Ludwig van Beethoven falleció el 26 de Marzo de 1827. Se iba uno de los grandes de la música; sin él todos los que habían disfrutado sus obras parecían huérfanos. Pero antes había dejado una carta. Ésta se halló junto al conocido como Testamento de Heiligenstadt (en el que relata a sus hermanos la desesperación por su creciente sordera y sus deseos de sobreponerse a sus achaques físicos y emocionales para completar su Gloria artística). En dicha carta hace mención a alguien a la que llamaba Amada Inmortal.
No se sabe quien era la destinataria de esa carta, aunque han surgido múltiples teorías. No hay que obviar que el genio tuvo muchas amantes y se enamoró gran cantidad de veces, aunque puede que por su sordera o su bajo estatus social no se casó y es que Beethoven sufrió mal de amores alguna que otra vez siendo rechazado por mujeres que formaban parte de la alta sociedad de esos años. Se llegó a decir que la carta fue escrita en 1812 cuando el compositor se encontraba en el balneario de Teplitz (donde se encontró con el maestro Goethe), no obstante, Beethoven pareció llevarse el secreto sobre la identidad de ese Amor Inmortal.
Por otra parte, llamenme iluso, creo que esta carta iba dirigida a algo más grande que a una simple persona, algo que no abandonó a Beethoven cuando muchos lo hacían aún en los peores años de su sordera y carácter; aquello que nunca abandono a Beethoven y al que genio dio toda su vida: la Amada Inmortal de Beethoven era la música.
No hay comentarios:
Publicar un comentario