sábado, 9 de enero de 2016

La Reconciliación Nacional o la Transición del Abrazo

Leo con gran satisfacción que el celebre cuadro de Juan Genovés, el Abrazo, recala en el sitio en el que debió estar siempre: El Congreso de los Diputados. Ahora que se ponen en cuestión cosas tan importantes como la Soberanía Nacional o la ejemplar Transición Española, la llegada de este cuadro no puede llegar en mejor momento (visto lo visto), ya que representa todo lo que significo una época dura, pero que llevó una prosperidad nunca alcanzada en España y que tuvo como máxima la Reconciliación Nacional. 


Juan Genovés no era (ni es, puesto que aún vive) uno de esos antifranquistas de pacotilla salidos al albur de una Democracia que se los ha dado todo, incluida la Libertad de defender regímenes totalitarios en América Latina. Juan Genovés fue uno de los muchos represaliados por el régimen por pensar diferente; un hombre que, como muchos otros, no lo tuvo fácil, pero que como él mismo afirma: "Los que luchamos en la resistencia teníamos una idea fija, la reconciliación de los españoles".
El cuadro del abrazo es algo más que una simple pintura. Representa la ansiada Reconciliación entre españoles, ya fueran de izquierdas o de derechas, porque por encima de ideologías estaba la idea de que en este país no se repitieran los errores del pasado. 


Y es que la Transición Española significo pasar de las dos Españas (como diría don Antonio Machado) a la única España, aquella en la que un hombre sea de la ideología que fuera pudiera tomar unas cañas con otro completamente diferente. Por supuesto, las heridas del pasado estaban ahí, pero la idea no era olvidar, sino perdonar porque desde el reconocimiento de errores se pudo llegar al entendimiento común tan ansiado. 
Hoy en día se ponen en cuestión por parte de algunos una Transición que para el resto del mundo fue modélica; hoy en día se habla de "Segunda Transición" (¿Transición hacía qué?)  y se insulta y desprecia a todos los que hicieron posible que un régimen dictatorial de casi 40 años se pegara un tiro en la cabeza, dejando paso a una España de convivencia, donde la violencia tenía que ser desterrada de la política. 


El Abrazo es algo más que un cuadro; representa un símbolo de aquello que debemos mantener a toda costa. Los nacidos en Democracia recibimos un regalo que debemos mantener. Y es que el futuro se construye desde el abrazo y no desde el enfrentamiento. Ya lo dijo el propio autor: "Lo pinté yo, pero no me pertenece a mí, sino a toda la gente que lo hizo suyo".

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