La política del acoso

No me dejo de asombrar cuando un juez hace unos días se le ocurrió (porque no tiene mejor nombre) que el acoso (o escrache o como se diga) a la vicepresidenta del Gobierno de España no es un delito y que sólo es una mera acción por la cual ejercen su libertad de expresión.

La libertad de expresión parece que tiene anchas espaldas porque todo lo aguanta (igual que el bolígrafo sobre el papel). La libertad de expresión es un derecho indiscutible del ser humano como tal, pero su significado lo están pervirtiendo constantemente, y lo peor es que no son unos cuantos políticos radicales, ni unos ciudadanos enfadados, es que un juez diga que ir a casa de quien sea (me da igual), para acosar e insultar es un acto de libertad de expresión. 

La libertad acaba donde empieza la de uno y no es una frase hecha, es la pura verdad. Que los ciudadanos se conciencien de eso (algo que a veces parece que los entre en la cabeza) y con ciudadanos me refiero a de todo tipo, políticos o no.

Es por eso que es inadmisible e insultante que el jefe de los jueces, el Presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ anteponga su ideología al cumplimiento de la Ley. En España desgraciadamente hay mucho Garzon suelto, una lacra que hemos de erradicar. Es indispensable que haya jueces que defiendan la LEY por encima de todo y que no haya divisiones entre conservadores y liberales. Es necesario rescatar a Montesquieu, que la separación de poderes se haga patente en todos los estratos de la sociedad y aquel que anteponga su ideología al cumplimiento de la LEY, que recuerdo a jurado o prometido, debe ser apartado de sus funciones o forzar su dimisión inmediatamente. 

Montesquieu: "La libertad es el derecho a hacer lo que las leyes permiten"

La Democracia "se cargó" a Garzon, afortunadamente (a pesar de los que dijeron entonces), y ahora hemos de acabar con la corrupción judicial en la que nos hayamos inmersos para, no que la justicia mejore, sino para que de verdad haya una justicia imparcial y aquellos que imcuplen la LEY (habló de acosos, pero en cualquier otra medida) no se salga con la suya.