martes, 17 de marzo de 2015

La importancia de Cervantes

Tengo que reconocer que desde que se empezaron las investigaciones para encontrar los restos de don Miguel, me ilusione bastante como muchos amantes de la literatura. La posibilidad de encontrar los restos del divino manco, el Príncipe de los Ingenios, era fascinante. 


Sin embargo, sabiendo de la importancia que tiene el hallar sus restos y cuando parece que se ha encontrado algo (resalto lo de parecer), considero que a veces en todas las cosas nos perdemos más en el continente que en el contenido. Un ejemplo lo vimos en la edad media cuando por razones económicas o de justificación de la Fe cristiana, salían infinidad de supuestas reliquias que demostraban la presencia de Jesús en el mundo, confirmando con ello la existencia de Dios, así como la de muchos santos. Hay que decir que muchas de esas "reliquias" eran absurdas (leche de la Virgen, prepucio de Jesucristo, ...). De hecho, dicen que con tantas supuestas astillas que se han conservado de la Vera Cruz, podrían hacer varias Arcas de Noe. 


El caso es que el continente (reliquias) tapaba lo verdaderamente importante: el contenido (Fe verdadera). Con Cervantes ha pasado lo mismo. Tanto hemos hablado de sus supuestos restos y del hallazgo de los mismos y desde España no se ha hecho un esfuerzo sincero por intentar conocer la figura de un hombre que fue un desgraciado toda su vida (pobreza, perdida de movilidad en el brazo, preso en Argel, preso en España por un caso de corrupción, ...) y que, sin embargo, sus obras representa una maravilla puesto que nos muestran un poco el carácter de este hombre singular. O es que cuando leemos al Quijote, no estamos leyendo sus propias opiniones acerca de la misma vida: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres". 


La desgracia de Cervantes no fue sólo su vida llena de infortunios (como el mismo diría), sino que desde su Patria nunca se hizo un estudio pormenorizado de su vida, así como de sus obras, alabadas en todo el mundo y, sin embargo, tan poco estudiadas hasta, por lo menos, la llegada de don Benito Pérez Galdós que puso a la novela en el lugar que le correspondía. Porque sí hay algo que decir el manco de Lepanto es que fue el inventor de la novela moderna. Un hombre que aparentemente no pasó por la Universidad y que llego a ser soldado en época de Felipe II, merece estar en la gloria de las letras hispánicas. Merece todo un homenaje se encuentren o no sus auténticos restos porque ya lo dije en el principio: importa más el contenido que el continente: hay que valorar la esencia del gran Cervantes.

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