sábado, 19 de junio de 2021

Sólo el mar es igual...

Quizás (y es mucho decir) es una de las canciones más personales de Pedro Guerra, pero que nos atañe a todos. Y es que todo cambia: las formas de las casas, todo mengua... excepto una cosa: el mar profundo y azul. 


Para los canarios, isleños o gente de costa tiene un especial significado el mar como algo extraordinario y no es por casualidad que para quienes no viven habitualmente en un sitio costero, se queden anonadados con la grandeza de algo que siempre es igual: el mar profundo y azul. 

Escocia e Inglaterra a cero

La Asociación de fútbol inglesa (the Football association, FA) había sido fundada en 1863 en la  Freemason's Tavern en la Great Queen Street, poniendo las bases sobre lo que sería el fútbol moderno y teniendo una gran influencia los primeros años al ser la primera federación o asociación reconocida. Ya desde el primer momento cuando no existía el profesionalismo y, por lo tanto, no existían las competiciones de todos contra todos (las Ligas), se barajó la posibilidad de que los jugadores de un mismo país disputarán partidos contra jugadores de otro país. 


Por supuesto, los primeros fueron en las Islas Británicas entre ingleses y escoceses, pero no han sido reconocidos por la FIFA,  organización creada muy a posteriori, debido a que en realidad con los escoceses jugaron ingleses con conexiones estudiantiles o laborales con Escocia. Se jugaron entre 1870 y 1872 y sus resultados fueron tres victorias para Inglaterra (1-0, 2-1 y 1-0) y un empate (1-1). Cabe decir que las reglas del football eran relativamente distintas a las actuales e incluso los onces, llegando a alinearse hasta 5 ó 6 delanteros.
El partido oficial reconocido por la FIFA tuvo lugar el 30 de Noviembre de 1872, día de San Andrés, patrón de Escocia, entre el combinado inglés y enteramente escocés, formado por futbolistas que jugaban en Escocia, concretamente todos eran del Queen's park Football Club de Glasgow, un equipo que hasta 2019 era amateur y cuyo lema es Ludere Causa Ludendi, que en latín significa "el juego por el juego mismo".  La convocatoria inglesa por su parte llamó a futbolistas de hasta 9 clubs y asociaciones, incluida la Universidad de Oxford.


El encuentro se disputó en un campo de Escocia con una promoción relativamente importante, siendo observar por unas 4.000 personas. En un campo en mal estado por la lluvia de días previos, los escoceses llevaron el peso del partido, ya que se conocían por ser jugadores de un mismo club, algo que contrarestaron los ingleses debido a su compañerismo. Cuentan las crónicas que la deportividad y amabilidad entre jugadores fue ejemplar y que a pesar del 0-0 final, el partido fue ultraofensivo. En los últimos minutos, Escocia casi anota con un disparo de Robert Leckie, pero éste se estrelló contra la cinta que se hallaba entre los 2 postes con el objetivo de representar el poste horizontal. Así fue el primer partido internacional reconocido.
La Football League, la Liga inglesa, la primera competición de todos contra todos de la historia, no tendría lugar hasta 1888, siendo sustituida por la actual Premier League.

El burro flautista... por casualidad

Cuentan que había un dirigente político que era un absoluto incompetente y así lo veían los ciudadanos. Lo lamentable es que dicho sujeto cuando hacía algo bien por las casualidades del destino (que tenían más que ver con el rumbo de los tiempos que con su sapiencia, precisamente) tenía la costumbre de jactarse de ello como si fuera un genio.


Ahí es donde entra el fabulista ilustrado,  don Tomas de Iriarte, nacido el año 1750 en Puerto de la Cruz de la Orotava en la isla de Tenerife (para saber más... ). Iriarte, siendo consiente de la caradura del sujeto, escribió una fábula que lo retrató muy bien y que nos es conocida como la del burro flautista, que se creía saber tocar una flauta cuando lo cierto es que todo fue una simple casualidad. Es extraordinaria.

Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.

Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.

Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.

Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.

En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.

«iOh!», dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!
¡y dirán que es mala
la música asnal!»

