Lo crean o no las nuevas generaciones, pero hubo una época en la que Chiquito de la Calzada fue uno de las personas más reconocidas del país. ¿Quién iba a pensar que un señor que no era más que un cantaor flamenco acabaría convirtiéndose en uno de los más grandes humoristas españoles?
Fue el gran descubrimiento de mediados de los años 90 en un programa de Antena 3, "Genio y Figura", con esos chistes tan característicos, aunque lo que lo hacían único eran sus expresiones. Entre ellas encontramos "Pecador de la pradera", "Hasta luego, Lucas", "¡Al ataquerrrr!", "Cobarde", "¡Fistro!" o "¿Te dah cuen?", que lo convirtieron en todo un fenomeno, que propició incluso las imitaciones y las constantes referencias a su figura. Su estilo, su forma de moverse y hablar hicieron que el chiste alcanzara cotas inimaginables.
Su estilo era inconfundible: uniendo palabras que combinaban expresiones andaluzas con medio inglesas, el contenido de los chistes era simple y corto, aunque alargados por su forma llamativa de contarlos, aderezados con su forma de andar de un lado a otro del escenario sin parar,
mientras se sujeta las lumbares, como si tuviera dolores ("¡No puedor, no puedor!").
Chiquito de la Calzada fue tan reconocido, que incluso llegó a protagonizar dos películas, ambas con Bigote Arrocet: "Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera", una parodia de las películas Western, y su secuela "Brácula: Condemor II ", una parodia de las películas de Drácula.
Tal ha sido su transcendencia que se le han hecho infinidad de homenajes, así como se han publicado recopilaciones de sus mejores gags o chistes. Efectivamente. Chiquito fue un genio en su época y aunque resulte llamativo una figura mediática.
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