"Un viaje cuyo objetivo era no cabrear a los Castro" así podríamos definir la visita del Papa a Cuba. Una visita en la que no ha hablado para nada de derechos humanos, ni Libertad y mucho de diálogo y negociación. ¿Se puede hablar con un régimen asesino? ¿Es lícito que el Papa se reúna con un señor (Fidel Castro), que se muestra orgulloso de las "grandes" cosas que a hecho y no lo haga con los represaliados?
Lamentable que el Papa hablé de que visitó Cuba desde un punto de vista pastoral, cuando hay infinidad de personas encarceladas por sus ideas. Para colmo, los indultos prometidos por la visita fueron para personas encarceladas por delitos comunes. Lo que hizo el Papa sería equivalente a la suposición de que Jesucristo no hubiese echado en cara a los fariseos y autoridades de su tiempo las injusticias y corruptelas cometidas. No sólo Jesús denunció las miserias de algunos personajes, sino que fue condenado a muerte por ello.
La Iglesia no puede ser equidistante, ni girar la cabeza frente a los crímenes, ni las injusticias. El Papa se quedó literalmente callado y no quiso saber nada de nada de lo que allí pasa. La Iglesia debe denunciar a aquellos a los que les importa un bledo las personas; no se puede tolerar que el sucesor de Pedro calle ante los criminales; los enemigos de la raza humana.
PD: A todas estas y a pesar de mis aparentemente duros comentarios, sigo y seguiré siendo fiel a todos y cada uno de los Papas como creyente que soy. Sin embargo, como dijo un hombre sabio, la Iglesia al ser dirigida por hombres, es tan imperfecta como cualquier otra Institución.
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