Sin regla del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.

sábado, 12 de junio de 2021

Los Oscars Honoríficos

Los Oscars Honoríficos datan precisamente de la primera edición de los Premios de la Academia donde se buscaba premiar circunstacias partículares, las cuales no eran recompensadas de forma concreta. Inicialmente, eran premios anexos a la galas oficiales y sus primeros ganadores fueron "El Cantor de Jazz" debido a "cuyo sonido representa una gran revolución dentro de la industria cinematográfica" Y Chaplin por "su versatilidad al producir, escribir, dirigir y actuar en El Circo".
 

Desde aquellos lejanos años 20 lo han ganado infinidad de actores, cineastas, directores y productores (lista-wikipedia) que los han merecido, aunque en algunos casos merecieron conseguir premios como actores, directores y demás. Un ejemplo: Cary Grant, que no ganó ningún premio como actor, consiguió un Honorífico en 1969. Después hay casos curiosos como Henry Fonda, que consiguió el Honorífico un año antes de conseguir su único Oscar a Mejor Actor Principal por "En el Estanque Dorado" (premio que recogió su hija Jane, ya que estaba muy enfermo. Falleció poco después) o Ennio Morricone, que fue premiado con un Honorífico en 2006 y tas 10 años obtuvó su único Oscar a la Mejor Banda Sonora (después de varías nominaciones) por la música de "Los Odiosos Ocho" de Tarantino. En este caso, se demuestra que la vejez no implica no contribuir a la profesión que tanto amas.
También lo han conseguido cineastas no estadounidenses como Kurosawa o Godard e incluso productoras como 20th Century Fox o empresas como Technicolor Company. Un caso triste fue el del cineasta Elia Kazan, que no fue aplaudido por una buena parte de la profesión debido a su papel en la Caza de Brujas.

La extraña leyenda del doctor Velasco y su hija

El 23 de Octubre de 1882 fallecía el doctor Velasco cuando apenás le quedaban 2 días para cumplir 68 años. El señor don Pedro González de Velasco, natural de Valseca de Boones en Segovia, fue una de la grandes personalidades de su tiempo. 


De una familia muy humilde (eran labradores de profesión) se mudó a la Villa de Madrid cuando fallecieron sus padres, pasando a servir en casa de varias familias pudientes, combinando el trabajo con un intenso estudio sobre la que sería su vida: la anatomía y la forma de conservar los cuerpos para la enseñanza. El trabajo duro hizo que ejerciera como practicante y después, como cirujano, siendo catedrático de operaciones en la Facultad de Medicina y con un puesto como doctor en el Hospital Clínico San Carlos. El doctor Velasco, persona muy respetada, es el claro ejemplo de un hombre que supo labrarse un futuro. 
El dinero que ganó lo dedicó a viajar por el mundo, encontrando una serie de muestras que llegaron a convertirse en una auténtica colección de piezas de antropología y etnografía para la que mandó construir un palacete junto al Retiro. Proyectado por el arquitecto madrileño don Francisco de Cubas en 1873,  se convirtió, a la par, en residencia del doctor Velasco y museo. Velasco es reconocido por ser el fundador del Museo Nacional de Antropología en 1875.
El propio Alfonso XII inaugura la casa-museo como Museo Anatómico. Cuentan que en aquella visita, el Rey le pidió al doctor Velasco que le formulase un deseo para que pudiese continuar su labor. "¡Que me concedan cadáveres para enseñar a los vivos!" respondió el doctor. 
Ahí, en los estudios sobre cadaveres, para hallar las causas de enfermedad, funcionamiento y muerte del ser humano es donde el doctor Velasco entronca con una leyenda que, sin dejar de ser curiosa, no hace justicia para un hombre que fue mucho más que todo eso. 
Velasco matrimonió con doña Engracia Pérez Cobo (la cual falleció el 18 de diciembre de 1873), teniendo una hija María de la Concepción González Velasco y Pérez, su querida Conchita, la cual falleció el 12 de mayo de 1864 a los 15 años. La niña, ya una adolescente, sufria de tifus. Al ver que los tratamientos del doctor Mario Benavente (padre de don Jacinto Benavente, premio Nobel de Literatura) no tenían los resultados deseados, fue el mismo el que le administró un purgante que le causó la muerte. Velasco nunca se recuperó de su perdida no ya sólo por perder a una hija (algo terrible), sino que se unía la tragedía de que de una forma directa, había sido el casuante de su muerte. Antes de que fuera enterrada, la embalsamó. Una vez instalado en la casa-museo, decidió traer los restos mortales de su niña a su domicilio, exhumándolos del cementerio de San Isidro casi en perfecto estado. Cuentan que el cuerpo lo instaló en uno de los aposentos de la casa con un vestido de novia. A partir de ahí, surgió la leyenda de Velasco y el cadaver embalsamado de su hija, la cual estaba tan perfecto que algún que otro téstigo decía que parecía dormida. Las habladurías decían que que la sentaba a la mesa con él y su mujer o que la sacaba a pasear en carruaje por el Retiro, llevandola incluso a la ópera.
El escritor aragonés Ramón J. Sender escribió un cuento sobre su vida, "La hija del doctor Velasco", que incluyó en su obra "La llave y otras narraciones". El deseo de Velasco era el de ser enterrado en el museo junto a su hija, pero su mujer, que falleció después, se negó a ello, siendo enterrada la hija en el cementerio de San Isidro. El cuerpo del doctor permaneció en el museo hasta 1943 hasta que fue embalsamado y trasladado a ducho cementerio, ocupando el mismo nicho que su esposa e hija en 1965.

