sábado, 26 de diciembre de 2015

Los misterios del barranco de Badajoz

Enmarcado en el término municipal de Güímar, en el sureste de la isla de Tenerife, la historia nos cuenta que el último Mencey de Güímar, Añaterve, cedió su territorio a las tropas castellanas durante la conquista, siendo repartidas estas tierras posteriormente a Juan de Badajoz y es por eso que este lugar, llamado Chamoco por los aborígenes, tomó el nombre de Barranco de Badajoz. Sin embargo, historia aparte, es más conocido por los extraños sucesos que supuestamente han tenido lugar en la zona. 


Una de esas historias nos relata que unos padres enviaron a su hija al Barranco de Badajoz en busca de frutas (la tradición nos dice que eran peras), pero la niña desapareció. La zona fue minuciosamente rastreada por los vecinos del lugar. No obstante, la niña no apareció... hasta unas décadas después. Un día, para sorpresa de los padres, la niña tocó a la puerta de su casa. Los padres no sólo se sorprendieron por la aparición en si, sino porque la que debía ser una mujer después de tantos años desde su desaparición, seguía siendo una niña, ya que mantenía el mismo aspecto que tenía el día de la mencionada y triste desaparición. Lo que les contó les dejo aún más anonadados y cuyo relato es:
"Ella fue hasta el barranco en busca de la fruta que sus padres le habían encargado, y se quedó dormida al pie de un peral, donde pasado un tiempo fue despertada por un ser muy alto vestido de blanco. Lejos de sentirse asustada, aquel ser le inspiró una inmensa confianza, por lo que accedió sin reparos a la invitación que éste le hizo de que lo acompañara.
La niña siguió a aquel ser extraño hasta el interior de una cueva en la que habían unas escaleras por las que descendieron. Al finalizar del descenso se encontraron en un jardín en el que habían más seres como él que la había guiado, siendo una de sus características el que todos vestían de blanco. La niña se entretuvo unos minutos charlando con ellos hasta que al fin su extraño acompañante la guió de nuevo a la salida de la cueva y se despidió de ella. Para ella sólo habían pasado más que unas horas, pero el caso es que, como habían llegado a pasar décadas, como si el tiempo se hubiera detenido para ella"
Otra historia relacionada con el barranco nos cuenta que en 1912, dos trabajadores de una de las galerías de agua que se encuentra en el propio barranco, se encontraban trabajando cuando la pared en la que excavaban se vino abajo, quedando al descubierto una galería muy amplia. Vieron en ese momento a tres seres completamente blancos que hicieron ademán de acercarse a ellos. Hay dos versiones de esta historia: la que nos dice que los trabajadores huyeron despavoridos y otra en la que se nos dice que llegaron a comunicarse con ellos. 
Lo cierto es que en este barranco se cuenta que estos seres blancos (o de luz) son seres angelicales que protegen a los humanos con los que ocasionalmente han tenido contacto por lo que podemos ver gracias a estas y a otras historias relacionadas con ellos. 
Sea real o no, lo que podemos decir es que el barranco de Badajoz ha tenido gran fama en las Islas Canarias por ser considerado como uno de los enclaves mágicos ejemplo de leyendas e historias relacionadas con fenómenos que se escapan a nuestra comprensión. Un sitio muy recomendable para hacer senderismo y, quién sabe, tener la posibilidad de encontrarnos con esos misteriosos seres.

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