Mucho se ha hablado estos días sobre la propuesta de Ciudadanos de quitar en la denominada Ley de Violencia de Género del agravante por ser hombre y (¿como no?) toda la caterva mediatica se les ha lanzado a la yugular por algo que por lo menos tiene que tenerse en cuenta.
Es curioso que la gente que ponga tanto en valor la igualdad que consagra nuestra Constitución, avale una Ley que, cuando se promulgo, hablaba de nosequé a lo que se dio el llamar "discriminación positiva". Ahora con una denuncia (fuera verdad o no) hacía un hombre, éste podía ser detenido sin una comprobación previa. La justificación fue el que las mujeres habían sufrido muchisimo a lo largo de toda la historia, aunque se ve que con el Ministro que firmó dicha Ley se hizo la vista gorda ante la denuncia de su ex-mujer (No me olvido de ti, Juanfer). Resulta que es preferible violentar los derechos legales de un hombre, sea culpable o inocente, antes de cualquier otra cosa. Resulta que en España no saltamos la Constitución a la torera y preferimos meter en el cuartelillo a gente inocente hasta que la ley diga lo contrario antes que dejar a un solo culpable en la calle. Para colmo, el número de mujeres asesinadas ha aumentado, dando a entender que esta ley aparte de ser inconstitucional, es un fracaso que el PSOE promulgo para obtener votos de un sector concreto de la sociedad (lo dejo ahí) y el PP no la ha quitado por su irrefrenable temor a ser insultado por gente que se atreve a dar lecciones de Democracia, pero sólo quieren respeto para sus ideas y no para las del otro.
En un país democrático la palabra "discriminación", aunque le pongan al lado la palabra "positiva", siempre es negativa, ya que, por encima de todo, debe prevalecer cosas básicas como la presunción de inocencia y la garantía de recibir un trato justo e igualitario y sí es comprobado que un ser se ha atrevido a pegar a una sola mujer, debe ser encerrado de por vida. Todo lo que se haga beneficiando o perjudicando a una persona por cualquier condición, sease de género, sexual, creencias o cualquier otra no sólo es una barbaridad que va contra los derechos humanos, sino que es profundamente antidemocrático.
PD: Por cierto, se podrá estar o no de acuerdo con Ciudadanos en este tema, pero creo que los insultos sobran, ya que cada persona merece por lo menos el mismo respeto que se merecen todos. Así que algunos tienen que aplicarse la frase atribuida a Montesquieu, la cual define a la perfección la actitud de respeto necesaria en Democracia: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo".
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