La vejez en 20 frases

Mucho se ha escrito y dicho sobre la vejez. Ahí está. Todo aquel que nace muere, pero no todo el mundo llega a la vejez, donde en teoría habita la sapiencia en base a la experiencia de todos los años vividos. 
 

Por eso conviene recordar el tratar con respeto a nuestros mayores y ni mucho menos despreciar a la gente por sr viejos o tener la edad que tienen. A sus años llegaras...

"El arte de envejecer es el arte conservar alguna esperanza" (François Mauriac)
 
"Envejecer es organizar cada año la juventud de una nueva forma" (Jane Fonda)
 
"Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena" (Ingmar Bergman)
 
"La vejez existe cuando se empieza a decir: nunca me he sentido tan joven" (Jules Renard)
 
"La vejez no mejora el corazón: lo endurece" (Lord Chesterfield)
 
"Procura instruirte mientras vivas, no creas que la vejez trae consigo la razón" (Solón)
 
"Todos anhelamos llegar a viejos y todos negamos que hemos llegado" (Francisco de Quevedo)
 
"La autoridad es el ornamento de la vejez" (Cicerón)
 
"Todo el mundo sabe que los viejos son doblemente niños" (Aristófanes)
 
"La felicidad suprime la vejez" (Franz Kafka)

La Corte de los Milagros: una oscura realidad

El término nos es conocido por la monumental obra "Nuestra Señora de París" del gran Víctor Hugo, pero al parecer sí que hubo una Corte de los Milagros real y que respondía a los suburbios de París donde se hallaba lo considerado peor de lo peor de la sociedad: mendigos, prostitutas, gitanos, ladrones... en definitiva: gente de baja condición.


El nombre de Corte de los Milagros parece provenir de que muchos lisiados no estaban realmente lisiados y que se hacían pasar por ello para pedir. Cuando llegaban a su vivienda, "sorpresivamente" se obraba el "milagro". El lisiado no estaba lisiado y podía andar como cualquier otro y emborracharse hasta perder el sentido. 
Mucho se habló (no sin razón) que la Corte de los Milagros en la que, como ya comenté, se hallaba lo más granado de la delincuencia parisina de aquel tiempo, era una sociedad paralela, donde las ataduras morales de la sociedad (que tenía mucho que ver con vicios como el juego, el sexo, el pillaje, ...) no tenían nada que hacer. Otros por contra hablan de la posibilidad de una sociedad paralela a la sociedad propiamente dicha como un recurso literario que genios como don Víctor Hugo se encargaron de fomentar. Lo cierto es que bajos fondos hubo no sólo en París, sino en muchas ciudades, actuando los delincuentes por la noche por temor a ser vistos o capturados. Sólo la actuación policial en caso de delitos y los gobiernos con políticas sociales en caso de protección a los más desamparados han acabado en buena parte con todas y cada una de la Cortes de los Milagros.

