viernes, 13 de marzo de 2015

Clásicos Inmortales: El Ladrón de Bagdad

Hubo una época en la que las cintas de aventuras eran realizadas para resaltar las capacidades tanto atléticas como intrépidas del protagonista y esa es básicamente la definición de esta obra que nos traslada directamente a una de las historias más conocidas de "Las Mil y Una Noches" con un Douglas Fairbanks, que intervino en la producción y realización de una obra a la que siempre calificó como una de sus mejores actuaciones. Y es verdad.


Ahmed (Douglas Fairbanks) hace literalmente lo que quiere. El robo es su forma de vida y como tal vive de ello. Su filosofía esta muy clara y así se lo deja saber al hombre sabio (Charles Belcher) que dirige los rezos en la Mezquita: sí quiero algo, lo tomo. Además, Ahmed desprecia a los que creen, diciendo que Ala es sólo un mito. Una noche, utilizando una cuerda mágica que el "tomó" durante unos rituales, se cuela en el Palacio del Califa (Brandon Hurst). Todos duermen, salvo los guardias que no perciben al ladrón. Allí busca el tesoro, que encuentra, sin embargo, es alguien el que le quita cualquier pensamiento de pillaje. Ese alguien es la hermosa Princesa (Julanne Johnston), que en ese momento se encuentra dormida, de la que se enamora al instante.

encontrándoseacon la Príncesa dormida

Sin embargo, es descubierto por la esclava mongol de la Princesa (Anna May Wrong), que da la alerta, y tiene que huir de Palacio, no sin antes pensar que la próxima vez que vuelva, será para raptar a la Princesa. Para ello deberá ser hábil y es por eso que planea pasarse como uno de los Príncipes que va a pedir la mano de la Princesa el día en que ésta cumple años. A la Princesa no parece interesarle nadie, especialmente el Príncipe de los Mongoles (Sojin Kamiyama). Le predicen que quien toque el rosal será su marido. Será entonces cuando aparece Ahmed del que se enamora y que de una forma algo fortuita literalmente cae sobre el rosal antes de que pueda tocarlo el Príncipe de los mongoles. La idea del mongol es casarse con la Princesa para hacerse con el control de la ciudad y sí ella no accede a casarse con él, tomar la ciudad a la fuerza. 

Ahmed se declara a la Príncesa

Ahmed, viendo los sentimientos mutuos entre él y la Princesa, decide contarle la verdad, algo que es oído por la esclava mongol, que claramente actua en favor del Príncipe de su pueblo, la cual pone en aviso al Califa, que dedice castigar a Ahmed, un vulgar ladrón. A pesar de saber la verdad, la Princesa sigue enamorada de aquel al quien creía un Príncipe.

Ahmed es apresado

Comienzan a azotarlo y el Califa manda que lo echen al monos para que lo despedace.Sin embargo, los guardias no harán tal cosa por mediación de la Princesa. Para ganar tiempo y que Ahmed tenga alguna posibilidad de ser su esposo, le dice a su padre que pida a los pretendientes que vayan a tierras lejanas y de éstas traigan un raro tesoro. Y de quienes hayan vuelto en la séptima luna, trayendo consigo el tesoro más raro, será su esposo. En medio de su dolor, Ahmed se encuentra con el hombre sabio. El ladrón no sólo se encuentra físicamente herido en el cuerpo, sino en el Alma y así se lo hace saber al hombre sabio. Ante su dolor, el hombre sabio le dice que "Ala hizo el Alma para alcanzar la felicidad, pero debes merecértela". 


Con esos bríos parte junto a los demás pretendientes para ser el que obtenga la mano de la Princesa. El Príncipe de los mongoles, que no las tiene todas consigo, da la orden de que diferentes soldados se infiltren para tomar la ciudad en caso de que fuera necesario. El Príncipe de los Indios (Noble Johnson) obtiene una bola de cristal mágica, mientras el Príncipe de los persas (Mathilde Comont) consigue una alfombra voladora. Ahmed, tras varías dificultades, obtiene una capa de invisibilidad y polvo mágico, que cuando lo rocía, se convierte en lo que desea.


Por otro lado, el Príncipe mongol ordena envenenar a la Princesa. La idea es que él tiene una manzana mágica que hará que la Princesa vuelva a la vida. Tras contemplar su proximidad a la muerte, mediante la bola de cristal del Príncipe de los indios, van raudos gracias a la alfombra voladora del Príncipe de los persas. Sin embargo, la Princesa una vez que ha consumido la manzana, librándose de la muerte, no toma una decisión, puesto que los tres regalos supusieron que ella no muriera defintivamente, ya que por la bola de cristal vieron que estaba muriéndose, llegaron rapidamente gracias a la alfombra y pudo vivir gracias a la manzana. Ella quiere esperar al que verdaderamente ama que es Ahmed y el Príncipe de los mongoles, harto de esperar, decide sitiar Bagdad, tomándola facilmente. 


La Princesa que antes lo repudiaba, ahora lo desprecia. En esto que llega Ahmed y, tras contemplar la situación, utiliza los polvos mágicos para formar todo un ejercito que al mando del propio Ahmed intentara librar a la ciudad del tirano mongol. Aún el Príncipe mongol intentará raptar a la Princesa llevándosela en la alfombra voladora, pero Ahmed consigue penetrar en Palacio, gracias a su capa de invisibilidad y salvar a la joven. 


Mientras el Príncipe mongol es capturado. El Califa, viendo lo que ha hecho el antaño ladrón de Bagdad, decide darle la mano de la Princesa en matrimonio. Finalmente podrán vivir su Amor y Ahmed hizo verdad la frase que le dijo el hombre sabio: "La Felicidad debe conquistarse".
 

Hoy en día los "efectos especiales" de esta película pueden considerarse algo primitivos, pero en su época supusieron todo un avance para el séptimo arte. Lo que es seguro es que esta obra nos traslada a un ambiente de fantasía en la que un hombre acaba encontrando la Felicidad donde no la esperaba. En 1940 se hizo un remake bastante exitoso y que se ganó el aplauso de muchos críticos, sin embargo, para esos mismos críticos (al igual que para mi), la versión de Fairbanks es la que mantiene vivo el espíritu de "las Mil y una Noches". 

Ficha

Dirección
Raoul Walsh
Producción
Douglas Fairbanks
Guión
Lotta Woods
Douglas Fairbanks
Música
Mortimer Wilson
Fotografía
Arthur Edeson
 
Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1924
Género
Aventuras, Fantástico, Acción, Romance
Duración
140’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Douglas Fairbanks
Ahmed
Sojin Kamiyama
Príncipe de los mongoles
Charles Belcher
Hombre sabio/Narrador
Anna May Wong
Esclava mongol
Julanne Johnston
Príncesa
Brandon Hurst
Califa
Snitz Edwards
Socio de Ahmed
Noble Johnson
Príncipe de los Indios
Mathilde Comont
Príncipe de los persas
Sadakichi Hartmann
Mago de la corte

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