No era el baloncesto que tenemos ahora. Ni la técnica era la misma, ni las reglas ni tan siquiera eran parecidas. Sin embargo había muy buenos jugadores... y grandes. Ahí es donde entra un jugador de gruesas gafas redondas. el cual con sus 2,08 metros dominabas las alturas a la perfección. Ese era George Mikan.
Si; utilizaba gafas, pero poco importaba cuando era capaz de alcanzar balones imposibles para meterlos en el aro adversario o bloquear las entradas a canasta de los oponentes. Mikan fue una de las primeras grandes estrellas del baloncesto estadounidense antes de la creación de la NBA en la que también participó con notable éxito. Ganó campeonatos de la NBL, la BAA y la NBA, un MVP del All-Star Game, tres títulos de máximo anotador del campeonato, jugando en cuatro ocasiones el All-Star Game, siendo elegido en 6 ocasiones en el mejor quinteto de la liga.
Mikan jugó en varios equipos, pero sería en el Minneapolis Lakers (si los Lakers en aquella época no estaban en los Ángeles), siendo la primera gran estrella del equipo. La gran estrella de la NBA era un Mikan, que en las alturas se encontraba como en casa.
Al igual que el legendario Wilt Chamberlain, Mikan llegó a ser tan dominante que causó el cambio de varias reglas del juego, entre las que se encuentran la ampliación de la "zona de personal" (regla que es conocida como la "Regla
Mikan"), la introducción del reloj de 24 segundos e incluso el que no se pudiera taponar un balón que cogiera trayectoria descendente... y es que su altura lo hacía casi infranqueable, taponando infinidad de balones. Muchos lo consideran como el padre de los pivots actuales.
Tras su carrera, Mikan llegó a ser uno de los fundadores de la American Basketball Association (ABA), siendo comisionado de dicha liga, siendo uno de los fundadores de Minnesota Timberwolves.
Lo que cabe decir de él, aparte de su gran profesionalidad y vida ordenada (se casó con su novia de toda la vida en lo que sería un matrimonio de casi 60 años y 6 hijos), destacó por ser muy querido por compañeros y adversarios, pasando inmerso los últimos años de vida en una batalla judicial
contra la NBA luchando en favor de las pensiones de los jugadores
retirados, cuando la liga no era tan lucrativa por aquellos años.
Mikan, que se acabó retirando en 1956, fue incluido en el Salón de la Fama en 1959 con todos los honores de un baloncestista que había sido y sigue siendo leyenda viva del deporte de la canasta... y siempre con aquellas gruesas gafas redondas.
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