Me parece bien que salgan empresarios, grandes y pequeños, a hablarnos de lo malo que resultaría la independencia para la economía; que los sentimientos y las emociones irracionales no dan de comer. Sin embargo ¿Dónde estaban estos señores cuando el nacionalismo ha actuado a sus anchas en Cataluña? ¿Por qué han estado callados durante tanto tiempo? ¿Acaso eran de los que pagaban una cuota al nacionalismo para que su empresa no tuviera problemas en Cataluña?
Lamentable que ahora cuando ven peligrar sus negocietes, esos señores que se presentan muy dignos (¡Ahora!) en televisiones y otros medios para hablar de la maldad económica que representaria la independencia, se mantuvieran callados durante todo este tiempo. Los catalanes tienen esa famosa frase de "la pela es la pela" y efectivamente cuando estos señores, que han apoyado de forma directa o indirectamente al nacionalismo, han visto peligrar su dinero, es cuando han salido a decir lo que se sabía desde hace más de 30 años.
Salvo casos excepcionales, que no voy a citar, estos señores, estos empresarios, han hecho que el nacionalismo, mediante su connivencia, haya pululado a sus anchas, algo que también podemos decir de los diferentes Gobiernos de España durante toda esta etapa democrática. Ahora vemos que aparecen señores de todo tipo, incluidos los banqueros, diciendonos lo que sabíamos y no se atrevían a decir en algún caso por miedo y en muchos por intereses, que incluían alguna triquiñuela no muy legal relacionada con la financiación de cierto partido durante el mandato de un señor que iba mucho por Suiza. Esos señores que salen ahora son unos hipócritas que sólo han salido cuando le han visto las orejas al lobo o, lo que es lo mismo, les han tocado donde más les duele: el dinero.
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