Reconozco que la gran mayoría de personas, entre las que me encuentro, no quisieramos estar en la encrucijada de decidir sobre aplicar o no la eutanasia a una persona. Sin embargo, hay algo que llama poderosamente mi atención y es cuando se habla de muerte digna o morir con dignidad a una persona, refiriéndose a la eutanasia ¿Eso es dignidad?
Sí nos vamos al diccionario de la RAE comprobamos como la palabra digno es bastante ambigua, dando pie a que cada uno la interprete a su manera. Así vemos como una de las primeras acepciones es "Merecedor de algo" y otra es "Correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo". Hasta un total de 5 definiciones de digno y ninguna habla desde un punto de vista objetivo sobre la palabreja de marras. Así hay personas que entienden que un individuo en estado vegetal merece morir para evitar su sufrimiento. No obstante, hay otras que piensan que una mujer tiene que abortar porque va a tener un hijo con síndrome de Down y así podríamos seguir como en la película de Frank Capra "Arsénico por Compasión" en la que las tías del personaje interpretado por Cary Grant engañan a unos vagabundos para darles arsénico en el café y evitar así su sufrimiento por unas condiciones penosas de vida ¿Qué nos impide acabar con la vida de todos aquellos que según nuestra moral no viven con dignidad?
Es por eso que es muy peligroso hablar de dignidad y que algunos defensores de supuestos derechos nos hablen de la muerte como algo digno. Lo de la niña de Santiago fue una gran tragedia, que hizo, estoy seguro, que los médicos se replantearan muchas cosas. Que no vengan los políticos de siempre ha decirnos lo que es o no es digno porque poner en el mismo plano la palabra muerte y el adjetivo digno es una falacia.
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