiento y se detuvo frente al retrato de ella. Estaba tan Maravillosa como siempre. Sólo verla le hacía morir de amor, primero, y de tristeza, por último, tras la amarga perdida. Parecía que había pasado un mundo desde que la había visto por primera vez. Parecía un ángel salido del cielo, un ángel al que el debía proteger y querer más que a su propia vida. Ni la oposición de su madre le hubieran hecho cambiar de idea. El quería a Mercedes, estar en su presencia, oler su perfume, oír de su boca su melodiosa voz.

 
La vuelta a España no hizo más que acelerar todo. Mercedes no sólo sería la Reina de España, sino la de su corazón. El día en que se casaron fue el más feliz de su vida. Que maravillosa estaba vestida de novia. La novia más bonita de España, se decía el. Los ojos de un enamorado, contemplando a su ya maravillosa esposa.
Sólo un mes había pasado. Un mes desde la tragedia. Un mes desde su muerte. ¿Es que no me puedo recuperar? ¿Es que no podre casarme con otra mujer? "Pero es que era tan bella y tan maravillosa" se decía él.



Cánovas, que estaba recogiendo sus cosas, le recomendo que saliera a la plaza que eso le ayudaría a despejarse. "No puede estar encerrado en Palacio todo el día" le dijo. Y así.
Mientras paseaba por la plaza, el meditabundo Rey de España, Alfonso XII, oyó a unos niños que cantaban:

De los árboles frutales
me gusta el melocotón
Y de los reyes de España
Alfonsito de Borbón

¿Dónde vas, Alfonso XII,
dónde vas triste de tí?
Voy en busca de Mercedes
que ayer tarde*1 no la ví.

¿Dónde vas, Alfonso XII,
dónde vas triste de tí?
Voy a buscar de Mercedes
que ayer tarde no la ví.

Si Mercedes ya está muerta
muerta está, que yo la ví,
cuatro duques la llevaban
por las calles de Madrid.

Su carita era de rosa,
sus manitas de marfil,
y el velo que la cubría
era un rico carmesí,

los zapatos que llevaba
eran de rico charol,
regalados por Alfonso
el día que se casó.

Los faroles del palacio
no nos quieren alumbrar,
porque se ha muerto Mercedes
y luto quieren guardar.

Llora, llora Alfonso XII
y no dejes de llorar,
que reina como Mercedes,
no volvieras a casar.

Nunca una copla había definido tan bien el pesar de una persona. La tristeza de un Rey que había perdido al Amor más grande de su vida.

Alfonso XII y María de las Mercedes