miércoles, 2 de junio de 2021

La monja detrás del ordenador

No me he vuelto loco. Lo que dice el título de este post es completamente cierto. Mary Kenneth Keller una monja católica, concretamente de las Hermanas de la Caridad, es reconocida como una de las más grandes personalidades de la historia de la informática.
 

La hermana Keller, nació en Cleveland, Ohio, en 1913 o 1914, ordenándose a los 26 años. Sin embargo, no se quedó ahí: siguió con sus estudios y se licenció en matemáticas y física. 


La monja fue la primera mujer doctorada en informática en los Estados Unidos, doctorándose el 7 de Junio de 1965 el mismo día que Irving Tang, siendo ámbos las primeras personas doctoradas en informática en el país en una epoca aún muy primigenia para la ciencia de la información.
Posteriormente, trabajó en la Universidad de Dartmouth en el desarrollo del lenguaje BASIC y es que su vida religiosa no le alejó ni mucho menos de su pasión por la informática.  Era la única mujer en un entorno como ese, aparte de ser religosa. 
 
 
La hermana Keller fundó y dirigió el Departamento de Ciencias de la Computación en Clarke College, Iowa, tratando de despertar en otros la pasión que ella sentía por la informática, estableciendo un programa de maestría para aplicaciones informáticas en el ámbito educativo, abogando por un uso efectivo de los ordenadores en las aulas. Por ello, apoyó la creación del ASCUE (acrónimo de Association Suporting Computer Users in Education). Mención aparte, merece su defensa de que las mujeres pudiesen entrar en el ámbito de la informática. Por supuesto, realizó diversas publicaciones. Falleció en 1985, siendo considerada como una de las madres de la tecnología.

Unamuno: "me lo merezco"

Don Miguel de Unamuno es uno de los grandes escritores españoles del Siglo XX. Nacido en Bilbao, don Miguel cuenta entre sus obras a "Niebla" (novela que compré precisamente en Bilbao), "San Manuel Bueno, Mártir", "La Tía Tula" y un largo etcétera de obras que se hallan entre lo mejor de la literatura en lengua hispana. También fue un contestatario hasta el punto de defender una idea porque creia en ella, lo que le hizo granjease la animadversión de unos y otros. 
 

Cuando recibió la Gran Cruz de Alfonso XII una de las tres categorías de la Orden Civil de Alfonso XII (creada en 1902 con la idea de premiar los méritos en los campos de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia y la investigación), don Miguel comentó: "Me honra, Majestad, recibir esta cruz que tanto merezco". El aún joven Rey le contestó: "¡Qué curioso! Por lo general, la mayoría de los galardonados aseguran que no se la merecen".
Entonces, Unamuno, el creador de ese neologismo llamado nívola, con aire socarrón, replicó al Rey: "Señor, en el caso de los demás, efectivamente no se la merecían".

De sangre azul

Se decía que alguien era de sangre azul cuando pertenecía a Reyes, Príncipes, etc., algo muy vinculado a los clásicos cuentos que nos relataban a los Príncipes de sangre azul. Pero... ¿de dónde viene tal idea?


El origen (o presumible origen) lo atribuye a Reyes, Príncipes..., que no trabajaban al aire libre (más bien en ningún lado) teniendo la piel blanquísima a diferencia del vulgo que trabajaba a plena luz del día, en momentos donde el sol pegaba lo más grande, teniendo la tez morena. Debido a que tenían la piel blanca, se podían ver las venas azules, claramente a través de la piel. De ahí, surgió la idea (evidentemente falsa) de que Reyes, Príncipes o parientes tenían sangre azul. Lo cierto es que es tan roja como la de cualquier mortal.