La caja de Pandora

Cuenta la historia que Zeus, deseoso de vengarse de Prometeo por haberle dado a los humanos la posibilidad de producir fuego, le ofreció al hermano de éste, Epimeteo, a una mujer llamada Pandora, que fue creada por Hefesto por orden del propio Zeus, siendo según la mitología griega la primera mujer.

Epimeteo y Pandora se casaron, recibiendo ella, como regalo, una tinaja ovalada (pithos, que la tradición a identificado como una caja) con la condición de que no la abriera. Sin embargo, Pandora había sido creada con un gran defecto: la curiosidad.

Pandora abrió el recipiente, liberando a una serie de males que aquejarian al mundo. Comprendiendo el error cometido, lo cerró como pudo, pero era demasiado tarde, ya que todo lo que había dentro ya estaba fuera excepto una cosa: el espíritu de la esperanza.

Dejando de lado el evidente tinte machista del relato mitológico (la mujer es la "culpable"), se buscaba una explicación muy simplista frente a la causa de que el ser humano cometiera atrocidades o enfermara sin motivo aparente.

Este relato ha tenido gran influencia en la cultura occidental hasta el punto de que la expresión "abrir la caja de Pandora"  significa en apariencia una acción pequeña e inofensiva que, por contra, puede acarrear consecuencias desastrosas para nosotros u otra persona. Sería el equivalente de la expresión "abrir la caja de los truenos".

Desgraciadamente, la maldad humana no viene simplemente de una caja, sino de la capacidad innata del hombre para hacer el mal. Menos mal que también hay hombres que hacen el bien y eso nos da esperanzas para seguir creyendo en la humanidad.