Desde la anterior legislatura se gestó una corriente de opinión que defendía ser más blando con los terroristas y no sólo desde algunos medios de comunicación, sino desde la política, en concreto por parte del Gobierno dirigido por los socialistas. Una corriente de opinión que ha permitido que supuestos enfermos terminales como el tal Bolinaga este en la calle (según los informes de esos días ya debería estar muerto) y que tiene su culmen en como Europa se ha cargado la llamada doctrina Parot.
Lo indignante es que haya gente que defienda chivatazos a entornos de ETA por parte de policías (dirigidos como es lógico por el Ministerio de Interior) o que hable de una política en la que no haya vencedores y vencidos. ¡No señor!
Aquí han habido unos asesinos que han acabado con personas de todo tipo: políticos, policías, guardias civiles ciudadanos de a pie a diestro y siniestro, llegando a contabilizarse hasta más de cien asesinados al año. Y de verdad, ¿Puede haber alguien que defienda tal barbarie?
ETA no esta acabada. En primer lugar porque ha conseguido llegar a las instituciones gracias al corrupto Tribunal Constitucional, segundo no ha entregado las armas y en último lugar se sienten orgullosos de las barbaridades que han hecho incluido el etarra "terminal" Bolinaga. Por eso aún más que nunca hay que estar con las victimas, las cuales no han sido víctimas físicas como sus familiares, sino psicológicas porque durante mucho tiempo fueron ninguneadas (los entierros en los años duros del terrorismo eran casí secretos) y ahora que se les había reconocido como tal, vuelven a ser ninguneadas por determinados partidos que se dicen Demócratas, pero defienden dictaduras como Cuba (sector duro del PSOE, Izquierda Unida) o los nacionalistas como el PNV, los cuales siempre han sido ambiguos con el tema terrorista.
No vale como dicen algunos en el PSOE para criticar al PP que no es el "momento político" para ir como partido a la manifestación de las víctimas. Hay que tener mucha cara para que el Partido que utilizo el terrorismo de Estado para acabar con ellos (después se negaba a la cadena perpetua o a la pena de muerte en el Congreso) y que hizo posible el chivatazo en el bar faisán, se atreva a decir eso de que "no es el momento político". Es precisamente ahora que parece que los jueces les están dando alas a los terroristas, cuando más cerca hay que estar de las víctimas porque los asesinos no deben ganar y si aquellos que defendemos la libertad de expresión y a España.
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