Tal día como hoy nacía una de las mujeres más importantes de nuestra historia. No fue una Reina, no tampoco Ministra de nada, pero a diferencia de muchas que van de feministas por la vida y destacan por su hipocresía, esta mujer supo defender algo tan básico como el Derecho de las Mujeres al voto en un Congreso de los Diputados donde, incluso, muchas mujeres estaban en contra del tal derecho. Les estoy hablando de Clara Campoamor.
Clara desde su posición liberal supo defender una idea. La idea de un cambio. Un cambio que aún parecía lejos. Tan lejos que muchos se oponían a tal cosa. El derecho al voto de las mujeres era y sigue siendo un derecho fundamental que, sin embargo, en esa España que estaba estrenando República aún se negaba. Lo más curioso es que una gran mayoría de la izquierda que decía defender la Democracia, se negaba a que las mujeres votaran porque, según ellos, estaban influenciadas por la Iglesia Católica. Así lo destacaron muchos socialistas de la época, entre ellos algunas mujeres diputadas como Victoria Kent. Por contra, la derecha estaba a favor del voto femenino.
El debate en el Congreso fue extraordinario, con sus dimes y diretes, en el que Clara Campoamor venció frente a la incomprensión de muchos que por intereses electorales no querían que las mujeres votasen. Lo más curioso es que Indalecio Prieto, un hombre relativamente cabal dentro de la desastrosa República, y el sector de socialistas que él dirigía, se oponía al sufragio femenino. Finalmente, se voto a favor del mismo con los votos de la derecha y una parte de los socialistas. Clara Campoamor fue la triunfadora de ese momento, aunque no en las siguientes elecciones donde, paradojicamente, no fue elegida.
Y si, es verdad, no fue ni Ministra, ni Presidenta, ni Reina y falleció en el exilio sola y olvidada, pero consiguió algo que la ha llevado a la posteridad: el voto femenino. Pero, a pesar de ese pequeño logro, la lucha que inicio Campoamor continua. La cosa no esta en la estupidez del mismo número hombres y de mujeres (la denominada paridad), sino en el conseguir que tanto una mujer como un hombre cobren igual por el mismo trabajo. Que todos y cada uno de los individuos nos esforcemos para hacer un mundo más igualitario, en el que se valoren las aptitudes y no el sexo. Clara Campoamor hizo posible algo muy importante, pero ahora, los que formamos el presente debemos subir otro peldaño más. Un peldaño en el que el futuro sera tanto de hombres como mujeres. La sociedad del mañana.
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