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martes, 3 de abril de 2018

Pistol Pete

Gran tirador, Pete, uno de los grandes jugadores de la NBA de todos los tiempos, era hijo de Peter "Press" Maravich, un extraordinario base, jugador en años anteriores a la creación de la mencionada NBA. Sería su padre uno de sus primeros entrenadores, pero Pete quería volar y, tras su paso en la Universidad, acabó jugando al máximo nivel. 


Su tiro a media distancia era único, así como su capacidad para llevar el balón, dirigir las operaciones desde su puesto de base (muchos en sus inicios lo comparaban con  Bob Cousy Dick McGuire). Así, su primer equipo fueron los Atlanta Hawks y después los recien creados Jazz de Nueva Orleans. 


El repertorio de Pete Maravich era muy grande. Gran tirador (un año fue máximo asistente de la NBA con 31 puntos de media) y asistencias imposibles (Magic Johnson reconocería que fue su fuente de inspiración):  pases mirando a otro sitio, de espaldas, picados desde el centro de la cancha, contragolpes vertiginosos, ... Pete era un grande; uno de los mejores bases de la historia del baloncesto estadounidense. 


Los Jazz recién retirados a Utah retiraron la camiseta con el dorsal de Pete Retirado muy pronto (para lo habitual en los baloncestistas), su madre tuvo problemas con el alcoholismo, recibiendo todo el apoyo moral y financiero de su hijo y su padre y su padre acababa de morir de un ataque al corazón. Sobre su retirada: "No quiero jugar hasta los 40 años y morirme de un ataque al corazón".  Lo cierto es que paradojicamente un año después, Pistol Maravich moría de un ataque al corazón en un partido con amigos. Pete en ese momento ya había llegado al firmamento de los grandes de la canasta. 

martes, 5 de diciembre de 2017

El inventor del baloncesto

El baloncesto nació de la necesidad. Sería un Invierno (de los más crudos debió ser) de 1891 cuando James Naismith un profesor de educación física de la YMCA (siglas de Young Men's Christian Association; Asociación Cristiana de Jóvenes en inglés) en Springfield, Massachusetts ideó un juego de unas 13 reglas, cuyo principal objetivo era meter una pelota en una canasta puesta a determinada altura.  


El deporte se extendió como la espuma bajo el nombre de basketball hasta el punto de que con el tiempo se convirtió en uno de los más jugados en el país (Los Estados Unidos siempre ha sido una gran potencia del deporte de la canasta tanto a nivel amateur como profesional), así como en el mundo. A pesar de los cambios lógicos en cuanto a forma de jugar y normas, las reglas propuestas por el profesor canadiense (que en los años 20 se nacionalizó estadounidense) aún se mantienen. El propio Naismith fundó el programa de baloncesto de la Universidad de Texas y, durante su vida, pudo ver como la actividad física que el mismo había creado paso de ser un simple deporte de demostración en los juegos olímpicos de San Luis de 1904, a un deporte oficial en los de Berlin de 1936. Falleció en 1938.


Las contribuciones de Naismith al baloncesto le valieron numerosos homenajes póstumos, tales como pertenecer a diversos salones de la fama, siendo una de las personalidades baloncestísticas más reconocidas. ¿Quién se lo iba a decir a aquel profesor canadiense el invierno de 1891?

lunes, 26 de junio de 2017

Nuestras chicas de la canasta

Ha pasado mucho tiempo. Sería un 19 de Julio de 1963 cuando se disputó el primer partido oficial de la Selección Española de baloncesto femenina. Fue en la localidad barcelonesa de Malgrat de Mar ante la selección suiza. Ese equipo entrenado por Cholo Méndez estaba formado por Mari Paz Gómez, Mari Cruz Hurtado de Mendoza y Maldonado, Mª Isabel Díez de la Lastra, Luisa Puentes, Mabel Martínez Ortíz, Monserrat Bobee, Mª Luz Rosales, Mª Josefa Senante, Ángeles Gómez Mínguez, Teresa Pérez, Antonia Gimeno, Teresa Tamayo y Teresa Vela. Más de 50 años después, podemos estar orgullosos de nuestras mujeres de la canasta porque no es que lo den todo (que lo dan), sino porque son tricampeonas de Europa.


