A finales de los años 50, el régimen franquista ya estaba consolidado al 100% y tras una dura posguerra en la que España pudo entrar en la Segunda Guerra Mundial y donde el hambre y la miseria pulularon por las calles con las tristemente celebres cartillas de racionamiento, el país entraba en un nuevo periodo en el que el movimiento nacional (La Falange Española) y los militares iban a ocupar un segundo (e incluso un tercer plano) dentro de las políticas de la dictadura, desapareciendo progresivamente del Gobierno. Por contra entraban un grupo de hombres jóvenes, hijos de la guerra civil y la posguerra, pertenecientes al Opus Dei (aunque no lo eran todos), los cuales darían nuevos bríos a un régimen que buscaba "abrir" su mente y pasar de la autarquía al desarrollismo en lo que serían los tres Planes de Desarrollo Económico y Social. Era la época de los tecnócratas.
Antes de nada, decir que un tecnócrata es una persona especializada en un campo determinado, el cual se desempeña exclusivamente en esa función. Así, por ejemplo un economista sería Ministro de Economía o un pedagogo sería un Ministro de Educación.
La idea de Franco era equiparar en la medida de lo posible al régimen con el resto de potencias europeas a nivel económico, viendo el cambio de generación que estaba teniendo lugar en aquellos años. Uno de los que auspiciaría ese cambio sería el Almirante Luis Carrero Blanco, mano derecha del propio Franco, el cual favoreció nombramientos, cuyo objetivo era conseguir aumentar el bienestar material de la población para
dotar de una nueva legitimidad "de ejercicio" al régimen y completar su institucionalización para asegurar su perdurabilidad "después de Franco". Sus cargos no eran políticos, ni estaban vinculados al movimiento; eran hombres que se dedicarían a "hacer cuentas". Eran en definitiva personas alejadas de la política, cuya vinculación al Opus Dei hizo que se les conociera popularmente como "Los tecnócratas del Opus Dei" y es que el régimen tuvo mucha vinculación con esta secta dentro de la Iglesia Católica.
Carrero Blanco jura su cargo de Vicepresidente |
Entre esos hombres estaban Juan José Espinosa en Hacienda, Gregorio López Bravo en Industria, y Manuel Lora Tamayo en Educación, Laureano López Rodó en Plan de Desarrollo, Manuel Fraga en Información y Turismo, Fernando María Castiella en Exteriores y Licinio de la Fuente en Trabajo. Muchos de esos hombres formarían el núcleo aperturista del régimen, hallando una tremenda oposición entre falangistas y franquistas de cuna, que años después formarian lo que sería conocido como "el búnker".
Licinio de la Fuente, Ministro de Trabajo |
A nivel político el régimen siguió siendo una dictadura, pero este grupo de tecnócratas realizó una labor económica y social tan buena que sus muchas actuaciones, el país saldría muy beneficiado en un futuro. Entre otras cosas, en esta época comenzaría el vínculo con el turismo, que tantas ganancias ha dejado en España, se crearía la Seguridad Social, aparecería una auténtica clase media que aún perdura, se fomentó el abandono del campo por la ciudad habiendo un intenso proceso de urbanización, se crearon unas oposiciones en algunos casos durisimas para evitar los "enchufados", se produjo el nacimiento de una sociedad de consumo de masas, aumentó la alfabetización y escolarización y se legisló una ley de prensa (conocida como "Ley Fraga") que fomentó cierto aperturismo en las informaciones. Gracias al grupo de tecnócratas y Carrero Blanco, el Príncipe Juan Carlos sería nombrado heredero de Franco a título de Rey.
Sin embargo, todavía quedaba lo más importante... y era la llegada de una Democracia a España, algo que no llegaría hasta después de Franco y por lo que se tuvo que luchar muchisimo. No obstante, gracias a muchas de las políticas de aquellos tecnócratas, el país ha podido salir adelante.
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