martes, 31 de enero de 2017

Una noche con Jeanne Moreau

Si señores. Yo he pasado una noche con Jeanne Moreau... cinematograficamente hablando, claro. Y no una, sino varías. Orson Welles decía que era la mejor actriz del mundo y efectivamente podemos decir que Jeanne fue una de las mejores, siendo la gran dama de un nuevo estilo cinematográfico que se estaba dando en su país: La Nouvelle Vague.


Desde "Ascensor para el Cadalso", siguiendo por "Jules y Jim", pasando por "La Noche" (con Marcello Mastroianni) o incluso un dúo curioso con Brigitte Bardot (Recuerdos con ¡Viva María!), Jeanne se convirtió en una de las grandes musas del cine europeo con esos ojos y esa enigmatica sonrisa de la que supieron sacar partido cineastas como Buñuel, Antonioni, Truffaut, Welles, Malle y tantos otros. 


Esta frase de "Jules y Jim" refleja a la perfección los personajes de Jeanne, interpretando en este caso a la extraordinaria Catherine:
"Es una fuerza natural que se expresa mediante cataclismos. En todas las circunstancias, en medio de su claridad y su armonía, vive guiada por el sentimiento de su inocencia… ¿Por qué Catherine, por muy solicitada que esté, nos hace a los dos el regalo de su presencia? Porque le dedicamos una completa atención, como a una reina"
También en el teatro demostraría su gran talento para la dirección. Desde "La Gata sobre el Tejado de Zinc Caliente" hasta "Pigmalión", Jeanne, la eterna Jeanne, siguió demostrando su talento.  Pero no sólo se dedicó a la interpretación o a estar delante de las cámaras.


Su incursión en la dirección e incluso en la canción fue más bien modesta. Sin embargo, Jeanne ya era demasiado grande para que todo eso le afectara. Jeanne, la mujer de enigmáticos ojos y cautivadora sonrisa, ya era todo un símbolo de la interpretación francesa y europea.


Por ahí he oido que siendo una de las más grandes actrices de su tiempo, no es muy reconocida por las jovenes generaciones... a esos jovenes (entre los que evidentemente no me incluyo) les diría que pasen una noche, tan solo una noche, con esa grande del cine que fue (y es) Jeanne Moreau.

Un grande que no se rinde

Hablar de Rafa Nadal no es poca cosa. Es hablar de uno de los mejores tenistas de la historia, así como a uno de los mejores deportistas españoles. Muchos dirán que es debido a que ha ganado muchos títulos, otros por haber llevado al tenis español a lo más alto, ..., pero si les soy sincero la cualidad que lo ha hecho más grande trasciende al propio deporte y no es otra que su capacidad para resistir, que, a pesar de los malos momentos (sobre todo asociados a sus problemas con la rodilla), él siempre vuelve (si es que alguna vez se fue). Su capacidad para no darse por vencido lo ha hecho muy grande. 


Después vienen los éxitos: hasta la fecha 9 Roland Garros (record absoluto), dos campeonatos de Wimbledon, una vez ganador del Abierto de Australia y 2  veces ganador del Abierto de los Estados Unidos, aparte de conseguir medallas de Juegos Olímpicos tanto a nivel individual como colectivo y 4 Copas Davis. 


Número 1 de la ATP en diferentes ocasiones, Rafa es probablemente el mejor tenista en cuanto a tierra batida se refiere... y si no que se lo digan a los franceses que lo han visto ganar su torneo hasta en 9 ocasiones.  


Es impensable hablar del tenis español a comienzos de este siglo sin hacer referencia a un Nadal cuyos puntos antológicos, remontadas imposibles, duelos titánicos (especialmente con Federer) han hecho levantar de los asientos a todo un país. Rafa es muy grande.

El vino que conquistó a los ingleses

"Ya has tomado mucho canaries, un vino absolutamente penetrante"
William Shakespeare

Del vino de malvasía (cuyo origen puede datar incluso del Siglo XII o anteriores) ya se decía que tenía propiedades medicinales. A comienzos del siglo XVI, la uva malvasía fue introducida en el norte de Tenerife y en La Palma, pasando a islas como Lanzarote para ocupar el territorio que había dejado el cultivo de la caña de azúcar, siendo desde esas zonas donde el vino de malvasía se exportaba al continente europeo, siendo Inglaterra su principal proveedor. Desde allí pasaría posteriormente a sus colonias. 