Y aquello empezó mucho antes: Desde su primera participación en Barcelona 92, el baloncesto femenino español ha crecido hasta el punto de ser habitual verlas en lo más alto del podium. 10 medallas europeas (3 Oros, 1 Plata y 5 Bronces), 2 medallas mundiales (1 Plata y 1 Bronce) y 1 Olímpica (1 Plata) las avalan como grandes del deporte de la canasta.


Si antes fueron Amaya Valdemoro, Marina Ferragut, Elisabeth Cebrián o Elisa Aguilar, ahora son Alba Torrens, Laura Gil, Laura Nicholls o Laia Palau (entre muchas otras) las que siguen haciendo historia. Está claro que ellas son símbolo del momento dulce que vive el baloncesto español.

Alba Torrens, MVP del EuroBasket

Sin embargo, es de justicia reconocerlas un poco más en tanto en cuanto el deporte femenino en su conjunto no ha sido tan valorado o reseñado en general por los medios de comunicación y el público en general. Y es digno de saberse: nuestras chicas de la canasta son muy grandes.

domingo, 11 de junio de 2017

Grandes... en baloncesto

Mientras el Real Madrid triunfaba en el fútbol, ganando Ligas y Copas de Europa, también estaban formando un poderoso equipo en eso de la canasta. Y quitando a los jugadores (grandes artífices del triunfo del equipo blanco en el baloncesto), tres hombres desde el despacho y los banquillos se ocuparon de alcanzar la gloria: Raimundo Saporta desde los despachos y Pedro Ferrándiz y Lolo Sainz desde los banquillos. 


Efectivamente. La sección de baloncesto fundada en el lejano 1931 alcanzaría los éxitos gracias a estos tres hombres que ficharon hombres desconocidos y que en algunos casos su destino estaba en la NBA para formar un equipo que dominó el deporte de la canasta a nivel nacional e internacional. 


Entre los jugadores artifices del proyecto blanco tenemos a Clifford Luyk, Wayne Brabender, Emiliano Rodríguez, Juan Antonio Corbalán, Carmelo Cabrera, Rafa Rullán, Walter Szczerbiak, Cristóbal Rodríguez, Fernando Romay, Carmelo Cabrera y tantos otros que cimentaron la leyenda de un equipo glorioso. 


Este equipo fue capaz de disputarle a los equipos soviéticos la Copa de Europa, ganándola entre los años 60 y 70 en 7 ocasiones, mientras en Liga y Copa su dominio era incontestable, llegando a conseguir la friolera cifra de 10 Campeonatos de Liga de forma consecutiva. Es verdad que el fútbol es importante dentro del Real Madrid, pero lo cierto es que desde la canasta, el equipo blanco también ha sido (y es) muy grande.

sábado, 25 de febrero de 2017

Bob Cousy o el mago del baloncesto

La movía como quería y la ponía donde estaba el pívot para que éste encestara. Bob era un base muy grande... tan grande que forma parte de los más extraordinarios baloncestistas de aquellos primeros años de la NBA. Sí; Bob Cousy era el mago del deporte de la canasta. 


Cousy, elegido en el Draft de la NBA de 1950 por Tri-Cities Blackhawks y traspasado casí inmediatamente a Chicago Stags sería elegido más tarde por Boston Celtics en un draft en el que se seleccionaban los jugadores que habían quedado libres tras la desaparición de los propios Stags. Hasta ese momento, los Celtics no habían pensado que estaban ante una joya. 


Bob se convirtió en el auténtico lider de los de Boston con sus asistencias y puntos, que ayudaron a que el equipo consiguiera 6 Anillos de la NBA (¡5 de forma consecutiva!). Con el 14, Cousy la movía donde quería y se convirtió en lider de asistencias, reclamando una gran importancia no sólo para el que anota, sino para el que pasa. 


Junto con Bill Sharman formó uno de los mejores y más recordados duos de la historia del baloncesto estadounidense, algo que llevó a los Celtics a ser uno de los mejores equipos de todo el país, algo que corroboraron con Bill Russell en aquellos finales de los 50 y todos los 60 en clara confrontación con un tal Wilt Chamberlain. 


