En una de las mejores películas del cine español, Bienvenido, Mister Marshall, los habitantes del Villar del Río le organizaban una gran fiesta a los americanos con la intención de que éstos les regalaran cosas necesarias para ellos y el pueblo. Al final, los américanos pasaron de largo y los desesperanzados habitantes del pueblo tienen que volver a su vida, después de haber organizado todo para nada. Esta película viene a colación del llamado Plan Marshall en que los países de una destruida Europa (por la II Guerra Mundial) mendigaban dinero a Estados Unidos derivados de dicho plan. España se quedaría fuera.
Han pasado más de sesenta años, pero la situación es igual. Países mendigando el cariño de Papa Estados Unidos, mientras ellos hacen los que les da la gana. A los Estados Unidos lo único que les importa es los Estados Unidos. Que Democracia que se diga como tal, financia dictaduras o interviene en países, los cuales se encuentran en plena guerra civil.
No me extraña que el Gobierno sirio haya utilizado armas químicas contra la población (aunque parece ser que los rebeldes comenzaron haciendo uso de ellas), pero eso no justifica intervenciones militares y mucho menos de países que son todo menos propagadores de la Paz y han utilizado armas de todo tipo, entre ellas las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki contra una población indefensa, cuyos supervivientes quedaron de por vida afectados por la radiación.
Ese el llamado "sueño américano". Un sueño en el que sólo tiene cabida la destrucción y la tortura, buscando eso sí el uso de la fuerza bruta con tal de conseguir que se establezcan sus intereses. Países como los Estados Unidos (y algún otro) representan las tiranías de otro tiempo. Los países tienen que dejar de dorarle la píldora a este país. No todo vale y más cuando están en juego miles de vida por, lo que es peor, un puñado de dolares. Más les valdría hacer caso al Mensaje de Paz del Papa Francisco, aunque parece que a algunos no les interesa.
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