El malvasía canario tuvo gran reconocimiento, siendo el preferido de los aristócratas, escritores y comerciantes. En 1570, Londres importaba unos 20 millones de litros de vino malvasía cada año, una brutalidad para la época. Escritores como el mencionado Shakespeare o Lord Byron lo mencionan en sus obras y no es de extrañar que fueran habituales a tomar una copa de malvasía canario. Incluso la "leyenda" del vino canario iba más allá. Giacomo Casanova (el galán por excelencia) decía que utilizaba el malvasía para seducir a las mujeres. 
El liderazgo del vino canario pereció por sus grandisimos beneficios comerciales. Las autoridades diplomáticas del Reino Unido en Canarias cobraban un arancel a los importadores, los cuales eran británicos, que a su vez exportaban a sus colonias de ultramar.
Las nuevas actas de navegación británicas (del año 1660) obligaban a mandar desde las Islas Canarias el vino a Londres para ser reexportado a las colonias, generando un gran coste debido a la subida del precio del transporte por lo que el vino de la isla de Madeira, que no era tan bueno, pero su coste era menor, le tomó la delantera a los vinos canarios. Lo que es seguro es que el vino de malvasía hizo una cosa que ni lo más grandes ejércitos pudieron: conquistar a los ingleses.

Erradicar la pobreza

-Es que a vosotros (los de derechas) no os gustan los pobres.
-Jo... y a vosotros (los de izquierdas) os gustan tanto los pobres que los multiplicáis.
Esta típica conversasión que puede contener cierto tono burlesco, es mas real de lo que imaginan. Cuanto se habla de los malos que son los ricos, a los que hay que freír a impuestos, subírselos hasta límites infinitos porque tienen más como si un señor que tuviera una mansión (por poner un ejemplo) no pagara más que uno que para su desgracia vive en un piso más bien pequeño. No; el problema no es que haya ricos, sino que haya pobres. Que haya una pobreza estructural o que esta aumente. No; los pobres no deben gustar porque el objetivo debe ser que éstos dejen de ser pobres. 


Así vemos un país que es un auténtico infierno fiscal donde por todo se cobra (hasta por las herencias), donde las subvenciones (que no son malas per se) se han convertido en una forma de hacer política (a veces fomentando la corrupción o el nepotismo con concesiones de dinero a amiguetes, familiares o grupos afines al partido gobernante) y haciendo que las familias ahorren no para ellas, sino para hacienda o la administración de turno, deseosa de dinero. Lo curioso es que tanto las políticas económicas del PP (al que en ese sentido podríamos definir como un partido democristiano, siempre parecidos a los socialistas cuando se trata de economía) y el PSOE son más que idénticas. En cuanto al populismo (de izquierdas y derechas) utilizan la pobreza para llegar al poder y después generar incluso más pobreza para perpetuarse en él. En definitiva, la pobreza les importa menos que nada.
Lo de subir impuestos a los ricos es un camelo de absolutamente todos los ciudadanos dado que el que más tiene siempre paga más, al igual que todos (no sólo los políticos) si podemos corrompernos, lo hacemos ("¿Con IVA o sin IVA?"). La cuestión es si queremos erradicar la pobreza o seguir fomentandola como se ha hecho hasta ahora.

sábado, 28 de enero de 2017

Clásicos Inmortales: Las tres Luces

Esta fue una de las primeras colaboraciones entre el gran cineasta Fritz Lang y la que sería su esposa, la guionista Thea von Harbou, teniendo un resultado más que magnífico, ya que se puede decir que estamos ante una de las grandes obras del cine expresionista alemán. Su título en alemán es como poco significativo: "Der Müde Tod", "La Muerte Cansada".


Unos enamorados van en una diligencia cuando en el camino, éste se para. A él sube un hombre extraño, vestido todo de negro, cuyo aspecto les produce cierto desasosiego. Lo que no saben esa pareja de jóvenes es que el extraño, años atrás, había comprado una parcela cerca del cementerio para reposar dado que según palabras de él estaba cansado, construyendo un muro en el que sólo él sabe donde esta la puerta donde se entra. 

Un impenetrable muro

La pareja y el desconocido paran en una posada. La joven (Lil Dagover) va un momento a una habitación y cuando va a volver al lado de su amado, se encuentra con que éste ha desaparecido. Sin saber qué esta pasando, le pregunta a los comensales de otra mesa, que le dicen que el joven (Walter Janssen) se ha marchado con el hombre de aspecto extraño. Todo el día esta buscando la joven a su enamorado sin dar con él hasta que llega la noche, parando cansada cerca de un muro. Esta tan abatida que cree ver infinidad de fantasmas ir hacía el muro, creyendo ver a su propio novio. 

¿Dónde esta su amado?

