miércoles, 30 de octubre de 2019

Brujas yendo al Sabbath

Es un cuadro sumamente atrayente para mi y que representa un poco la concepción que se tenía del mundo de las brujas hasta no hace mucho tiempo. Un cuadro pintado por el artista granadino Luis Ricardo Falero sobre 1878.


Cultivando el desnudo femenino, aprovechándose de la moda de pintar elementos brujeriles (en el que pintores como Goya era un maestro), vemos a un grupo de mujeres acudiendo a un aquelarre (o Sabbath, palabra procedente del judaísmo y que es el día de descanso de los judíos, el Sábado, y que los cristianos asociaron a practicas perniciosas para la Fe), volando en sus escobas o cabalgando un macho cabrío (representación típica del diablo), lo cual da al cuadro el necesario elemento hipnótico.
Después está el papel omnipresente de la mujer con poses sugerentes de carácter oriental, lo cual no deja de ser llamativo en la siempre puritana España (aunque la Inquisicion hacía tiempo que se había suprimido), aunque hay que recordar que en el Romanticismo (y este cuadro pertenece a esta corriente) se mezclaba tanto lo exótico como lo sobrenatural.


Esta pintura tuvo gran éxito en la Inglaterra victoriana, de una estricta moral, pero se salvaba debido a que, por otro lado, los ingleses estaban interesados en temas esotéricos y relacionados con el ocultismo (era la época dorada de los mediums y el contacto con el Más Allá).

Canción para desahogarse

Adele es una de las grandes cantantes de nuestro tiempo, habiendo vendido millones de discos en todo el mundo, aparte de conseguir gran cantidad de premios... pero los comienzos nunca son faciles y, de hecho, su primer gran exito llegó precisamente de un mal momento personal. 


Rolling in the Deep, que se encuentra en su segundo album de estudio, 21, fue sin lugar a dudas, fue la canción que lanzó a la fama a la cantante británica. El tema fue el quinto más vendido del 2011, con ventas de hasta 8,2 millones, llegandose a vender con el tiempo hasta 17 millones de copiasen todo el mundo.
Lo cierto es que el origen es sumamente curioso: La tristeza y el dolor fue la inspiración. Cuenta la propia Adele que lo que le inspiró fue la dolorosa ruptura con su novio, el fotógrafo Alex Sturrock y, para desahogarse, escribió la canción porque (palabras textuales) se sentía insultada. El tal Alex se perdió estar con una mujer extraordinaria, pero ella cosechó y sigue cosechando gran cantidad de exitos y todo después de aquella canción para desahogarse.
PD:  Rolling in the Deep es expresión de argot británico que puede ser traducida como "Éramos uno solo" o "Éramos uña y carne".

Alejandro Dumas (padre) en 10 frases

Quien más, quien menos ha oído hablar del gran Alejandro Dumas, autor de grandes obras de la literatura, mil veces adaptadas al cine y la televisión. Los mosqueteros, símbolo de camaderia, o el Conde de Montecristo son su gran legado. 


No era para menos el hacer una lista de las frases atribuidas a este grande galo de la palabra escrita, que en cierta medida nos ayudan a conocer su figura.

"El orgullo de quienes no pueden edificar es destruir"

"La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas"
 
"La vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta"

"Para toda clase de males hay dos remedios; el tiempo y el silencio"

"Cuando el amor desenfrenado entra en el corazón, va royendo todos los demás sentimientos; vive a expensas del honor, de la fe y de la palabra dada"

"Las opiniones son como los clavos: mientras más se golpea contra ellas,más penetran"
 
"El amor es física, el matrimonio química"

"Si dais la impresión de necesitar cualquier cosa no os darán nada; para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico"

"No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor"

"La sabiduría humana se encierra por entero en estas dos palabras: ¡Confiar y esperar!"

"Franco, salvador de la República"

La historia fue así (y si a alguno le molesta, que se aguante): desde sectores izquierdistas y antimonarquicos se celebró con notorio jolgorio el advenimiento de la Segunda República. Todo parecía irles bien a la izquierda, no sólo por las elecciones ganadas (las de 1931), que le llevó a realizar diferentes reformas dentro del mundo agrario como militar, sino por un laicismo radical que permitió de forma sistemática la quema de Iglesias y conventos, así como el saqueo de obras de arte religiosas. Sólo dos asuntos destruyeron el Gobierno liderado por Azaña: los sucesos de Casas Viejas y la oposición de muchos izquierdistas al voto de la mujer porque consideraban que si las mujeres votaban, los partidos de la derecha, saldrían beneficiados. Conclusión: ganó el partido de la derecha, la CEDA, pero un traidor llamado Niceto Alcalá-Zamora (que dimitió de Jefe del Gobierno provisional por que el nuevo Estado se había proclamado como laíco, aunque no dudo en aceptar la oferta de Azaña de ser Presidente de la República) no encargó a Gil-Robles, lider de la mencionada CEDA, la formación de Gobierno por su dudosa lealtad a la República (con amenazas incluídas de partidos de la izquierda, que, con diversas manifestaciones, no aceptaron el resultado electoral), prefiriendo confiar en Alejandro Lerroux, del Partido Republicano Radical, literalmente un tramposo, que era un antiguo izquierdista ferviente antimonárquico, el cual habia evolucionado por interes hacia posiciones moderadas muy cercanas a la derecha. La condición para la formación de Gobierno era que miembros de la CEDA no formasen parte del Gobierno de Lerroux, recibiendo su apoyo desde fuera, algo que posibilitó la anulación de reformas propiciadas por la izquierda.


Desgraciadamente, desde la oposición ejercida por el PSOE, no se tuvo en cuenta la opinión de lideres moderados como Julián Besteiro o Indalecio Prieto (aunque éste último tuvo lo suyo), destacando sobremanera la labor de Francisco Largo Caballero, que de caballero sólo tenía el apellido, enardeciendo a las masas, haciendo proclamas en favor de la Unión Soviética y hacía la guerra civil declarada contra la derecha, algo que se haría más patente en 1936 cuando aún gobernaba la derecha ("Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la Guerra Civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos" declaraciones del 20 de Enero de 1936).
Para colmo el 26 de Septiembre de 1934 se anunció la formación de un nuevo ejecutivo de Lerroux al que se incorporaron tres miembros de la CEDA, al que se asociaba con el fascismo, cuando no era más que un partido de corte antirepublicano marcadamente monárquico. La izquierda unida a la extrema izquierda y el anarquismo reaccionó. La UGT, los comunistas y los nacionalistas catalanes convocaron una insurrección (a la que ellos pretendieron revestir de simples manifestaciones, llamandola "huelga general revolucionaria") que se materializó en diversas zonas del país como Cataluña (donde Companys proclamó el estado catalán), el País Vasco y, muy fuertemente en Asturias, donde se unieron los anarquistas de la CNT. En casí toda España fue sofocada con relativa facilidad, algo que no ocurrió en Asturias. Los mineros asaltaron la fábrica de armas de Trubia, ocupando los edificios públicos (excepto la guarnición de Oviedo y la comandancia de la Guardia Civil de Sama), deteniendo a la columna del General Milans del Bosch, que acudió desde León, cometiendose asesinatos generalmente de Sacerdotes y guardias civiles, quemando Iglesias, violando a monjas y saqueando edificios oficiales. Estos eran los que presumían de repúblicanos y democratas: los que nunca aceptaron que hubiese un Gobierno de derechas. El objetivo, según los republicanos que se mantenían leales, sería hacer caer la República para montar un sistema comunista a las ordenes de la URSS (de hecho, desde el comunismo y una parte del socialismo cada vez más marxista se rechazaba la bandera tricolor porque, según ellos, era símbolo de una "República burguesa" que no les representaba). Con todo eso, ahí es donde entra Francisco Franco.

Alcala-Zamora y Franco

Franco, que era General desde el año 1926 (el más joven de Europa en aquella época) ya tenía experiencia en reprimir una revuelta en el Rif y se había convertido en el militar más valorado por los sectores de la derecha al haber estado alejado del anterior Gobierno de izquierdas (Franco nunca le perdonó a Azaña el cierre de la Academia Militar de Zaragoza de la que él era su director), por lo que que no se le identificó como afecto a la República, aunque entre sus compañeros militares no estaba precisamente bien visto, dado que se había literalmente matenido al margen de cualquier conspiración o declaración contra el nuevo sistema.

Lerroux

Tras la formación del Gobierno de Lerroux, se vio privilegiado por el Ministro de la Guerra, Diego Hidalgo, quien lo propuso para el ascenso a General de División. En Septiembre se encontraba, invitado por el propio Hidalgo en las maniobras que se estaban realizando en la provincia de León cuando el 4 de Octubre estalló la insurrección/golpe de Estado. Hidalgo requirió a Franco para que coordinase las operaciones. La respuesta de Franco fue brutal. Hizo venir a la Legión y a los Regulares de África (una fuerza de hasta 18.000 soldados, dirigidas por el Coronel Yagüe), que se integraron con otras unidades de León, Galicia y Santander bajo el mando supremo del General López Ochoa, un reconocido masón, el cual era firme defensor de la causa republicana. La represión contra los insurrectos fue tremenda (sin cuartel) frente a aquellos que habían puesto en jaque la República. Ya se vería durante la guerra: las tropas extranjeras se dedicaron al pillaje y a la destrucción tan brutalmente que muchos mineros sublevados desearían no haberse ni siquiera planteado la insurrección.

Oviedo arrasada

Entre dicha insurrección y su posterior represión hubo más de 1.500 muertes, abriendo una brecha insalvable entre derecha e izquierda. Los muertos de uno frente a los del otro, alimentandose el rencor por parte de ambos bandos. Ni que decir que los izquierdistas tacharon a Franco de carnicero precisamente por defender paradojicamente (dado lo ocurrido después) la legalidad repúblicana (aún hoy, algunos lo hacen como si destrozar Asturias o asesinar Sacerdotes fuera algo licito). De hecho, desde algunos sectores de la prensa se comenzó a alabar a Franco como el "salvador de la República".

Guardias Civiles con armas requisadas a los revolucionarios

Lo cierto es que lo que hizo caer al Gobierno de Lerroux fueron los casos de corrupción y los hechos de Asturias se consideran por parte de muchos como el antecedente inmediato a la guerra civil, la cual estalló dos años después, tras unas elecciones "ganadas" de aquella manera por el Frente Popular (que indultó a los golpistas asturianos y catalanes), aparte del asesinato de uno de los jefes de la oposición, José Calvo Sotelo (que hizo que Franco se uniera definitivamente a los golpistas) por parte de la escolta de Indalecio Prieto y al otro (Gil-Robles) no lo pillaron porque estaba en Biarritz, unido a unos desordenes públicos que día sí y día también acababan con riñas, peleas y asesinatos. Desde aquella revolución en Asturias, la entonces debil República, la que Franco había salvado, estaba muerta.

jueves, 24 de octubre de 2019

Clásicos Inmortales: Amarcord

Los "recuerdos" de Federico Fellini. Ya era un cineasta extraordinariamente reputado con obras maestras impresionantes cuando rodó esta temenda joya del cine, cuyo título viene de a m'arcòrd, expresión que significa "yo me acuerdo", "me acuerdo de" o "recuerdo" (a secas) en el emiliano-romañolo, lengua románica propia de la región italiana Emilia-Romaña, donde está situada la ciudad de Rímini, de donde era el propio Fellini. Y son esos recuerdos de juventud en una época turbia, aunque la ciudad en la película fue renombrada como Borgo.


Nos encontramos en la Italia Fascista en una pequeña ciudad de provincias. Va a comenzar la primavera. La llegada de los vilanos anuncia la llegada de la estación y todos los lugareños salen a celebrarlo, en torno a una gran hoguera en la que queman a una vieja muñeca, la cual representa al invierno. Titta Biondi (Bruno Zanin) es un adolescente, quien, junto sus amigos, acude a clase  donde tienen que literalmente soportar a aburridos profesores, burlándose de los más blandos.


Esta eso y las fantasías más ocultas de los chicos que acaban masturbandose, pensando en su profesora de matemáticas, o en la estanquera (de una gran delantera, Maria Antonietta Beluzzi), o en Volpina (la prostituta ninfómana, Josiane Tanzilli), o en la Gradisca (Magali Noël), la extraordinaria y guapísima Gradisca, una peluquera cuyo trasero es admirado por toda la población masculina y a la que muchos consideran la Greta Garbo local. Una mujer que sueña con encontrar el Amor que la quiera o, en su defecto, un novio entre los ricos veraneantes que acuden al Gran Hotel. Precisamente en el Gran Hotel, donde Ninola, pues ese era el verdadero nombre de la Gradisca, consiguió su apodo, pues se contaba que se acostó con un Príncipe al que llamó estando desnuda en la cama y diciéndole: "gradisca"(disfrute). El propio Titta recuerda que en una ocasión se puso al lado de ella en el cine, tocandole una pierna, no importándole que ella lo acabara abofeteando.


Titta vive en una familia algo partícular. No son extrañas las discusiones entre su padre Aurelio (que trabaja en la constitución, Armando Brancia) y su madre Miranda (Pupella Maggio)... y es que su padre no deja de ser un desquiciado que está hasta las narices de todo, mientras su madre, también harta de todo, amenaza en más de una ocasión en que algún día con echar veneno a todos en la comida o quitarse la vida (al gusto). Una de las gamberradas de Titta (como la vez que meó desde la parte de arriba del cine sobre el sombrero de un vecino), irritan tanto a, su padre, que lo persigue por toda la casa con el cinto en la mano.


