jueves, 17 de octubre de 2013

Clásicos Inmortales: M

Probablemente a los más o menos cinéfilos no les suene el título de la película, pero realmente me estoy refiriendo a la película de Fritz Lang que en España se conoció como M, el Vampiro de Düsseldorf (En Argentina como el Vampiro Negro), que aunque, como dijo el propio director, versara sobre un asesino en serie no tenía nada que ver con el famosisimo criminal que acabará en los añosa 20 con la vida tanto de mujeres, especialmente, como de niños. De hecho el título original es M y puede que el error se debiera a que el año de su estreno, el asesino de Düsseldorf fuece ajusticiado. El propio Lang dice que se baso en una ola de asesinatos en serie que se estaban dando en ese momento por toda Alemania.


Una ciudad vive atemorizada. Por las calles anda suelto un asesino de niñas. Parece ser que primero las rapta y después las asesina.  La policía esta desconcertada y es por ello que empieza a vigilar de forma conciencuda a todos y cada uno de los ciudadanos y dar con la pista del asesino.
Los criminales de la ciudad que hasta ahora vivían con cierto desahogo, ven como la policía empieza a investigar sus negocios, algo que les llena de inquietud. Fruto de esto, sólo piensan en una cosa: atrapar al asesino y así evitar que la policía meta las narices en sus asuntos.

La sombra del asesino

Para averiguar quien es el asesino, los propios criminales vigilan por toda la ciudad. Quien encuentre al asesino, para que todo aquel que se lo encuentre, lo capture, se encargara de forma "accidental" hacerle una marca por la espalda que será la M de Mörder (asesino en aleman).


Dichas pesquisas comienzan a dar su fruto cuando ven a un hombre (Peter Lorre) comportarse de forma extraña con una niña de la calle. Le compra un globo a un vendedor ciego y se lo regala a la niña. Viendo que la actitud del hombre concuerda con descripciones dadas a la policía, como su extraño silbido, uno de los criminales le hace la marca en su abrigo.

El ciego lo reconoce

El asesino no se da cuenta de tal cosa hasta que un vendedor de chucherias le dice que tiene una marca en la espalda. A partir de ahí, todo el mundo sabe que es el asesino y lo acorralan en una fabrica. La policía viendo la actuación de los delincuentes se mete en medio, pero son ellos los que lo capturan y lo llevan a una sala donde se realiza un juicio improvisado en el que el pueblo esta presente y el jurado esta compuesto por delincuentes y criminales de la ciudad.
Es de notar como Lang nos muestra el mensaje contradictorio de que unos críminales, con ciertas actividades delictivas a sus espaldas, pretendan juzgar a un críminal. En la película no se duda de que es el asesino porque ciertamente lo es. Pero si se duda de que sea el pueblo, al margen de la ley, deba juzgar a un críminal por muy sanguinario que sea.  Lang en su primera película americana, "Furía", nos mostraría este mensaje con la diferencia de que aquel al que los vecinos supuestamente mataron era inocente de todo aquello que se le culpaba. Podemos ver como efectivamente Lang aboga por el ejercicio de la Ley por las autoridades y no por una masa enfurecida que, para más inri, esta comandada por críminales que no actúan por hacer el "bien" o por venganza de unas niñas muertas. Actúan para que la policía deje de investigar sus negocios.

El juicio

También se da a entender como estamos ante un asesino obsesionado con los niños. El asesino primero niega su culpabilidad y después, ante el testimonio del ciego que lo reconoce por su voz y su tacto, no sólo lo reconoce, sino que se niega a ser juzgado como un delincuente común aludiendo su trastorno mental. La policía finalmente accede a la sala y se lleva al asesino confeso de las niñas.


Esta película es una de las más recordadas de la filmografía de Lang y la última representante del expresionismo alemán. Además le daría la fama a Peter Lorre que desde ese momento se caracterizo en todas sus películas como villano o amigo del villano.

Ficha

Dirección
Fritz Lang
Producción
Seymour Nebenzal
Guión
Thea von Harbou
Fritz Lang
Paul Falkenberg
Adolf Jansen
Música
Edvard Grieg
Fotografía
Fritz Amo Wagner
Montaje
Paul Falkenberg

Otros datos

País
Alemania
Año
1931
Género
Drama
Duración
117’

Protagonistas

Actor
Personaje
Peter Lorre
Hans Beckert
Ellen Widman
Frau Beckmann
Inge Landgut
Elsie Beckmann
Otto Wernicke
Inspector Lohmann
Theodor Loos
Inspector Groeber
Gustav Gründgens
Ladrón de caja de caudales
Friedrich Gnaβ
Franz, el ladrón
Fritz Odemar
El tramposo

El juicio

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