Históricamente por un concepto machista dentro de la sociedad española, hemos visto el fútbol como patrimonio del hombre como si a la hora de jugar un deporte, el sexo lo fuera todo. No pasa así en otros países como los Estados Unidos, una potencia mundial del fútbol femenino, donde el llamado soccer tiene más licencias femeninas que masculinas. Hasta hace relativamente poco (años 70), hablar de fútbol femenino en España era algo poco más que raro... hasta aquel 8 de Diciembre 1971. Ese día se disputo el primer partido con público entre el el Sizam Paloma de Madrid y el Mercacred, que acabó 5-1. Los cinco goles del vencedor los anotaría una joven delantera llamada Concepción Sánchez Freire, aunque los periódicos deportivos de la época, dada su gran calidad, le pusieron el apelativo de "Amancio", por tener una calidad parecida al jugador del Real Madrid, quedando para la posteridad como Conchi Amancio.
Nacida en una familia muy humilde, Conchi siempre se sintió atraída por un deporte del que ella y su padre eran auténticos forofos. Sería su propio padre, aficionado del Real Madrid, el que le regalaría sus primeras botas y el que la animaría a seguir un imposible.
Aquel partido del 8 de Diciembre ayudo a conocer a una importante goleadora en una época donde la mujer era constantemente relegada en muchos ámbitos de la sociedad y muy especialmente en el fútbol, aunque lo peor no era algún que otro aficionado, sino los propios organismos federativos. Y es que Conchi con apenas 15 años sería la primera capitana de la Selección Española de Fútbol, que por contra aún no era reconocida por la RFEF y ni mucho menos por la UEFA y la FIFA.
Las capacidades goleadoras de Conchi (300 goles en 2 años y medio) hizo que acabara recalando en el Calcio Italiano, pasando de ser una simple aprendiz de peluquería a toda una profesional en la liga italiana cobrando 75.000 por la ficha de todo el año.
En Italia jugaría 20 temporadas en 11 equipos distintos, siempre goleando y ganando 10 Ligas y 5 Copas de Italia, aunque, a pesar de todo, nunca pudo jugar con la Selección Española ya reconocida por los organismos internacionales, puesto que literalmente se olvidaron de ella. Sólo tuvo una oportunidad y no pudo ser por una rotura de ligamento cruzado.
Conchi se retiraría en 1997 con 40 años en el Arsenal de Inglaterra después de toda una vida dedicada al fútbol, algo impensable hasta no mucho tiempo para una mujer, que demostró que el fútbol también era cosa de chicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario