viernes, 7 de marzo de 2014

Clásicos Inmortales: La Pasión de Juana de Arco

Esta es una de las grandes películas del cine mudo. Todo un compendio de primeros planos, que llevaron a esta obra a ser una de las últimas grandes películas del séptimo arte antes de la llegada del sonido. El danes Carl Theodor Dreyer, uno de los grandes directores del momento, nos cuenta la historia de Juana de Arco, alejandose de obras anteriores y posteriores que la endiosaban hasta el punto de mitificarla exageradamente. Aquí, Juana de Arco es una persona normal y que, en cierto punto, tiene miedo de lo que pueda ocurrir, aunque su Fe sigue siendo muy fuerte.


Desde el inicio se nos cuenta que la película se basa en los papeles del juicio inquisitorial a la propia Juana. Y es precisamente de esta forma como empieza la película. Con una Juana indefensa en medio de unos seres que no creen ni una sola de las palabras que pronuncia la joven, que dice ser una enviada de Dios para luchar en favor de Francia contra los ingleses. 


Las miradas desconfiadas de sus jueces no deja lugar a dudas, aunque hay más de uno que tiene en cuenta las opiniones de la joven. La capacidad dramatica de la película esta en unos primeros planos que enfatizan el dolor mental y físico de una Juana abatida después de tantos años en guerra y de unos captores cuyas muecas hacía la joven reflejan su desconfianza.
De hecho en la película se enfatiza más la imagen que la palabra, algo que no desmerece nada al argumento. La desmitificación de Juana viene a raíz de su arrepentimiento por haber luchado por una causa que el mismo Dios le pedía. Es por eso que para escapar de su presumible condena a muerte, rechaza todo lo dicho ante los jueces.

Juana reza en su prisión

Sin embargo, Juana en medio de su soledad y viendo el error que acaba de cometer, pecando ante el mismisimo Dios, se arrepiente y de desdice de sus rechazos anrteriores, confirmando lo dicho anteriormente: es una enviada de Dios.


Es por eso que es condenada a morir en la hoguera por herejía. Es destacable la lucha del pueblo en medio de los soldados que le cortan el paso frente una joven, la Dama de Orleans, que perece en medio de las llamas que la abrasan. A pesar de las protestas del pueblo galo ante la injusticia de ver a su heroína quemada, Juana muere finalmente.


La película de una belleza sublime y con una banda sonora para el recuerdo, destaca por la gran fuerza psicologica de sus personajes, en especial de una Juana excepcionalmente intepretada por María Falconetti, haciendo que el espectador sienta como suyo el dolor y sufrimiento de una mujer sin escapatoria. 

Ficha

Dirección
Carl Theodor Dreyer
Guión
Carl Theodor Dreyer
Obra: Joseph Delteil
Fotografía
Rudolph Maté
Montaje
Carl Theodor Dreyer
Escenografía
Jean Hugo
Vestuario
Jean Hugo
 
Otros datos

País
Francia
Año
1928
Género
Drama, Histórico, Biográfico, Religión
Duración
110’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Maria Falconetti
Juana de Arco
Eugene Silvain
Évêque Pierre Cauchon
André Berley
Jean d'Estivet
Maurice Schutz
Nicolas Loyseleur
Antonin Artaud
Jean Massieu
 
Juana es quemada en la hoguera

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