Muchas han sido las críticas a Rouco Varela por la homilía de la misa por el Alma de Adolfo Suárez. En ella nos alertaba ante determinadas actitudes que pueden llevar al pais a ese odio que nos llevó a una trágica guerra civil.
Dejando de lado los errores de la Iglesia en épocas pasadas, esas palabras llevan a una reflexión, que trasciende todo pensamiento ideológico, llevandons a una pregunta, ¿como hemos podido llegar a tal nivel de crispación?
El que se cometieran tales actos delictivos el 22 de Marzo no sólo es intolerable, sino inadmisible. El hecho de que la Policía tenga miedo de actuar, refleja hasta que punto la barbarie se ha instalado en las calles. Lo peor es que algunos cargos electos guarden silencio o, aún peor, los defiendar por coincidencias ideológicas. Lo visto en algunos debates de determinados canales de televisión es de vergüenza y me deja cada vez más claro que algunos periodistas prefieren apoyar delitos porque contra el "Gobierno de la derecha" vale todo.
A veces pienso que dentro de la desgracia de padecer una enfermedad tan horrible, Suárez tuvo mucha suerte. Suerte de no ver como su gran obra, la Transición que nos llevo a la concordia, se iba al garete por la manía que tuvieron algunos no en que los familiares encontraran a sus seres queridos (desde los 80 se lleva haciendo), sino en abrir las heridas, poniendo al descubierto las rencillas y miserias de otros años.
La concordia fue posible, es verdad, pero en la actualidad hay grupos radicales dentro de la sociedad y la política, que pretenden acabar con ella. Los que defendemos la Democracia no lo permitiremos. Y eso ni es de de derechas, ni de izquierdas. Es de Patriotas.
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