"Quiero elevar un palacio para Dios y una choza para el Rey"
Felipe II de España
La gloriosa batalla de San Quintín que acabó en victoria de las tropas españolas sobre las francesas tuvo lugar el 10 de Agosto de 1557, festividad de San Lorenzo, por lo que Felipe II promovió la construcción de un edificio para conmemorar tal logro atribuido a la gracia de Dios para con el Rey. Éste sería el monasterio ubicado en San Lorenzo de El Escorial, cuya primera piedra se pondría 23 de Abril de 1563.
La idea del Rey era crear un panteón real perpetuo en el que estarían enterrados todos los Monarcas de las Españas, así como miembros de la Familia Real, tal y como había sido el deseo de su padre, Carlos I. Junto a dicho panteón, se incluiría un un palacio, una basílica y un
monasterio, en el cual habitarían los monjes que se encargarían de orar por las Almas de los miembros de la Familia Real.
Lo cierto es que la obra duró más de la cuenta. El primer director del proyecto fue Juan Bautista de Toledo. al que sucedió tras su muerte en 1567, el italiano Giovanni Battista Castello conocido como "El Bergamasco" y, posteriormente, el discípulo del primero, Juan de Herrera, el cual le añadió un estilo personal al edificio con un método más sobrio (muy alejado del de su maestro), modificando parte del proyecto original con un estilo aquitectónico conocido posteriormente como escurialense o herreriano. La última piedra se puso 21 años después, concretamente el 13 de septiembre de 1584.
Fundado por monjes de la Orden de San Jerónimo (actualmente se encuentra ocupado por frailes de la Orden de San Agustín) puedo decir que es uno de los edificios más maravillosos de su época con una gran cantidad de obras de arte tanto en pintura como escultura, así como unas habitaciones y salas dignas de todo un Rey (bibliotecas, salas de las batallas, basílica, convento, ...), destacando además la cripta donde se hayan los Reyes y Reinas de las Familias reinantes en España. los Austrias y los Borbones.
Cabe decir que el edificio fue la instalación casi permanente de Felipe II donde recibia las visitas. El Real monasterio de San Lorenzo del Escorial fue un autentico Cuartel General para un hombre en cuyas posesiones no se ponía el sol.
" ... nadie ve El Escorial sin llenarse de gloria, de orgullo nacional (...), él recuerda el poder, la riqueza, la civilización, los vastos conocimientos e influjo de esta gran nación en el siglo XVI (..), él excita la admiración y aun la envidia de las Naciones extranjeras" (José Quevedo, bibliotecario español)
El Escorial es precioso
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