lunes, 2 de marzo de 2015

La belleza del cine mudo

A lo largo de la historia de este blog, he publicado diversos post-homenaje dentro de determinados ámbitos. Sin embargo, este post es diferente. Éste es un HOMENAJE en mayúsculas a toda una época: la del cine mundo. Un tiempo cinematográfico concreto, que con la llegada del cine sonoro fue despreciado en múltiples foros por su supuesta falta de calidad, pero que a día de hoy, gracias a cinéfilos entre los que me encuentro, esta empezando a ser valorado no sólo por los adictos al séptimo arte, sino por todo aquel que sabe valorar una buena película sea muda o sonora. 


Antes que nada, decir que el cine mudo no sólo se circunscribe hasta la aparición del sonido, puesto que después de la aparición de éste, también se hicieron obras mudas muy brillantes. De hecho, Chaplin rodó películas con algún que otro sonido, aunque aún eran mudas como "Luces de la Ciudad" o "Tiempos Modernos". La primera película completamente sonora de Chaplin fue "El Gran Dictador", que data de 1940.
El cine actual es heredero natural de la época muda, gracias a D. W. Griffith, que con su perfecta estructura de guión, supo darle un sentido a las películas. Ya no eran simples personajes que aparecían y desaparecerían; eran personajes que sentían, pensaban y dialogaban entre si. Griffith es uno de los grandes directores de la etapa muda junto con otros grandes como el mencionado Chaplin, Eisenstein, Sjöstrom o los expresionistas alemanes como Murnau o Lang. Muchos de ellos, destacarían no sólo en el cine mudo, sino en el sonoro.

D. W. Griffith, padre del cine moderno

Es destacable la importancia de la música en vivo para proyectar miedo, angustia, suspense, romance o comedia. El espectador tenía que meterse de lleno en la historia y ser parte activa de la misma. Que se pregunte ¿Qué le pasará al protagonistas?

F. W. Murnau

Por otro lado están los actores. En aquella época no era necesario que un interprete aprendiera el guión. Era el mismo director el que le decía como ponerse en, por ejemplo, una escena de pánico o como mostrarse enfadado. Podríamos decir que el director era el apuntador de la obra, algo que se da en el teatro. La llegada del sonoro fue un gran cambio en el mundo actoral hasta el punto de que muchos se retiraron por tener una voz chillona o por su incapacidad para aprender los guiones. Hubo incluso actores o cineastas extranjeros como Billy Wilder, que tuvieron que aprender a utilizar correctamente el inglés. 

Griffith rodando

Dentro del mundo actoral tenemos grandes interpretes: Lillian Gish, Emil Jannings, Harold Lloyd, Chaplin, Buster Keaton, Lil Dagover, Janet Gaynor, Conrad Veidt, Lon Chaney, el matrimonio formado por Douglas Fairbanks y Mary Pickford (la primera en utilizar el mote de "Novía de América") y tantos otros, muy conocidos o no, que hicieron del cine todo un arte en su etapa muda. Hay que reconocer que, a pesar de las facilidades mostradas por el hecho de ser innecesario el aprenderse el guión, es destacable la labor interpretativa realmente complicada, ya que hay que saber mostrar emociones sin palabras: sólo con un gesto, una mirada o una forma de moverse. Los intertítulos por supuesto eran muy importantes, aunque la gestualidad seguía siendo importante.


Decir que muchas de estas películas eran de una calidad estética muy mala es aberrante. Algunos de estos se dicen eruditos del cine y desprecian a una parte importante de ese arte que dicen defender. En realidad, la calidad visual de las películas mudas, sobre todo durante los años 20, era a menudo muy buena, incluso mejor que las primeras del cine sonoro. ¿A qué se debe tal falsedad? 
Hay que tener en cuenta que muchas de estas películas presentaban errores técnicos (tales como velocidad de reproducción incorrecta) y que algunas se conocen por copias deterioradas. Un caso paradigmático fue "Nosferatu: una Sinfonía del Horror" de Murnau. Una sentencia judicial obligaba al estudio a acaba con todo el material rodado y que se había estrenado, ya que el director alemán había hecho una copia de la novela "Drácula" sin tener los derechos. Aún cambiando el título y los personajes, perdieron el juicio con la viuda de Bram Stoker, Florence. Muchos grandes cinéfilos consiguieron sacar la película de Alemania, mediante contrabando de copias de copias del metraje original, por lo que su calidad era pésima. Esta como tantas películas mudas han sido restauradas con una banda sonora distinta a la original. 

El juego de luces y sombras clave en "Nosferatu"

También muchas veces la falta de interés del estudio por preservar la obra, motivó la mutilación de algunos grandes clásicos como "Avaricia" de von Stroheim o la perdida completa como con "Londres Después de Medianoche" (en España se tituló como "La Casa del Horror"), cuya única copia existente se perdió en un incendio en los estudios de la Metro-Goldwyn-Mayer en los años 60. Hay que decir que en aquella época el material de las bobinas era muy malo, llegando a ser altamente inflamable. 

Douglas Fairbanks nos trasladó a Arabía con "El Ladrón de Bagdag"

El cine mudo hay que ponerlo en su contexto. Estamos hablando de una época del cine primitiva (es verdad), pero donde se realizaron por primera vez todo tipo de técnicas que posteriormente serían utilizadas millones de veces en la etapa sonora. En el cine mudo se pasaron de los cortos de los hermanos Lumière a las historias fantasiosas de Méliès y se alcanzó la excelencia gracias a la calidad argumental de las obras de Griffith. Hubo grandes películas desde las comedias clásicas de Buster Keaton, pasando por las maravillosas obras de Chaplin o el expresionismo alemán.


La última película muda antes de la aparición del cine sonoro sería "Amanecer, una Canción de Dos Seres Humanos" de Murnau. Todo un canto al cine mudo, que merece todo un respeto y ser visionado por todo cinéfilo que se precie por ser la base de todo lo que vendría después. Una de las causas del motivo de que el cine sea considerado un Arte. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario