Los momentos donde parece haber una corrupción galopante, donde los partidos democraticos parecen no dar soluciones convincentes a casí ningún tema o la irresponsabilidad de algunos medios de comunicación hace que los ciudadanos se vayan hacía opciones antidemocraticas porque dentro de sus críticas a los denominados partidos tradiciones, esconden un profundo sentimiento contra cualquier atisbo de Libertad. A veces un clavo saca otro clavo como durante la revolución rusa y a veces un sistema democratico, pero corrupto es sustituido por un regimen totalitario, que en algunos casos tiene lugar tras unas elecciones como paso con la Alemania de Weimar, que permitio que unos miserables se presentaran y obtivieran el apoyo de todo un país.
La gente piensa que la Democracia es perfecta. Ojala así lo fuera. Sin embargo, la diferencia con los regímenes totalitarios es que desde un sistema electoral se puede combatir a la corrupción. Una corrupción, que, aunque parezca políticamente incorrecto, todos los ciudadanos hemos permitido votando elección tras elección a gente que no se ha dedicado a otra cosa que no sea la política.
Lo peor que puede pasar es que venga una desgracia como el populismo a soliviantar a las masas. Desde el populismo se comienzan las dictaduras. Por eso siempre denunciare todas las formas en las que se presenten partidos totalitarios porque, no es una cuestión de ideologías (eterno debate extrema derecha y extrema izquierda), sino de democratas y un sistema como este no puede tolerar que partidos como uno dirigido por un tipo con una coleta o cualquier otro se presenten primero como el lobo y después como el lobo disfrazado de oveja.
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