He de reconocer que se me hizo extraño ver a Felipe VI haciendo el discurso de Nochebuena. Por otro lado, el Rey lo que hizo durante todo el discurso es aplicar el sentido común, algo que le falta a muchos de nuestros políticos. Es verdad que no trato todos los temas, pero si los que más nos preocupan.
Lo triste es que algunos personajes arrimaran el ascua a su sardina e interpretaran las palabras del Rey a su mejor conveniencia. Las ideas, sin en embargo, están muy claras: el paro es aún hoy un gran problema, siempre contra la corrupción, la economía parece salir de una gran travesía en el desierto, mejor juntos que separados y la esperanza en un futuro mejor tiene que ser la base de nuestra sociedad.
España, ya lo he dicho muchas veces, debe y puede salir de un bache en forma de crisis tanto económica como de valores que padecemos durante todo este tiempo. La solución no esta en elegir a gente de muy dudosa condición o que pretenda separar una idea tan hermosa (y a veces trágica) como España sólo por sus ideas personalistas y totalitarias. La esperanza en un futuro mejor debe ser el aval de un cambio en el que no debemos tolerar a todo aquel que pretenda destruir nuestros sueños. Soy de carácter más bien republicano y, sin embargo, ojalá, hubiera gente no monárquica que defienda tanto los valores de España y los pueblos que la conforman como lo hace el Felipe VI.
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