Es de justicia reconocer a aquellos primeros grandes héroes del baloncesto NBA y pocos baloncestistas hubo tan grande como aquel tipo al que todos llamaban Bob y que La movía como quería y la ponía donde estaba el pivot para que encestara.

martes, 21 de febrero de 2017

¿Por qué era tan grande Juan Antonio Corbalán?

Cuando la pelota pasaba entre sus manos, era otra cosa. Juan Antonio Corbalán era grande, muy grande. Aprendió de otro grande como Emiliano, que sin ser base como él, le enseño todo lo que sabía. Y a partir de ahí nada más llegar comenzaron a ganar títulos porque ese Real Madrid de baloncesto era imparable. 


12 Ligas, 7 Copas de España o torneos internacionales como 3 Copas de Europa, 1 Recopa de Europa, 1 Copa Korac y 3 Copas Intercontinentales adornan el palmares de Juan que pase a pase, tiro a tiro granjeó una leyenda que lo llevó a ir a una Selección España que por fin comenzó a ganar medallas. Ahora nos parece algo casi normal, pero entonces que el Combinado Español tuviera la posibilidad de conseguir algo era toda una heroicidad. Todo empezó con Corbalán que jugó 128 partidos internacionales. 


Corbalán también vivió la época del pasó de la Liga de Baloncesto a la ACB, vio como los Emiliano, Luyk, Brabender y compañía daban paso a los Romay, Carmelo Cabrera y Fernando Martín. Incluso un entrenador histórico como Pedro Ferrándiz dio la alternativa a su alumno aventajado Lolo Sainz. Nada cambio: pase tras pase, tiro a tiro, jugada tras jugada, la figura de Corbalán creía. 


1984 sería un año histórico no sólo para él, sino para todo el deporte español. La Selección Española conseguía la medalla de plata en los Juegos Olímpicos, gloria deportiva que no repetirían hasta más de 20 años después. Ese equipo, dirigido por Díaz-Miguel, dijo a todos los españoles que podíamos competir con los mejores e incluso superarlos. Sólo la Estados Unidos de un tal Michael Jordan imposibilitó el sueño del Oro. 
Los últimos años de Corbalán en el Real Madrid no fueron tan buenos: Ligas perdidas, Copas desperdiciadas, ... ya cuando se había retirado del equipo blanco (unos meses después) se enteró de la trágica muerte de Fernando Martín, compañero en la cancha, amigo fuera de ella. 


Ustedes de preguntaran en definitiva ¿Por qué era tan grande Juan Antonio Corbalán? Por la trascendencia que tuvo, victorias que consiguió, porque pase tras pase, canasta tras canasta, jugada rápida tras jugada rápida, aquel joven que llegó al equipo blanco con apenas 17 años forjó su leyenda.

sábado, 13 de agosto de 2016

El coloso del baloncesto español

El baloncesto en España antes de los años 60 era un baloncesto muy primitivo en comparación con el de ahora era muy primitivo (permitanme la expresión). Por eso hay que poner en valor a todos aquellos que hicieron grande el deporte de la canasta en una época en la que los practicantes del fútbol eran mayoría. Uno de esos hombres se llamaba Alfonso Martínez, un auténtico coloso del baloncesto español. 


Martínez nació en Aragón, pero su verdadera patria era el baloncesto. Medía 1,94 (una barbaridad incluso para los baloncestistas españoles de la época), jugando en la posición de pívot donde se hizo un grande a base de rebotes y puntos. Al no existir la línea de tres puntos, los pívots adquirian gran importancia a la hora de desatascar partidos y Alfonso Martínez lo demostraba de sobra. 


Fue el primer gran referente del baloncesto español, siendo máximo anotador durante los primeros años de la Liga Nacional de Baloncesto, aparte de ser internacional 146 veces, lo que era una barbaridad aquellos años, pero dejando números individuales a Alfonso Martínez siempre le acompañó el éxito. 
Entre los equipos que jugó se cuentan Juventud, Real Madrid, Barcelona Y Picadero, logrando 4 Ligas Españolas y 4 Copas de España. Sin embargo, su carrera fue más grande y con él llegó la evolución dentro del baloncesto nacional. 


