jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Federalismo?

Si la derecha española tiene la costumbre de dar dinero para supuestamente acallar a sus detractores (véase PRISA, nacionalismo catalán, ...), la izquierda tiene la costumbre de hablar de revertir una situación de una forma aún más catastrófica si cabe. Digo que habla porque esas maravillosas ideas sólo se le ocurren cuando esta en oposición o en campaña, pero nunca las realizan. Ahora, la última es el federalismo.


Siempre ha habido dudas de si el PSOE defendía los intereses de España lo suficiente. Dudas que crecieron aún más en la etapa de Zapatero. Pero lo de ahora resulta demencial. Ahora proponer cambiar la constitución (¿?) para crear una especie de modelo federal en el que según ellos todos tendríamos los mismos derechos. Lo llaman federalismo asimétrico (¿¿??). A parte de que ésto socialmente acrecentaría las diferencias, dado que existen regiones ricas y pobres, supondría una especie de antelación de la que sería una desgraciada independencia de algunas regiones importantes del territorio nacional como Vascongadas (erróneamente llamada "País Vasco") y Cataluña.
Además de que socialmente es un error, históricamente los intentos no han sido precisamente experiencias positivas. Lo podemos ver en la I República, donde cantones (Estados federales. Dicho nombre es utilizado para denominar a los mini-estados suizos) como el de Guadalajara que resulto una gran sangría y que posibilito un golpe centralista de Pavía contra los que pretendían convertir a España en un Estado federal. Hubo mucho masacre en torno a aquello, además de penas de muerte por rebelión. El tema chocante fue el de la II República donde hasta dos veces un Presidente de Generalidad catalana, Macià y Companys, proclamaron el Estado catalán con las consecuencias amargas que trajo, en especial la segunda con quema de iglesias y detenciones incluidas.
Lo que haría que TODOS los españoles viviéramos con cierta igualdad, sería en un Estado Unitario donde todos tuviéramos las mismas oportunidades, un Estado donde esta bien hablar tanto en el idioma oficial, el castellano, como en el oficial de la región, pero siempre con un Espíritu en el que todos nos sintamos parte de un todo y no parte de parte de aquella parte. España es una, no diecisiete. España y los españoles nos merecemos un Estado que se encargue de las cosas básicas y necesarias, independientemente de en que parte del país se encuentre.

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