Sí hace unos días escribía sobre un tipo que pretendiendo ser serio, su patetismo lo convertía en un completo bufón (Piqué), ahora les voy a comentar algo sobre determinados personajillos que consideran licito burlarse de un atentado, pretendiendo ser chistosos, pero sólo se ríen los que son de su cuerda ideológica... porque de eso se trata. Si la tal Cassandra se hubiera reido del atentado de los abogados de Atocha (del que este año se cumplieron 40 años), a todos con razón nos hubiera parecido fatal, pero como la víctima de dicho atentado es Carrero Blanco (acompañado eso si de su escolta y chófer, cuyas ideologías desconozco, pero poco importa eso) no pasa nada y podemos alegar que estamos haciendo humor negro y hacer referencias a Tip y Coll y nosécuántas cosas más, pero es que resulta que la mencionada Tuitera ya le había deseado la muerte a Rajoy, Cristina Cifuentes o Sánchez Drago, mientras por otro lado lloraba la perdida de ese comandante golpista venezolano, al que la extrema izquierda alaba y honra.
Lo que objetivamente no tiene gracia no es humor y sólo le puede hacer gracia a los psicópatas o aquellos que consideran que el insulto o la amenaza son lícitos en Democracia y que las redes sociales deben estar al margen de la Ley. Y hay que ser muy bestia (me da igual que seas de derechas o izquierdas) para publicar un tweet que te tienes que repensar a la hora de ponerlo (recuerden: 140 caracteres) en la comodidad de tu casa, insultando o, peor aún, deseando la muerte a alguien.
Flaco favor le hacemos a la Libertad de Expresión (con mayúsculas) si toleramos estas actitudes propias de personas asociales, que lo único que hacen es esparcir su basura mental (por no decir mier...) a los cuatro vientos. Sinceramente: esta gente tiene tanto odio, destila tanto rencor contra aquellos que no piensan como ellos, que no se como se soportan a ellos mismos.
PD: Me gustaría saber qué harían periodistas de determinada ideología si tuvieran un familiar lamentablemente asesinado por terrorismo y un individuo se riera de dicho crimen. Y es que lo de la tal Cassandra no es precisamente algo aislado. Existen gran cantidad de condenados por temas relacionados con enaltecimiento del terrorismo y ofensa a las víctimas en las redes sociales, cuyas empresas, por cierto deberian tomar cartas en el asunto. Esta tipa tiene tantos tweets bestias que no sé como daba a basto (no sé si ha borrado alguno porque si en algo destacan determinados seres es por su "valentía").
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