Franco, de General a "Caudillo" (segunda parte)

Tras la guerra se practico una serie de actividades contra los perdedores republicanos. Los primeros años de la guerra destacan por el apoyo de la dictadura de Franco a las potencias del eje (Alemania, Italia y Japón).

Muchas veces Franco intento pasar de una actitud de apoyo a una beligerante y de esta forma entrar en la guerra, pero ni las conversasiones con Mussolini, ni con Hitler en Hendaya fructificaron. Franco quería gran parte de los territorios del norte de África, así como Gibraltar. Hitler, que había apoyado a Franco en la guerra militarmente, nunca perdono a Franco que no entrara en la guerra, ya que España era un sitio estrategico para el conflicto. España paso de una actitud de apoyo al eje a una falsa neutralidad, ya que envio a la famosa división azul a combatir en la URSS.

 

Hitler y Franco

Tras la derrota del eje, muchos pensaron que un dictador como Franco no tenía sentido. Los embajadores se fueron, volviendo en los años 50. Por su parte, Franco se proclamo como Regente de España, siendo el que ostentaba el derecho a elegir a su sucesor a título de Rey, de ahí que España durante la dictadura tuviera tratamiento de Reino.

Franco nunca quiso ceder sus derechos a Don Juan, hijo de Alfonso XIII y jefe de la casa del Rey, a pesar de las presiones recibidas por jefes monárquicos como Kindelan. El fin del nazismo trajo consigo la perdida de confianza de Franco en Ramón Serrano Suñer, cuñado de su mujer, al que por ello se conocio como "el cuñadisimo". 

Los años 50, trajo consigo un cierto desarrollismo económico que se debió al apoyo militar y económico posterior de los Estados Unidos que veían en Franco una especie de garantía de lucha en Europa contra el comunismo. Fruto de esas relaciones el viaje del Presidente américano, Esienhower. 

Otro factor fue la llegada de los tecnocratas al Gobierno, lo que posibilito que gente que sabía, iniciara un cierto periodo de esplendor que tuvo su base en el turismo durante los años 60. Por su parte la censura era aplicada en todo el territorio nacional y los presos políticos estaban ahí. Fueron los presos los que construyeron el valle de los caídos, donde sería enterrado José Antonio, para el regimen un martir, aunque para Franco era un hombre despreciable que no soportaba que le diera ordenes. Tampoco José Antonio tuvo una buena opinión de Franquito.

La oposición se centraba en universidades y algunas huelgas que no existian para la prensa de la época. Franco y su familia vivió en el Pardo y Carmen Polo era conocida como "la collares" por su gran colección de collares que lucía siempre que podía.

Ya a finales de los 60, Franco comenzó a desarrollar lo que sería el parkinson. La mala salud de Franco se hacía evidente y era necesaria hacer valer la ley que otorgaba al dictador la capacidad de elegir a su sucesor. Franco elegiría a su sucesor y sería el hijo de Don Juan, Juan Carlos de Borbón, que se encargaría de llevar a buen termino la tarea de dirigir al país cuando no estuviera Franco. 

Pero no sólo en la cuestión sucesoria hubo cambios. También en el organigrama. Franco, que era Jefe de Estado, cedió parte de su poder, creando la figura del Presidente de Gobierno. El encargado sería ni más ni menos que su fiel mano derecha, el Almirante Luis Carrero Blanco.

Nadie sabría que hubiera pasado, pero ésta claro que si Carrero no hubiera volado por una bomba de ETA, la historia de España hubiera sido distinta. El sucesor de Carrero sería Carlos Arias Navarro. 

Los últimos años de dictadura fueron tremendos no sólo por la conflictividad social que seguiría tras la muerte de Franco, sino por las zancadillas dentro del régimen. Todo el mundo quería salir en la foto y veían con malos ojos la llegada a la jefatura del Estado de un tipo como Juan Carlos, que, según ellos, no tenía el carisma de Franco.  

Varías veces cedió Franco la jefatura a Juan Carlos por sus problemas de salud y largas estancias en el hotel. Sus últimos años de vida fueron dolorosos. Según cuentan, lo mantuvieron vivo hasta el día 20 de Noviembre de 1975, para que coincidiera la fecha de su muerte con la de José Antonio.

Lo cierto es que en televisión, salio Arias Navarro con el ya famoso "Franco ha muerto" y poniendo de relieve su testamento de cara al futuro de España. 

Se iba un hombre que gobernó con mano de hierro durante muchos años España que, independientemente de que fue un tirano, lo que todo el mundo coincidirá es que sin su figura sería imposible comentar la historia reciente de España.