La aparición del cine sonoro supuso un cambio sin precedentes no sólo en cuestiones técnicas o interpretativas, sino que con él llegaría al séptimo arte un género que al igual que un bebe comenzó gateando para acabar siendo un adulto que andan y se mueve como le da la gana. Al cine llegarían los musicales.
Hasta los años 20, ese género era exclusivo del teatro, teniendo como característica principal en que los interpretes cantaban en toda o en gran parte de la obra como una manera de expresar sentimientos o de dar importancia a un acontecimiento que era sumamente trascendental. El caso es que los primeros musicales en el cine tenían la característica de ser auténticas piezas de baile y acercarse mucho a lo que denominariamos comedia romántica. Dos genios en este aspecto serían los grandes Fred Astaire y Ginger Rogers que llegaron a rodar juntos hasta diez películas.
Ginger y Fred |
A Astaire, el cual era un gran coreógrafo, se le reconocen dos innovaciones: la cámara filma una rutina de baile en una única
toma, mientras mantiene a los bailarines en todo el
encuadre durante el tiempo que dure y que todas las canciones y bailes estuvieran integradas en el argumento de la película, ayudando a que la trama avance.
Otro trabajo a destacar lo tenemos en "El Mago de Oz" con una fenomenal Judy Garland en lo que indudablemente es una historia infantil, pero que gracias a sus canciones y a un extraordinario argumento se ganó el corazón de todos como uno de esos clásicos imborrables de los musicales.
La cosa no cambiaria especialmente en los últimos 40 y principios de los 50, aunque los bailes se hicieron cada vez más complicados y en ello tuvo una importancia capital Gene Kelly, otro gran coreógrafo y cantante, que con "Un Día en Nueva York", "Un Americano en París" y "Cantando bajo la Lluvia" hizo las delicias de todos, destacando junto a cantantes del calibre de Frank Sinatra en la primera o con actrices del calibre de Debbie Reynolds en la tercera.
Sin embargo, algo cambiaria a mediados de los 50 y sería gracias a Vincente Minelli (ex-esposo, por cierto, de Judy Garland), el cual es considerado el padre de los musicales modernos. Su obra cumbre en el género sería "Gigi", la cual pasó de ser un simple buen musical a obtener la consideración de los Premios de la Academia con 9 estatuillas. Por fin, un musical podía ser premiado con muchas estatuillas entre ellas la de Mejor Película.
Vincente Minnelli |
Los 60 sería la edad de oro de los musicales en cuanto a premios se refuere. "West Side Story", la cual demostró que se podía ser un gran musical y a la vez un drama, consiguió 10 Oscars. Se cuenta que el mismisimo Elvis se arrepintió de haber rechazado el papel protagonista en West Side Story ¡No me extrañaria si hubiera sido así!
En el mismo año (1964) dos musicales coparian la mayoría de los Premios Oscar: "My Fair Lady" y "Mary Poppins" ganaron 8 y 5 respectivamente. Tampoco debemos olvidarnos de la impresionante a la par que bella y trágica "Sonrisas y Lagrimas". Tanto en esta última como en "Mary Poppins" pudimos disfrutar de Julie Andrews.
A principios de los 70 pareció no cambiarse el rumbo en cuanto a los musicales gracias a "El Violinista en el Tejado" y muy especialmente a "Cabaret", obra que ya había triunfado en Broadway, ganando 8 Oscars, entre los que se encontraba el de Mejor Actriz Principal para Liza Minnelli, hija de Vincente Minnelli y Judy Garland (¡Qué familia!).
Espectacular Liza Minnelli en "Cabaret" |
Ya a mediados de los 70 el género decaería considerablemente y lo cierto es que en cuanto a musicales ha habido de casí todo, empezando por la étapa Travolta y acabando en pseudohomenajes a grandes grupos de los 70 como ABBA.
Independientemente de ello, no hay nada como ver una de esas películas para disfrutar una y otra vez de aquellas canciones y bailes que forman parte de la vida del cine... y es que en el cine como en la vida misma todo es mejor cuando se disfruta con la alegría de la música.
A continuación, les pongo una lista de las que, en mi opinión, son los mejores musicales. Entre parentesis he puesto el nombre del director seguido del año de producción.
Los mejores musicales
1. Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964)
2. West Side Story (Robert Wise y Jerome Robbins 1961)
3. El Mago de Oz (Victor Fleming, 1939)
4. Cantando bajo la Lluvía (Stanley Donen y Gene Kelly, 1952)
5. Un Día en Nueva York (Stanley Donen y Gene Kelly, 1949)
6. Cabaret (Bob Fosse, 1972)
7. Un Américano en París (Vincente Minnelli, 1951)
8. My Fair Lady (George Cukor, 1964)
9. Sombrero de Copa (Mark Sandrich, 1935)
10. Sonrisas y Lagrimas (Robert Wise, 1965)
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