Jugó hasta 1976, retirándose en el Breogán. Muchos años habían pasado desde su debut profesional en el Barcelona en aquellos primitivos años 50. El baloncesto había evolucionado con él, pero siempre siendo uno de los máximos anotadores y reboteadores de la historia de la canasta española. Si no el más grande, uno de los más extraordinarios del baloncesto español.

lunes, 8 de agosto de 2016

Antes del Dream Team

Sería en los Juegos Olímpicos de 1992 disputados en Barcelona cuando gracias a las nuevas reglas que permitían a los atletas profesionales competir en unos Juegos Olímpicos (inicialmente de corte amateur), los Estados Unidos pudo por primera vez llevar jugadores de la NBA, disfrutando de un juego maravilloso; del magnífico Dream Team. Sin embargo, antes de esto, a los estadounidenses no les hizo falta llevar a profesionales para aplastar a sus rivales. 


Hasta ese 1992, los Estados Unidos llevaban amateur en edad universitaria que en poco tiempo pudieran dar el salto al profesionalismo. Y eran tan buenos, tan agiles, veloces y grandes encestadores, llegando a competir con otros baloncestistas que si eran profesionales en sus clubes tales como jugadores soviéticos o yugoslavos que eran sus rivales principales. 


Estos jugadores pre-Dream Team eran buenisimos y no lo digo yo; lo dicen sus números. Consiguieron desde los Juegos Olímpicos de 1936 (primera edición en la que se disputó el torneo de baloncesto) nueve oros, una plata (el robo ante la Unión Soviética en 1972) y un bronce. Sólo una vez no estuvieron en el podio y fue en Moscú 1980 cuando los Estados Unidos no participaron (cosas de la guerra fría). 


Algunos de estos magníficos jugadores entraron en la historia del medallero olímpico por un motivo curioso. Michael Jordan (sobran las presentaciones) y Chris Mullin han sido los únicos en conseguir una medalla de oro tanto a nivel amateur como profesional, ya que obtuvieron el oro de 1984 y fueron integrantes del Dream Team que consiguió el oro y deslumbro en los Juegos Olímpicos de Barcelona ¡Y es que estos baloncestistas estadounidenses son buenisimos desde que van a la universidad!

martes, 14 de junio de 2016

Los triples de Alberto Herreros

Faltan poco más de 40 segundos y tu equipo va perdiendo por 8 puntos, dejándose la Liga. Aparte de eso, el jugador más importante de la plantilla no puede jugar ya que ha llegado a las 5 faltas. Sin embargo, errores propios y ajenos y el equipo se pone a 2. Faltan 14 segundos y el balón te llega al borde de la línea de 3. Es tu momento y tiras un triple. Ese hombre que se juega el todo por el todo se llama Alberto Herreros.


Herreros, antes de todo, eso ya había demostrado que era un grande. Criado en el Canoe para pasar al histórico Estudiantes, allí comenzaría a destacar como uno de los jóvenes valores del baloncesto español. Sería en los 90 cuando daría el salto al Real Madrid en un momento no especialmente bueno para el club blanco, lo que hizo no ganar tantos títulos como merecía.


Herreros se afianzó como uno de los mejores triplistas de la historia, siempre seguro, que le hizo despuntar como uno de los mejores aleros del viejo continente. Dos veces estuvo a punto de ganar la medalla de plata en unos Europeos, pero nuevamentela suerte le fue esquiva.
Mientras ganaba una Liga en la difícil cancha del Barcelona con un ambiente violentamente atroz en el que la antideportividad se hizo presente hasta el punto de que tuvo que recibir el campeonato en los vestuarios ante la lluvia de objetos tiradas al parquet. Hasta esos momentos no fueron del todo buenos.


Para la temporada 2004/2005 había anunciado su retirada. Ya en aquella época era suplente habitual frente a jugadores más jóvenes, aunque la calidad no entiende de edades. Y ahí quedó demostrado cuando en una final, que se daba por perdida, Alberto Herreros recibió el balón en su posición favorita, tira... y encesta. Eso que apenas duró unos segundos, pareció durar horas. Alberto Herreros en su último partido le daba la Liga a su equipo con un milagroso triple que justificaba una carrera.

