En un Estado democrático es factible defender una forma de Estado, sease monárquica o republicana. Sin embargo, es muy curiosa la querencia por parte de algunos de una República a la que llamarían tercera, aunque sea una mera Segunda República bis con lo poco bueno que tuvo y lo mucho malo que dejo.
Sabiendo todo lo que ocurrió, quiero creer que los que lanzan vivas a la República, poniendo como ejemplo a la del 31, son unos ignorantes y que una mínima parte son unos radicales. Porque si uno desde una vista global y nada ideologizada, ve lo que paso desde el Siglo XIX hasta la dictadura franquista, se da cuenta de que España es la historia de malos contra malos con infinidad de golpes de Estado, asesinatos, quemas de edificios e Iglesias y gobernantes nefastos tanto con Monarquías, dictaduras o repúblicas. Nadie que no sea un ignorante o un extremista puede estar de acuerdo con nada de lo que pasó en aquellos años oscuros.
No obstante, hay gente que parece vivir en el pasado y no habló de los entonces niños de la posguerra (muchos de los cuales prefieren pasar página), sino de jóvenes que han crecido en el odio, el cual es su gasolina, puesto que sóloviven por y para ello. Criticar las maldades acaecidas durante la Segunda República, no significa exonerar la dictadura de Franco. Me apena tanto el asesinato de García Lorca como el de Muñoz Seca. El problema radica en que nos creíamos muy maduros a nivel democrático, pero aún hay individuos que viven en la España de trincheras.
Todo eso me molesta, pero si hay algo que me enfada es que un comunista se declare republicano. Cabe recordar que os comunistas en comunión con los socialistas ya intentaron cargarse la Segunda República en el 34 disfrazandola de huelga general. Aunque en el fondo es verdad que los comunistas (y algún socialista) son republicanos... de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, claro.
Una República no es ni de izquierda, ni feminista, ni animalista (dicho y escrito por algún iluminado), ni crea leyes para decirte como tienes que actuar (acuérdense de la Ley de la Defensa de la República). Yo que comulgo más con una República que una Monarquía (y soy de derechas, por cierto), me declaró del sentido común y prefiero antes una Monarquía con sus imperfecciones que una República socialista tal y como la conciben algunos que homenajean a personajes de muy dudosa moralidad como Largo Caballero, colaborador en la dictadura primoriverista, defensor de la dictadura del proletariado y que ya en el 34 alentaba a una guerra civil. Quiero una República, pero no la posibilidad de que algún descerebrado sea dirigente de la misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario