Y los ciegos pudieron leer

Hoy en día podemos ver como ha un sistema que permite los ciegos eligan a sus representantes políticos o puedan leer un simple libro. Ese sistema fue el método definitivo para que aquellos ciegos tanto de nacimiento como circunstanciones pudieran leer y escribir. Y su inventor fue Louis Braille. 

Nacido en Coupvray, cerca de la ciudad de París, Louis Braille no era ciego de nacimiento, pero casí. A los tres años perdió en un accidente en el taller de su padre, el cual era guarnicionero. Sin embargo, su discapacidad no detuvo al joven Louis.

Sus padres lo llevaron a la escuela local donde destacó por sus dotes excepcionales. Era un joven extremadamente culto y notable estudiante, que le hizo ganarse una beca, que le llevo a estudiar en la misma París, en la Institución Real para Jóvenes Ciegos, donde continuó su formación. No obstante, sí había algo que deseaba Louis era leer por si mismo. Poder sentir las páginas de un libro y hacerlas suyas. Que nadie tuviera que leerle o escribirle nada. 

Así en medió de este desasosiego, dio con la clave. Durante aquellos años estudiantiles, conoció el método de escritura nocturna de Charles Barbier de La Serre, el cual había sido ideado para uso militar en situaciones de falta de luz. De esta forma, concibió la idea de crear un sistema de escritura para ciegos. Es por eso que aprendió el sistema de Barbier y ya a finales de 1824 lo tenía perfilado para el uso de los invidentes. 

En 1828, Louis Braille recibió la titulación para ejercer de profesor y destacó como gran organista, tocando con regularidad en varias parroquias de la capital, siendo todo un virtuoso de las teclas. En 1829 publicó su sistema de escritura,  el cual perfeccionaría en la segunda edición de 1837.  Braille falleció de tuberculosis en 1852. 

Este lenguaje para invidentes fue conocido como sistema braille y posibilito que, con previo aprendizaje, los ciegos de todo el mundo, en la época del propio Braille y posteriores, pudieran hacer lo que a los que vemos nos resulta tan simple, pero que a ellos no tanto: leer y escribir. Aquello que tanto querían los ciegos se había echo realidad. Braille de forma simbólica les había devuelto parte de su visión.