Es curiosa la cantidad de opiniones que estamos leyendo y escuchando en torno a la actividad de la denominada televisión "canaria". Muchos dicen que tiene que ser un ente que dado los bajos índices de audiencia tiene que dar otro tipo de programación, otros que debe ser 100% transparente, evitando los amiguismos propios de cualquier entidad controlada por la política y los pocos, entre los que me incluyo, cuestiona el que exista.
Sinceramente me importa poco que tenga mucha o poca audiencia; sinceramente la tele "canaria" no es más que otro producto que aborrezco, ya que forma parte de un sistema autonómico fracasado e impuesto, que lo único que ha servido es para que políticos corruptos o personajes mediocres como Willy Garcia ocupen un puesto, cobrando del erario público. La televisión canaria merece desaparecer tanto como lo merecen todas y cada una de los 17 Reinos de taifas en lo que se convirtió España porque había que intentar acallar al nacionalismo vasco y catalán (algo que, por cierto, no se consiguió).
Es verdad que un canario no se parece a un vasco o un vasco a un madrileño o un madrileño a un gallego. Somos diferentes en cuanto a cultura, forma de ser o de pensar (no somos uniformes), pero eso no impica que nos dividan en 17. Y total: estos Reinos de taifas más que autonomías son autonosuyas porque hacen lo que literalmente les da la gana, creando empresas para ellos mismos, siendo uno de los muchos ejemplos las televisiones autonómicas, que no hacen más que ejemplificar el fracaso de un modelo, que se impuso a todos para contentar a unos pocos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario