sábado, 13 de mayo de 2017

Cupido y Psique

Se cuenta que habían un rey y una reina, que tenían tres hijas, una de las cuales, la menor, Psique, era de inigualable belleza hasta el punto de tener enamorados a todos los hombres del Reino. Esto despertó los celos de la Diosa del Amor y la Belleza, Afrodita, la cual mandó a su hijo Cupido a herirla con uno de sus certeros flechazos para que ella se enamorara del peor monstruo de la tierra, pero... 


Cuando se disponía a cumplir la orden de su propia madre, Cupido se pinchó accidentalmente con una de sus flechas y al instante quedó enamorado de Psique. Tan grande era el Amor que sentía por la joven que pidió ayuda a Apolo, Dios de la Luz y la Verdad (entre otras cosas) para ganarse el Amor, haciendo, ante la petición de Cupido, desaparecer de inmediato a todos sus pretendientes.
El Rey, el cual desconocía el motivo de dicha desaparición, pidió consejo al propio Apolo, quien le recomendó que la llevara a la cumbre de una montaña para que un Dios la desposara. Como no era bueno contrariar a la divinidad,  los padres cumplieron con su mandato.


Cuando Psique se quedó sola, lloró al verse desamparada, quedandose dormida. Cuando despertó, se encontró recostada sobre una alfombra de hierba fresca, en el jardín de un magnífico palacio, escuchando una suave voz que continuamente le decía que dicho Palacio era suyo y que podía disponer de todo lo que en él, había.
Sin saberlo se había convertido en la amada esposa del Dios alado Cupido, el cual la visitaría por las noches, para que Psique jamás pudiera ver su rostro porque, a diferencia de muchos Dioses, deseaba ser querido como un hombre y no como un Dios. Si alguna vez descubría quién era su amado, ambos se separarían para siempre porque ya lo dice la frase de Oro: donde hay amor no puede existir la desconfianza. Como Psique se aburría durante el día, quiso que vinieran sus hermanas a visitarla, deseandole a su desconocido esposo que pudieran ir con ella. Al ver la felicidad y la opulencia en la que vivía Psique, sus envidiosas hermanas decidieron urdir un plan para arruinarle la vida.


Apelando al hecho de que nunca había visto a su marido, sus hermanas le llenaron la cabeza a Psique la cabeza de dudas en torno a quien sería por lo que la forzaron a descubrir su rostro mientras éste dormía, llevando un cuchillo por si las dudas. Fue esa misma noche cuando Psique iluminó su semblante con una lámpara, quedando maravillada por el atractivo de Cupido, que al ver la luz se despertó, decidiendo marcharse, por no haberse respetado lo pactado. 


Psique, desesperada, pidió ayuda a los Dioses, quienes le dijeron que el perdón debía pedirselo a Afrodita, la madre de Cupido, a quien  había ofendido. La Diosa la despreció al principio, pero le dio una oportunidad: Psique tendría que pasar tres duras pruebas, dificiles, pero que las superó con ayuda de la madre naturaleza. Afrodita la acusó de hechicera; y deseando vencerla, la retó a una última prueba (la madre de todas las pruebas; la más dificul). Debería bajar al Hades y llenar un cofre con una parte de la belleza de Perséfone, Reina del Hades.
Sabiendo que eso era más que imposible, Psique decidió suicidarse arrojándose desde lo alto de una torre, pero antes de todo eso, escuchó una voz que le prometió guiarla durante su travesía. La condición era que una vez que se llenara el cofre con la belleza de Perséfone no debería abrirlo nunca. Psique hizo todo lo que le dijo la voz, pero la curiosidad la venció y la obligó a abrir el cofre. Cuando la caja se abrió, el sueño la invadió, desplomandose sobre el camino como fulminada por un rayo.
 

Un desesperado Cupido, que la había estado buscando, la encontró, pudiendo volver a encerrar el sueño en el cofre, despertando a la joven con un beso. El Dios la alzó con suavidad, levandandola en vuelo y llevándola con él hasta el monte del Olimpo, morada de los Dioses, donde Zeus, los unió en matrimonio para SIEMPRE.

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