Tengo que reconocer que me apena la marcha de Torres-Dulce. No es que halla sido el mejor Fiscal del mundo, pero lo cierto es que ha tenido la decencia de irse ante la falta de independencia judicial a todos los niveles.
Creo que él como algún otro ha creído, desde su buena fe, que las cosas podían cambiarse desde dentro. Y al final ha perdurado el rodillo de partidos políticos que ven en la justicia algo que se puede tocar y mover hasta límites insospechados ¿Qué es eso de que alguien de un partido anuncie querellas de la fiscalía? ¿Qué es eso de que haya cuotas políticas dentro del principal órgano de los jueces? ¿Qué es eso de que los Fiscales de una región concreta se nieguen a que se ponga una querella contra unos dirigentes que han atentado contra la Ley?
Eso por no contar las ingerencias recibidas por el señor Torres-Dulce en temas tan espinosos como el de la Infanta, corrupción , etc. El ya ex-Fiscal no creía en eso y por este motivo se va. Sólo espero que de una vez por todas los políticos dejen de meterse donde no les llaman (justicia, bancos, etc.) y se pongan de una vez a dirigir un país con muchos frentes abiertos, y que se den cuenta de son asalariados nuestros y que como tal tienen que actuar para el bien común.
PD: sólo me queda decirle al señor Torres-Dulce que gracias por intentar poner algo de cordura en esta casa de grillos aún llamada España.
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