Allí la recoge un boticario (Karl Platen), que al verla agotada, la lleva a su casa para que repose. En la casa, ojeando un libro (El Cantar de los Cantares) donde se dice que "El Amor es fuerte como la Muerte"... la Muerte, la Muerte... En ese momento como por arte de magia se traslada al interior del muro, encontrando al hombre extraño que resulta ser la mismísima Muerte (Bernhard Goetzke). En medio de la sala, gran cantidad de velas encendidas que representan la vida de un ser y que cuando se apagan significa que el individuo en cuestión ha muerto. La novia le implora a la muerte que libere a su novio de la muerte, que desea estar a su lado. La muerte le dice que él sólo cumple el cometido asignado por Dios que para él es toda una maldición, puesto que si la vida es glorificada, la muerte es despreciada. 


La Muerte, no obstante, se apiada de la joven y le da entonces una oportunidad de recuperarlo: hay tres velas a punto de consumirse; cada una de ellas es una vida y si ella consigue salvar aunque solo sea una de esas vidas, su enamorado volverá.
Ahora se nos presentan tres historias siempre con pareja de enamorados, que acabaran sufriendo la fatalidad y la incomprensión. Tanto en Bagdad como en Venecia y en China, los enamorados no conseguirán acabar con aquellos que quieren destruir su Amor, ya sea el Califa (el padre de la joven), un amante al que ella no quiere o un tirano chino. 


En ambas, la Muerte estará presente casi como un fantasma castigador no por su propia voluntad, sino por la de los hombres, cuyo destino parece estar abocado a la destrucción por su falta de Amor. Las velas una a una se irán consumiendo sin que la joven pueda hacer nada. 

La hija del Califa se enamora de un infiel

Tras los fracasos, la Muerte le dará otra oportunidad (terrible) y es ella tiene que conseguir un Alma para sustituir a la de su amado antes de que acabe el día. La joven desesperada intenta que ancianos y mendigos le cedan su vida para que se la cambien por la de su enamorado sin conseguirlo. Todos, incluso los más desesperados pordioseros le niegan su vida, espantados. En ese momento se produce un incendio en una casa, quedando atrapado un bebe en la misma.
Ella va a por él, pero cuando tiene a la Muerte presente, pudiendo darle la vida aún corta del niño para recuperar a su amado, decide salvarlo y con una cuerda lo lleva con cuidado hacía los que están fuera, los cuales se lo devuelven a la madre, que ha pasado de la desesperanza a la alegría por tener al hijo en sus brazos.


Ella misma en medio del incendio se entregara a la Muerte para poder encontrarse con su novio... y con él se encontrará sacrificado su propia vida en forma de espíritu que se encuentra con el espíritu de su amado, yendo los dos juntos al horizonte donde su Amor, a pesar de la Muerte, será eterno. Efectivamente: el Amor es fuerte como la Muerte.


Luis Buñuel se quedo tan impresionado con esta película cuando la vio en un cine francés decidió ser cineasta ("algo que había en aquella me conmovió profundamente, iluminando mi vida") y  cuando se estrenó tardíamente en los Estados Unidos, Douglas Fairbanks quedo tan maravillado con los efectos de trucaje de la misma (lo que hoy llamaríamos efectos especiales) que se decidió a utilizarlos para producir la película "El Ladrón de Bagdag" (protagonizada por él y dirigida por Raoul Walsh). Una obra dividida en varias partes (con una magnífica Lil Dagover y una Muerte que en parte nos recuerda a aquella que años después nos presentaría Bergman en su "Septimo Sello" con la clásica fatalidad imposible de evitar) que nos habla del fatal destino al que estamos abocados todos los humanos (de hecho en el mundo anglosajón el título de esta obra es "Destiny", "Destino" en inglés), pero, a pesar de todo, el Amor, aún teniendo presente a la mismísima muerte, es tan poderosa que ésta. Una auténtica metáfora (el mismo Lang la definió como un cuento de hadas) sobre la vida y la muerte.

Ficha

Dirección
Fritz Lang
Dirección Artística
Erich Pommer
Producción
Leo McCarey
Jerry Wald
Guión
Fritz Lang
Thea von Harbou
Música
Giuseppe Becce
Fotografía
Bruno Mondi
Erich Nitzschmann
Herrmann Saalfrank
Bruno Timm
 
Otros datos

País
Alemania
Año
1921
Género
Drama, Fantasía
Duración
105’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Lil Dagover
La joven/Zobeïde/Monna Fiametta/Tiao Tsien
Bernhard Goetzke
La Muerte/El Mot/El arquero
Walter Janssen
El joven/El infiel/Giovanfrancesco/Liang
Hans Sternberg
Alcalde
Karl Rückter
Reverendo
Max Adalbert
Notario
Wilhem Diegemann
Doctor
Karl Platen
Boticario
Eduard von Winterstein
El Califa
Karl Huszar
Emperador de China
Paul Biensfeldt
A Hi, el mago
Rudolf Klein-Rogge
Girolamo, el derviche