domingo, 28 de diciembre de 2014

Los inocentes de la actualidad

Hoy los que somos creyentes cristianos celebramos la festividad de los Santos Inocentes, a los que según la tradición biblica mando matar el cruel Rey Herodes con la intención de que uno de éstos fuera el Mesías prometido por las escrituras y del que temía que lo derrocara de su regio poder. Historia muy dura, que aunque parezca mentira se repite hoy en día.


¿Cuántas personas vemos retorcerse de dolor en medio de una crisis económica derivada de unos valores que anteponen el egoísmo frente a la compasión y la entrega hacía otro ser humano? ¿Cuántos niños vemos morir por la codicia de hombres sin escrúpulos que se creen respetables, pero que son unos miserables? 
Hoy la gente achaca esta situación a la codicia derivada del capitalismo, pero como todo el mundo sabe (o debería saber), la codicia no depende de sistemas, ni de ideologías, sin de miseria humana. Una miseria, que mediante el odio, la intolerancia y el egoísmo se esta llevando a millones de personas en medio mundo (no sólo en el mal llamado tercer mundo). Aquellos que vemos en los telediarios y de los que sólo parecemos acordarnos cuando salen en los telediarios. Esos son los inocentes de nuestro tiempo. Los que sufren las guerras, las hambrunas y la falta de recursos económicos por culpa de unos hombres que los desprecian y los humillan. 
Hasta que el mismo hambre llego al tercer mundo en forma de crisis económica, nos contentabamos con dar de lo que nos sobra y compadecernos desde la distancia de aquellos que tanto sufren en África o padecen una cruel dictadura. No podemos quedarnos impasibles frente a tanto horror. El individuo tiene que dejar de mirarse desde un punto de vista narcisista y contemplarse en toda su extensión. Y es que no hay nada más humano que ayudar a otro ser humano. Esto no depende de ideologías, ni de banderas. Depende de un cambio, que fomente los valores que hacen evolucionar espiritualmente al hombre. Que una vez por todas: los seres humanos seamos hermanos.

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