martes, 24 de marzo de 2015

El caballero sin espada del cine

Nunca Stewart olvidaría la importancia que tendría Frank Capra para su carrera. Jimmy Stewart, ese caballero sin espada del cine, nos gano desde el primer momento con esas películas que parecían comedías, pero que tenían un fundo trágico en su persona o en la sociedad que lo rodea.


Sería imposible hablar del cine de finales de los 30 y principios de los 40 sin un Stewart que pasó de convertirse en el actor imprescindible de Capra a ser uno de los favoritos de Hitchcock. Ya para entonces había pasado la Segunda Guerra Mundial en la que sus acciones le llevaron a ser uno de los pocos norteamericanos que pasaron de soldado a coronel en menos de cuatro años. Stewart no fue el único actor que se enrolo en las filas norteamericanas, pero también es verdad que prefirió combatir en tierra hostil a diferencia de muchos de su profesión.


Tras la maravillosa ¡Qué Bello es Vivir! alcanzó una etapa dorada gracias al maestro del suspense con "La Soga" en un papel que antes había rechazado otro preferido del cineasta ingles, Cary Grant con el que ya había actuado Stewart en la inolvidable "Historias de Filadelfia"junto a la gran Katherine Hepburn. Precisamente por esa película obtendría su único Oscar.


Es probable que a Hitchcock le encantará Stewart por su facilidad para la comedia o situaciones inverosimiles. Lo cierto es que actuaria en otras grandes cines del maestro inglés como "La Ventana Indiscreta" (inolvidable su actuación junto a Grace Kelly) y "El Hombre que sabía Demasiado".

Hitchcock y Stewart

Sería a finales de los 50 cuando su estrella declinaria y, sin embargo, todavía grandes como John Ford pensaron en él para hacer la magnífica cinta Western "El Hombre que mató a Liberty Valance". No era la primera cinta que hacía Stewart, pero por las connotaciones sociales del salvaje oeste y su perfecta sincronía con un hombre como John Wayne, esta obra pasa por ser una de las mejores del género y quizá una de sus últimas actuaciones, aunque su filmografía abarcó hasta los años 80.


Sería precisamente en esa década cuando James Stewart, el caballero sin espada del cine recibía un Oscar Honorífico a toda su carrera. Un premio merecido para una de las figuras más importantes del séptimo arte.

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