Todos acuden a ver también a los fascistas (los tristemente celebres Camisas Negras), que desfilan corriendo por la ciudad, hasta que en medio de la exaltación, se escucha que alguien toca la Internacional. Tras ordenar que todos regresen a sus casas, los soldados fascistas tratan de dar con el músico rebelde/comunista hasta que comprueban que el sonido surge del campanario, por lo que comienzan a disparar hacia el mismo hasta acabar con el fonógrafo del que sale la "perniciosa" música. Al día siguiente varios vecinos son interrogados, entre ellos Aurelio, que tiene fama de antifascista, siendo castigado a tomarse una botella de aceite de ricino.

Desfile fascista

Durante el verano, la ciudad cobra vida gracias a los ricos veraneantes que acuden al Gran Hotel, en el que, se dice que se hospedó un emir con sus 30 concubinas, relatando el borrachín Biscien, el vendedor ambulante, que éstas le lanzaron sábanas para que trepara hasta sus aposentos, donde, tras seducirlas con su flauta, bailaron con él, acostándose con 28.


Una vez al mes, Aurelio y su familia sacan del manicomio a Teo (Ciccio Ingrassia), el hermano del propio Aurelio. Tras parar para comer y descansar en el campo, Teo enloquece subiendose a un enorme árbol desde el que grita de forma repetida "¡¡¡Quiero a una mujer!!!", lanzándoles piedras a los que tratan de bajarlo, por lo que finalmente deben recurrir a una monja enana que trabaja en el manicomio, la cual le obliga a bajar. Ni que decir que Aurelio esta hasta las narices y, antes de conseguir que lo bajaran, amenazó con irse y dejarlo allí, subido a un árbol.

"¡¡¡Quiero una mujer!!!"

Todos recordarán también el momento en que se lanzaron al mar (toda la ciudad en el mar) para poder ver de cerca el enorme trasatlántico Rex, el cual representaba la gloria fascista, cuyas luces les fascinó, gritando por la gloria del fascismo. Titta también recuerda cuando acudió al estanco, diciendole a la estanquera que podía levantarla en brazos, tras lo que ella le mostró sus enormes pechos, pidiendole que se los besara y chupara.


Cuando llega la nieve todos salen del cine para disfrutar de ella, aunque será solo el principio de la nevada más copiosa del lugar, y un día mientras se lanzan bolas ven cómo el pavo real del Conde llega hasta la plaza observando admirados su bello plumaje entre la nieve. Con el invierno lega la enfermedad de Miranda, que poco después morirá en el hospital, recordando cómo pese a su enorme tristeza, fueron al entierro en una carroza que todos miraban con lástima. La tristeza de la familia es tremenda. 
Y tras la tristeza del invierno, vuelven los vilanos y con ellos, finalmente, la boda de la Gradisca con su Príncipe azul (su "Gary Cooper" partícular), aunque solo sea un carabinieri, y a la que acude todo el pueblo, sabiendo que pronto la echarán de menos.


Con un guión extraordinario y una banda sonora sublime y evocadora (por Nino Rota), la película nos relata en este verdadero hito del cine (su último éxito comercial, el cual le llevaría a ganar su cuarto Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa) la vida humana con una serie de personajes curiosos, iniciandose como una especie de típica película de corte costumbrista para acabar adquiriendo una dimensión de ironía, farsa y esperpento, algo propio de los más grandes cineastas italianos.

Ficha

Dirección
Federico Fellini
Dirección artística
Giorgio Giovannini
Producción
Franco Cristaldi
Guión
Federico Fellini
Tonino Guerra
Música
Nino Rota
Fotografía
Giuseppe Rotunno
Montaje
Ruggero Mastroianni
Vestuario
Danilo Donati
Efectos especiales
Adriano Pischiutta

Otros datos

País
Italia
Año
1973
Género
Drama
Duración
127’

Protagonistas

Actor
Personaje
Bruno Zanin
Titta Blondi
Magali Noël
Gradisca
Pupella Maggio
Miranda Blondi
Armando Brancia
Aurelio Blondi
Giuseppe Ianigro
Abuelo de Titta
Nando Orfei
Lallo
Ciccio Ingrassia
Teo
Stefano Proietti
Oliva, hermano de Titta
Donatella Gambini
Aldina Cordini
Maria Antonietta Beluzzi
La estanquera

Premios
Oscar

Categoría
Persona
Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa
-
 
David di Donatello

Categoría
Persona
David di Donatello a la Mejor Película (ex-aequo)
-
David di Donatello al Mejor Director
Federico Fellini
  
Banda sonora (Nino Rota)


Comida de familia


La escuela


La Gradisca