Las raices del odio

De unos años a esta parte, gracias en cierta medida a la crisis, pero también ha determinados individuos que se retroalimentan del odio, vemos determinadas opiniones (por llamarlas de algún modo) en el que gente anónima o no tan anónima se dedica a insultar, amenazar o despreciar a aquellas personas que no piensan como ellos, llegando a no tolerar la crítica que se le puede hacer a sus opiniones como se le pueden hacer a otros en una Democracia. Ya saben: ese tipo de gente que tiene contestaciones para todo y que sí se quedan sin supuestos argumentos, tienen la palabra "fascista" o "facha" para referirse a todo aquel que no este de acuerdo con ellos. 

Por eso me propongo averiguar de dónde viene todo este odio cerril hacía quienes no piensan como ellos, por qué muchos de ellos tienen en la boca el 36, a Franco y hasta a la madre que parió a Franco si me apuran y por qué esta gente desprecia todo lo que conseguimos los españoles con la Transición Española y la llamada Reconciliación Nacional.

Después de mucho leer y escuchar, he llegado a la conclusión de que las raíces de este odio estan en dos factores: primero la educación en el mismo porque ¿cómo es posible que gente que literalmente ha vivido con absolutamente todo de gratis en un ambiente de Libertades?

El otro factor es mucho más tétrico y tiene que ver con que estos, que se consideran descendientes de personajes despreciables del 36 quieren hacer la revolución que éstos no pudieron realizar. Quieren una República lo más parecida a la Segunda para literalmente cargársela. 

Dicen que un país que olvida tiene el riesgo de volver a cometer sus errores. Sinceramente no quiero pensar en guerras civiles, ni Franco, ni Carreros, ni nada que se le parezca. Quiero recordar a aquellos Adolfo Suárez y compaña, que aunque estos energumenos lo repitan hasta la saciedad, no fue ni mucho menos un heredero del franquismo, puesto que él y muchos que habían formado parte del régimen, buscaron la tan ansiada Concordia Nacional; el régimen se suicido para dar paso a una etapa democrática de la que algunos han vivido tan bien, que se permiten el lujo de insultar o amenazar no sólo a los que hicieron posible la Transición Española, sino a todos aquellos que queremos vivir en Paz, defendiendo nuestras ideas y debatiendo por el futuro de España.