El minuto imposible


Top 5 de una vida

martes, 19 de abril de 2016

El vuelo de Super Epi

No todo el baloncesto español acababa en Fernando Martín. Hubieron muchos grandes (en sentido literal) que dieron grandes alegrías a los aficionados del baloncesto en aquellos años 80 donde el deporte e la canasta a nivel europeo estaba creciendo con creces. Ahí es donde entra uno de esos baloncestistas eternos que supieron hacerse un hueco en el corazón de aficionados locales y rivales. Su Documento Nacional de Identidad dice que se llama Juan Antonio San Epifanio Ruiz, pero todos lo conocimos (y conocemos) como "Epi". 


"Epi" era el perfecto ejemplo de los aleros modernos: un gran salto haciendo valer su tremenda altura, pero un grandisimo tiro exterior que permitió en muchos casos ganar partidos a su equipo, el Barcelona, y a la Selección Nacional Española a la que dio muchos momentos de gloria formando parte del impresionante equipo que conquistó la Plata de los Juegos Olímpicos de los Ángeles del año 1984 bajo la batuta del gran Antonio Diaz-Miguel. 


Siempre con el 15 (número retirado por el Barcelona, algo poco habitual en los clubes europeos), "Epi" entronca dentro de lo que fue la antigua Liga de Baloncesto Española y el inicio de la ACB donde lo dio todo por su club, siendo más de una vez el máximo anotador en diferentes ediciones de la liga, consiguiendo títulos de ACB y Copa de España, aparte de algunos entorchados internacionales como la extinta Recopa. Consiguió muchas cosas, pero lo que se le resistió fue la Copa de Europa, llegando a disputar hasta tres finales de la misma. No siempre se puede ganar. 


"Epi" se retiró en 1995, siendo uno de los grandes jugadores de la historia del baloncesto español no sólo por sus números indudablemente buenos, sino por las sensaciones que dejaba a todos los que le veían jugar... y es que "Epi" era muy grande; Super Epi. 

jueves, 7 de abril de 2016

El jugador de las gruesas gafas redondas

No era el baloncesto que tenemos ahora. Ni la técnica era la misma, ni las reglas ni tan siquiera eran parecidas. Sin embargo había muy buenos jugadores... y grandes. Ahí es donde entra un jugador de gruesas gafas redondas. el cual con sus 2,08 metros dominabas las alturas a la perfección. Ese era George Mikan. 


Si; utilizaba gafas, pero poco importaba cuando era capaz de alcanzar balones imposibles para meterlos en el aro adversario o bloquear las entradas a canasta de los oponentes. Mikan fue una de las primeras grandes estrellas del baloncesto estadounidense antes de la creación de la NBA en la que también participó con notable éxito. Ganó campeonatos de la NBL, la BAA y la NBA, un MVP del All-Star Game, tres títulos de máximo anotador del campeonato, jugando en cuatro ocasiones el All-Star Game, siendo elegido en 6 ocasiones en el mejor quinteto de la liga. 


Mikan jugó en varios equipos, pero sería en el Minneapolis Lakers (si los Lakers en aquella época no estaban en los Ángeles), siendo la primera gran estrella del equipo. La gran estrella de la NBA era un Mikan, que en las alturas se encontraba como en casa. 



Al igual que el legendario Wilt Chamberlain, Mikan llegó a ser tan dominante que causó el cambio de varias reglas del juego, entre las que se encuentran la ampliación de la "zona de personal" (regla que es conocida como la "Regla Mikan"), la introducción del reloj de 24 segundos e incluso el que no se pudiera taponar un balón que cogiera trayectoria descendente... y es que su altura lo hacía casi infranqueable, taponando infinidad de balones. Muchos lo consideran como el padre de los pivots actuales. 


Tras su carrera, Mikan llegó a ser uno de los fundadores de la American Basketball Association (ABA), siendo comisionado de dicha liga, siendo uno de los fundadores de Minnesota Timberwolves. Lo que cabe decir de él, aparte de su gran profesionalidad y vida ordenada (se casó con su novia de toda la vida en lo que sería un matrimonio de casi 60 años y 6 hijos), destacó por ser muy querido por compañeros y adversarios, pasando inmerso los últimos años de vida en una batalla judicial contra la NBA luchando en favor de las pensiones de los jugadores retirados, cuando la liga no era tan lucrativa por aquellos años.


Mikan, que se acabó retirando en 1956, fue incluido en el Salón de la Fama en 1959 con todos los honores de un baloncestista que había sido y sigue siendo leyenda viva del deporte de la canasta... y siempre con aquellas gruesas gafas redondas. 

martes, 1 de diciembre de 2015

Un ciclón llamado Kobe Bryant

Ya habían pasado algunos años del histórico espectaculo baloncestistico conocido como el Showtime. Los Ángeles Lakers sin Magic Johnson o Kareem Abdul-Jabbar tenía que hacer frente a una época en la que Michael Jordan con sus Chicago Bulls había sido literalmente el Dios de la canasta. A todas estas llegó Kobe Bryant. 


Hablar de los premios e infinidad de canastas que ha hecho Kobe, sería ser injusto con él porque Kobe no sólo significo canastas o Anillos de la NBA, sino mucha calidad y es que los Angeles Lakers machacaban a sus rivales cuando el hacía jugar al equipo. Así que mejor sería hablar de lo que significo Kobe para su equipo. 


Y eso fue hacer mover al equipo como él y todos querían. Kobe no sólo era escolta, su posición natural, sino que podía jugar de alero y de base siempre que se lo requiriera hasta el punto de resolver partidos desde cualquiera de esas posiciones. Kobe era un jugador completisimo, al que algunos no dudamos en calificar como lo más parecido que ha habido a Michael Jordan (y eso es mucho decir). 

Entrada a canasta

Kobe primero se asoció con Shaquille O'Neal para ganar tres Anillos seguidos y después con Pau Gasol para conseguir otros dos y es que los buenos siempre se juntan. En cuanto a anotación, Kobe ha sido de otro mundo. Tercer máximo anotador en la historia de la NBA (Sólo Kareem Abdul Jabbar y Karl Malone lo superan), llegando a hacer 81 puntos en un partido, segunda marca histórica sólo superada por otro astro llamado Wilt Chamberlain. 

Kobe y Shaq

Sin embargo, Kobe no sólo fue grande en su país, sino a nivel internacional. Dos medallas de Oro obtenidas en los Juegos Olímpicos de Pekin 2008 y Londres adornan la nutrida sala de medallas de su casa. 


Hace unos días, Kobe anunció su retirada. Casí 20 años han pasado desde que un chaval fue seleccionado en el draft por los Charlotte Hornets, que inmediatamente lo traspasaron a los Lakers, algo de lo que probablemente se arrepentiran toda su vida. Y es que Kobe ha sido muy grande y merece estar por meritos propios en el Olimpo de los Dioses del baloncesto. 

domingo, 15 de noviembre de 2015

Aquella Liga de Baloncesto española

Hoy en día, los que seguimos con cierta frecuencia el baloncesto, estamos acostumbrados a que después de cada fase regular, viene los play off o eliminación directo en el que los ocho primeros se enfrentan entre si en duelos eliminatorios para dirimir el campeón de liga, algo netamente injusto porque objetivamente el primero tiene tantas posibiliddes de ser campeón como el octavo. Sin embargo, no siempre fue así. 


Antes existió lo que se llamó la Liga de Baloncesto de España en la que no existían play off injustos, siendo una liga en el sentido estricto, enfrentándose todos contra todos. Como ejemplo podemos tomar lo que es la Liga de Fútbol Española en el que hay una primera y segunda vuelta, siendo campeón el primer clasificado, mientras los que le seguían iba a competiciones europeas, descendiendo los tres últimos clasificados, ascendiendo por lo tanto los tres primeros de la división inmediatamente inferior. Como en aquella época existían los empates, una victoria valía dos puntos, mientras una igualada valía uno.
Esta competición fue creada por la Federación Española de Baloncesto en 1957, la cual fue la que organizo el torneo hasta 1983, año en el que la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) tomó las riendas de la Liga en la temporada 1983/84, añadiendo los play off copiando al modelo de la NBA con la "pequeña" objeción personal de que en la liga estadounidense hay diferentes grupos (siendo lógico que haya eliminatorias para dirimir cuál será el campeón de la NBA)a diferencia de la ACB donde sólo existe un grupo. 


Los únicos equipos que disputaron todas las temporadas de la Liga fueron el Real Madrid, el Juventud de Badalona y el Estudiantes. La competición la disputaron clubes, cuyos nombres nos pueden resultar extraños, pero que fueron auténticos clásicos del baloncesto español como el Picadero de Barcelona, el Nautico de Tenerife, el Mataró, el Aismalíbar Montcada o el Aguilas de Bilbao. 

Dos grandes: Emiliano y Nino Buscató

Entre los datos a destacar nos encontramos con el Real Madrid como absoluto dominador del torneo con 22 títulos, siendo Pedro Ferrándiz, entrenador del Real Madrid el que más títulos consiguió con 12. Fue tanto el dominio de la entidad blanca que el resto de campeonatos se lo reparten tan solo dos equipos: el Barcelona con 3 y el Juventud de Badalona con 2. 


Por otra parte Clifford Luyk fue el que más títulos consiguió con 14, mientras Alfonso Martínez, uno de los mejores baloncestistas de la historia de España, el que más puntos anotó, aparte de disputar y ganar ligas con tres equipos diferentes: El Barcelona, el Real Madrid y el Juventud de Badalona. 
Los años 80 sería el fin de una Liga en la que si bien hubo un gran dominador, era más justa que la actual, ya que el primero era el campeón.

jueves, 27 de agosto de 2015

Los españoles machacadores

En 2006 el baloncesto español dio un golpe sobre la mesa. Ese año se tenían puestas muchas esperanzas en el Mundial que se iba a celebrar en Japón. España llevaba realizando buenos campeonatos a nivel europeo, pero faltaba ese paso que llevara a la Selección Nacional al primer puesto en una competición. El gran favorito, como siempre, eran los Estados Unidos, pero no hay nada escrito en el mundo del deporte y nunca se sabe lo que puede pasar. 


España quedó encuadrada en el grupo B con Alemania, Angola, Nueva Zelanda, Japón y Panama. Ganaron con una superioridad que en algunos casos podríamos calificar de insultante. El único partido relativamente difícil fue contra Angola a la que sólo ganaron por 10, mientras que al equipo alemán literalmente lo destrozaron consiguiendo una enorme renta de 21 puntos.


Las dos eliminatorias siguientes, octavos y cuartos, se solventaron con cierta facilidad ante Serbia y Montenegro (antigua Yugoslavia) y Lituania. En semifinales se encontraron a una rocosa Argentina. Se venció por uno, aunque lo peor es que se perdio a Pau Gasol, referente indudable de España, para la final.


Pero ¿es qué acaso España dependía de un jugador para poder ganar una final? Estamos hablando de un equipo en el que aparte de Gasol, estaban Rudy Fernández, Juan Carlos Navarro, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, José Manuel Calderón, Sergio Rodríguez, Alex Mumbrú, Jorge Garbajosa, Marc Gasol, Carlos Jiménez y Felipe Reyes ¿No era el posible el milagro de ganar el Mundial con estos grandes jugadores?
No sólo no se notó la baja de Gasol, sino que todos y cada uno de esos hombres demostraron que cuando los españoles se unen, aún en la más grandes de las adversidades, pueden conseguir de todo. 


El rival era Grecia. Un adversario que no pudo hacer absolutamente nada ante la avalancha de juego español. Los hispanos dejaron en unos pauperrimos 47 puntos a una Grecia que veía como los españoles machacadores les anotaban 70. 


España conseguía un Oro Mundialista; uno de los grandes sueños de todos los españoles amantes del baloncesto. Y así lo remarcó el Seleccionador Pepú Hernández (ex-entrenador y heredero del Estudiantes; una de las grandes escuelas baloncentisticas de España). Esos hombres habían hecho historia; ese equipo había entrado en la inmortalidad. 

¡Grandes!


¡Campeones!