Las encuestas al igual que las estadísticas es una verdad muy mentirosa. Y en política, mucho más. Tengo que decir que nunca he sido muy amigo de las encuestas en cualquier ámbito. En función de la ideología del partido en el poder (CIS) o del medio de comunicación en cuestión, estas pueden cambiar hasta el punto de decirnos cosas muy diferentes.
Lo peor es cuando los partidos políticos utilizan dichas encuestas para avalar su forma de actuar antes las diferentes cuestiones. La única encuesta valida son las elecciones porque en esa no se encuesta a un segmento concreto de la población, ni sea hacen preguntas trampa para que determinado ciudadano diga lo que quiere que oír el entrevistador.
En todo caso, la encuesta no es más que la foto fija de la realidad de ¿3000 entrevistados? que pueden cambiar su elección en un momento dado (y me temo que no cambiarían el voto en función de los casos de corrupción). Habrá que ver que pasara en el batiburrillo de elecciones que se aproximan. Lo que es seguro es que, viendo lo de Andalucia, sería del todo democrático que gobernara el que ha obtenido la mayoría y no los perdedores que, mediante pequeños golpes de Estado sin luz y taquígrafos, son capaces de pasarse la voluntad popular por el arco del triunfo. Y eso lo digo independientemente de que el partido ma´s votado sea el PP o el PSOE, a diferencia de cierta Presidenta andaluza que ahora quiere que gobierne la lista más votada porque fue la suya ¿No pensaba lo mismo cuando el PP fue la fuerza más votada en las elecciones de 2012?
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